• Pueblos Indígenas en Tailandia

    Pueblos Indígenas en Tailandia

Tailandia

Los Hmong, los Karen, los Lisu, los Mien, los Akha, los Lahu, los Lua, los Thin y los Khamu son los pueblos indígenas reconocidos de Tailandia. La mayoría de ellos viven como pescadores o como cazadores-recolectores.

Si bien Tailandia adoptó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, no reconoce oficialmente la existencia de pueblos indígenas en el país. Hubo algunos desarrollos para los pueblos indígenas del país, pero siguen siendo estigmatizados y desafiados especialmente por el acaparamiento de tierras por parte del gobierno.

Tailandia ha ratificado o es signatario del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP ), la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial (CERD) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Pueblos indígenas en Tailandia

Los pueblos indígenas de Tailandia viven principalmente en tres regiones geográficas del país. La gente de Chao Ley, que son comunidades de pescadores indígenas, y los mani, que son pequeñas poblaciones de cazadores-recolectores, viven en el sur. Algunos grupos pequeños viven en la meseta de Korat, al noreste y al este, mientras que los pueblos de las tierras altas, Chao-Khao, viven en el norte y el noroeste del país.

Nueve llamadas tribus de las montañas son reconocidas oficialmente. Estos son los Hmong, Karen, Lisu, Mien, Akha, Lahu, Lua, Thin y Khamu. Según el Departamento de Bienestar y Desarrollo Social, hay 3.429 aldeas de tribus de montaña con una población total de 923.257 personas. Los pueblos indígenas del sur y noreste no están incluidos.

Los conceptos erróneos de que los pueblos indígenas son productores de drogas y representan una amenaza para la seguridad nacional y el medio ambiente históricamente han moldeado las políticas gubernamentales hacia los pueblos indígenas en las tierras altas del norte. A pesar de los acontecimientos positivos en los últimos años, sigue subyaciendo a las actitudes y acciones de los funcionarios del gobierno.

Principales desafíos para los pueblos indígenas de Tailandia

Una gran lucha para los pueblos indígenas de Tailandia es el acaparamiento de tierras por parte del gobierno, como el de Rawai, ubicado en la provincia de Phuket. Rawai es un lugar turístico popular en el sur de Tailandia y también el hogar de Chao Ley, un término colectivo para tres grupos indígenas: el Mogan, Moglen y Urak Lawoi. 

Su población es aproximadamente 13,000 viviendo en las cinco provincias de Phang Nga, Phuket, Krabi, Satun y Ranong a lo largo del área costera de Andaman y el mar. Baron World Trade Co. Ltd reclama la propiedad de más de 5 hectáreas de terreno, incluida la playa pública en el subdistrito de Rawai en el distrito de Muang Phuket, que se superpone con las tierras ancestrales de Chao Ley, que las han utilizado para celebrar ceremonias sagradas durante generaciones .

La situación degeneró en violencia en 2016 cuando la compañía contrató a un grupo de hombres jóvenes para evitar que los aldeanos ingresaran al área. Los jóvenes destruyeron las cabañas y el equipo de pesca de Chao Ley, y alrededor de 30 Chao Ley resultaron heridos en el encuentro violento y 10 heridos de gravedad.

El gobierno aprobó un plan maestro para resolver los problemas de la deforestación, y eso incluye la supresión y arresto de personas que se encuentran invadiendo o destruyendo tierras forestales. Esas operaciones plantean graves preocupaciones a los pueblos indígenas, ya que no han hecho una distinción explícita entre los intrusos ilegales y las comunidades indígenas que han vivido durante mucho tiempo en esas zonas.

El Mundo Indígena 2025: Tailandia

Los Pueblos Indígenas de Tailandia viven principalmente en tres regiones geográficas del país: las comunidades indígenas de pescadores (los chao ley) y pequeñas poblaciones de cazadores-recolectores, en el sur (los mani); pequeños grupos en la meseta de Korat del noreste y el este; y los numerosos pueblos de las tierras altas del norte y el noroeste (antes conocidos con el término despectivo de “chao-khao” o “tribus de las montañas”). Nueve de las llamadas “tribus de las montañas” tienen reconocimiento oficial: los hmong, karen, lisu, mien, akha, lahu, lua, thin y khamu.[1]

 Se estima que la población indígena de Tailandia ronda los 6,1 millones de personas, es decir, el 9,68 % de la población total.[2] Según los datos de 2002 del Departamento de Bienestar y Desarrollo Social, la población total reconocida oficialmente asciende a 925.825 personas, distribuidas en 20 provincias del norte y el oeste del país. Aún no se dispone de cifras sobre los grupos indígenas del sur y el noreste. Cuando se trazaron las fronteras nacionales en el sudeste asiático durante la época colonial y tras la descolonización, muchos Pueblos Indígenas que vivían en tierras altas y bosques remotos quedaron divididos. Por ejemplo, hay presencia de lua y karen en Tailandia y Myanmar, así como de akha en Laos, Myanmar, el suroeste de China y Tailandia.

Tailandia está suscrita al Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD), la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CAT), la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). Por otro lado, votó a favor de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, pero no reconoce oficialmente la existencia de estos pueblos en el país. El artículo 70 de la Constitución de 2016 hace referencia a los “grupos étnicos”.

En 2010, el Gobierno tailandés aprobó dos resoluciones del Gabinete para restablecer los medios de subsistencia tradicionales de los chao ley[3] y los karen, el 2 de junio y el 3 de agosto, respectivamente.


Este artículo es parte de la 39ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra la activista indígena Funa-ay Claver, del pueblo Bontok Igorot, junto a jóvenes indígenas activistas y otras personas protestan contra las leyes represivas y las violaciones de derechos humanos perpetradas por las acciones y proyectos del Gobierno de Filipinas y otros actores contra los Pueblos Indígenas. La protesta tuvo lugar durante el discurso nacional del Presidente Marcos Jr., el 22 de julio de 2024, en Quezon City, Filipinas. Fotografiada por Katribu Kalipunan ng Katutubong Mamamayan ng Pilipinas, es la portada del Mundo Indígena 2025 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2025 completo aquí.


Situación de los niños, niñas y jóvenes indígenas[4]

En la 4.º Asamblea de Niños y Jóvenes Indígenas, celebrada del 4 al 7 de mayo de 2024 en Chiang Mai, Tailandia, se expusieron los problemas que han afectado a los niños y jóvenes indígenas durante el último año. Líderes jóvenes de diversas regiones se reunieron para aprender e intercambiar experiencias. Durante el encuentro, los grupos plantearon las problemáticas comunes que los aquejan a todos.

Por un lado, siguen existiendo prejuicios étnicos, como la percepción de que los indígenas destruyen los bosques o son sucios, entre otros. Los principales medios de comunicación siguen tergiversando la imagen de las comunidades indígenas, a veces de forma estereotipada o negativa. Esto afecta su imagen pública, como ocurre con los titulares de prensa que vinculan a los grupos indígenas con el narcotráfico, a pesar de que tales acciones sean obra de algunos individuos y no de toda la comunidad.

Algunos jóvenes aún no han recibido la ciudadanía tailandesa, lo que les impide acceder a derechos básicos, como los préstamos estudiantiles gubernamentales. Muchos de ellos proceden de familias pobres que no pueden costear sus estudios superiores.

Las comunidades donde viven los jóvenes indígenas, a pesar de llevar mucho tiempo asentadas, carecen de derechos territoriales porque están situadas dentro de áreas de conservación declaradas por el Estado, lo que también limita su acceso a los servicios de desarrollo básicos, como carreteras, abastecimiento de agua, electricidad e infraestructuras. Estas restricciones han provocado un aumento de la migración de jóvenes a las zonas urbanas por motivos de educación y empleo.

Como resultado, se enfrentan a la falta de oportunidades para aprender y preservar su propia cultura, y algunos ya no son capaces de hablar su lengua nativa.

Además, tienen que hacer frente a retos específicos, como los embarazos entre adolescentes que aún no están preparados para ser padres/madres.

Los jóvenes han propuesto las siguientes soluciones, las cuales fueron presentadas al Ministro de Cultura el 9 de agosto:

  • Organizar actividades para promover el renacimiento de la cultura indígena y el aprendizaje de las lenguas indígenas entre los niños y los jóvenes.
  • Animar a los jóvenes a formar grupos y desarrollar su potencial mediante la coordinación de apoyo de diversos sectores y la organización de actividades grupales, como asambleas anuales.
  • Promover oportunidades profesionales adecuadas entre los jóvenes.
  • Desarrollar una nueva generación de comunicadores que puedan utilizar las redes sociales para fomentar el aprendizaje y comunicar los problemas y necesidades de los niños, niñas y jóvenes indígenas a la sociedad en general.
  • Apoyar y hacer avanzar los mecanismos del Consejo de los Pueblos Indígenas de Tailandia (CIPT) fomentando la participación de los jóvenes mediante la representación de sus miembros.
  • Ampliar la designación de zonas protegidas culturales y de subsistencia para las comunidades indígenas.
  • Abogar por leyes que protejan los derechos de los Pueblos Indígenas y promuevan su modo de vida.

Avances en la redacción y revisión de la Ley de Protección y Promoción del Modo de Vida de los Grupos Étnicos y los Pueblos Indígenas

A principios de 2024, el Parlamento aceptó en principio cinco proyectos de ley propuestos por la sociedad civil, sectores políticos e instituciones académicas. Se creó una comisión parlamentaria especial para revisar y consolidar el Proyecto de Ley de Protección y Promoción del Modo de Vida de los Grupos Étnicos. Este comité incluye a representantes de todos los sectores (organismos gubernamentales, partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y comunidades indígenas) para garantizar que la ley sea integral y se ajuste a las necesidades de todos los grupos.

El proyecto de ley se presentó para su segunda lectura en la Cámara de Representantes en septiembre de 2024. Sin embargo, fue objeto de varias controversias, principalmente en cuanto a la definición de “Pueblos Indígenas”. La mayoría de los diputados rechazó este término, con el argumento de que podía suponer un riesgo para la seguridad nacional, lo que llevó a su eliminación del proyecto. Otra cuestión importante fue la designación de áreas protegidas culturales y de subsistencia para los Pueblos Indígenas, contempladas en los artículos 27 a 29 de dicho proyecto de ley. Estos artículos proponían una exención de la normativa sobre residencia y uso de los recursos naturales en estas áreas protegidas. Sin embargo, surgió la preocupación de que esto pudiera afectar los recursos naturales y los bosques nacionales, lo que dio lugar a un aplazamiento de la revisión. La próxima lectura está prevista para el 5 de febrero de 2025.

La Presidenta de la comisión parlamentaria especial, la Sra. Piyarat, subrayó:

Este proyecto de ley no pretende conceder privilegios a ningún grupo específico. Su principal objetivo es garantizar el acceso a los derechos fundamentales de las comunidades étnicas e indígenas, que durante mucho tiempo se han enfrentado a limitaciones sistémicas. También pretende fortalecer a los grupos étnicos e indígenas aprovechando su patrimonio cultural único, beneficiando sus medios de subsistencia y fomentando oportunidades de desarrollo económico basado en la cultura en Tailandia.[5]

Real Decreto de Áreas Protegidas (secciones 64 y 121): consolidación y agravamiento de los problemas existentes

El 29 de noviembre de 2024, tras la aprobación del Real Decreto sobre Áreas Protegidas, más de 2000 personas de diversos grupos étnicos e indígenas se congregaron frente al Ayuntamiento de Chiang Mai y la Oficina del Distrito de Mae Rim durante una reunión del Gabinete móvil encabezada por el Primer Ministro Paetongtarn Shinawatra. Con la consigna “Asamblea de Comunidades Forestales”, los manifestantes protestaban contra dos nuevos Reales Decretos.[6]

La protesta tuvo su origen en una resolución del Gabinete del 15 de noviembre de 2024 por la que se aprobaba la emisión de dos Reales Decretos: uno en virtud del artículo 64 de la Ley de Parques Nacionales B.E. 2562 (2019) y otro con arreglo al artículo 121 de la Ley de Conservación y Protección de la Vida Silvestre B.E. 2562 (2019). Se consideró que estos decretos, propuestos por el Ministerio de Recursos Naturales y Medioambiente, violaban y restringían los derechos de las comunidades indígenas a residir y utilizar los recursos forestales esenciales para su subsistencia.

Entre las principales preocupaciones figuran:

  • La limitación de la propiedad de la tierra a un máximo de 20 rai (3,2 hectáreas) por familia, lo que no se ajusta a las necesidades reales de los miembros de la comunidad ni se corresponde con la tierra que utilizan actualmente.
  • La autorización al uso de la tierra solo por 20 años, sin ninguna garantía de que las comunidades puedan seguir posteriormente residiendo en el lugar y cultivando la tierra.
  • La revocación de los derechos territoriales a los miembros de la comunidad que tengan otra propiedad situada fuera de las áreas protegidas designadas.

Las cuatro demandas de los manifestantes:

  1. Detener en todo el país la entrada en vigor de los Reales Decretos en virtud de los artículos 64 y 121 hasta que se revisen las leyes.
  2. Crear un mecanismo de participación, como un comité o grupo de trabajo, para recabar las aportaciones de las comunidades afectadas en cada parque nacional y reserva natural. El Gobierno debe concluir estas consultas en un plazo de 60 días para presentar las enmiendas a ambas leyes.
  3. Revisar la Ley de Parques Nacionales y la Ley de Conservación y Protección de la Vida Silvestre mediante un proceso que incluya a las comunidades afectadas. Los proyectos de enmienda deben presentarse al Gabinete 90 días antes de su tramitación parlamentaria.
  4. Suspender la declaración de 23 nuevos parques nacionales y reservas naturales hasta que finalicen las enmiendas legislativas, a menos que se haya completado el proceso de demarcación, incluido el reconocimiento de las tierras comunitarias y las tierras de cultivo, y todas las partes interesadas hayan llegado a un acuerdo al respecto.

El día de la protesta, el Viceprimer Ministro Prasert Chanthararuangthong se reunió con los manifestantes, firmó un acuerdo en el que reconocía sus cuatro demandas y se comprometió a presentarlas al Gabinete para su consideración.[7]

Este acto pone de relieve los continuos retos a los que se enfrentan las comunidades étnicas e indígenas de Tailandia, cuyos derechos a la vivienda y a la tierra siguen viéndose gravemente afectados por las políticas forestales del Gobierno. La gestión de las áreas de conservación sigue socavando sus derechos económicos, sociales y culturales, en particular la seguridad de la tenencia de la tierra. A pesar de años de lucha, los avances en materia de derechos territoriales indígenas siguen siendo lentos e insuficientes.

Avances en el recurso contra la concesión de minas de carbón en la localidad de Kaberdin, distrito de Omkoi, provincia de Chiang Mai[8]

Desde 2022, los habitantes de Kaberdin, distrito de Omkoi, en Chiang Mai, luchan contra una concesión de explotación de carbón de lignito que amenaza su entorno y modo de vida. La comunidad afectada presentó una demanda ante el Tribunal Administrativo de Chiang Mai en la que solicitaba la revocación del informe de evaluación de impacto ambiental del proyecto. El tribunal concedió una medida cautelar que impide a la empresa utilizar este informe en audiencias públicas mientras dure el proceso judicial.

Sin embargo, a pesar de la orden judicial, la empresa minera ha seguido adelante con el proyecto, lo que ha provocado conflictos y divisiones en la comunidad. Las denuncias indican que la empresa ha presionado a los dirigentes locales para disuadirlos de oponerse, ha difundido información engañosa para ganarse el apoyo de la comunidad, ha ofrecido incentivos económicos a los líderes de las aldeas y ha prometido estipendios mensuales a los lugareños dispuestos a colaborar con el proyecto.

Resistencia comunitaria y acciones legales

En 2024, la comunidad de Kaberdin intensificó su resistencia en muchos frentes: colaboró con redes de la sociedad civil para realizar campañas de concientización pública, capacitó a líderes comunitarios y jóvenes para fortalecer su labor de defensa, visitó comunidades afectadas en otras regiones para aprender de sus experiencias de resistencia a numerosos proyectos de infraestructura y se unió a una coalición nacional, la Red de Pueblos por la Justicia Minera, para impulsar reformas políticas.

En septiembre de 2024, la coalición presentó una demanda ante el Tribunal Supremo Administrativo en la que exigía la revocación del Segundo Plan Maestro de Gestión de Minerales de Tailandia sobre la base de que se había elaborado sin participación pública. También solicitaron un nuevo proceso de zonificación de minerales para garantizar que las concesiones mineras no perjudiquen a las comunidades locales.

Además, el 7 de diciembre de 2024, la comunidad de Kaberdin conmemoró el 5.º aniversario de su movimiento contra la minería con un evento en el que se celebraron debates científicos y jurídicos sobre las implicaciones medioambientales y legales de la minería del carbón, además de análisis de casos internacionales sobre protección medioambiental y derechos indígenas.

En el evento, la comunidad presentó tres demandas clave:

  1. Acelerar el proceso judicial para revocar el informe de evaluación de impacto ambiental.
  2. Quitar a Kaberdin del Plan Maestro de Gestión de Minerales para impedir futuros proyectos mineros.
  3. Reconocer los derechos de la comunidad a gestionar la tierra y los recursos naturales de forma independiente.

La lucha en curso en Kaberdin refleja la pugna más amplia de las comunidades indígenas y étnicas de Tailandia por defender sus tierras, su entorno y su patrimonio cultural frente a los proyectos de desarrollo respaldados por el Estado. Su activismo destaca la necesidad urgente de una toma de decisiones inclusiva y de políticas que protejan realmente tanto a las personas como a la naturaleza.

Kittisak Rattanakrajangsri pertenece al pueblo Mien del norte de Tailandia y trabaja con comunidades y organizaciones indígenas desde 1989. Actualmente, es Director Ejecutivo de la Fundación de los Pueblos Indígenas para la Educación y el Medioambiente (IPF), con sede en Chiang Mai, Tailandia.

 

Este artículo es parte de la 39ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra la activista indígena Funa-ay Claver, del pueblo Bontok Igorot, junto a jóvenes indígenas activistas y otras personas protestan contra las leyes represivas y las violaciones de derechos humanos perpetradas por las acciones y proyectos del Gobierno de Filipinas y otros actores contra los Pueblos Indígenas. La protesta tuvo lugar durante el discurso nacional del Presidente Marcos Jr., el 22 de julio de 2024, en Quezon City, Filipinas. Fotografiada por Katribu Kalipunan ng Katutubong Mamamayan ng Pilipinas, es la portada del Mundo Indígena 2025 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2025 completo aquí.

 

Notas y referencias

[1] En ocasiones, se mencionan diez grupos, ya que los palaung también figuran en algunos documentos oficiales. El Directorio de Comunidades Étnicas de 2002 del Departamento de Bienestar y Desarrollo Social en 20 provincias del norte y el oeste también incluye a los mlabri y los padong.

[2] Ministerio de Desarrollo Social y Seguridad Humana. Master Plan for Ethnic Groups Development in Thailand 2015-2017 (Plan Maestro para el Desarrollo de los Grupos Étnicos en Tailandia 2015-2017).  https://readgur.com/doc/2075846/%E0%B9%81%E0%B8%9C%E0%B8%99%E0%B9%81%E0%B8%A1%E0%B9%88%E0%B8%9A%E0%B8%97-%E0%B8%81%E0%B8%B2%E0%B8%A3%E0%B8%9E%E0%B8%B1%E0%B8%92%E0%B8%99%E0%B8%B2%E0%B8%81%E0%B8%A5%E0%B8%B8%E0%B9%88%E0%B8%A1%E0%B8%8A%E0%B8%B2%E0%B8%95%E0%B8%B4%E0%B8%9E%E0%B8%B1%E0%B8%99%E0%B8%98%E0%B8%B8%E0%B9%8C%E0%B9%83%E0%B8%99%E0%B8%9B%E0%B8%A3%E0%B8%B0%E0%B9%80%E0%B8%97%E0%B8%A8%E0%B9%84%E0%B8%97%E0%B8%A2

[3] Conformados por moken, moklen y urak-rawoy.

[4] Informe de la Red de Jóvenes Indígenas Ton-Kla (TKN) en Tailandia, del 4 al 7 de mayo de 2024, Chiang Mai, Tailandia.

[5] “Have rights, honor, pressure, GDP of the country, ethnic laws in the hands of Pheu Thai” (Tener los derechos, el honor, la presión, el PIB del país, las leyes étnicas en manos de Pheu Thai). Thairath.  https://www.thairath.co.th/news/local/2837562?fbclid=IwY2xjawH9vTJleHRuA2FlbQIxMQABHZr_i0ZV7hLKzQH6JAl2IAzE4wHmnVq4aih2p8OvuOA4h95Efp7oEWwrdg_aem_OeY6Gl-26E2dguCYVQ6r2Q

[6] “The mob of the forest dwellers stormed the Chiang Mai City Hall to receive the mobile cabinet meeting, set up camp and submitted 4 points to solve the problem of land rights” (La turba de los pobladores de los bosques irrumpió en el Ayuntamiento de Chiang Mai para esperar la reunión del Gabinete móvil, acampó en el lugar y presentó cuatro puntos para resolver el problema de los derechos territoriales). MGR Online, 29 de noviembre de 2024. https://mgronline.com/local/detail/9670000114842

[7] “Cabinet approves secondary law on conservation forests: granting rights or violating people living with forests?” (El Gabinete aprueba la ley secundaria sobre bosques de conservación: ¿otorgar derechos o vulnerar a las personas que viven en los bosques?). The Active, 12 de noviembre de 2024. https://theactive.thaipbs.or.th/news/lawrights-20241112

[8] Página de Facebook de la comunidad de Kaberdin. https://www.facebook.com/KaberdinWonderland/

El Mundo Indígena 2023: Tailandia

Los pueblos indígenas de Tailandia viven en su mayoría en tres áreas geográficas del país: las comunidades de pescadores indígenas (los chao ley) y las pequeñas poblaciones de cazadores-recolectores del sur (los mani); los pequeños grupos de la meseta de Korat del noreste y el este; y los numerosos pueblos de las tierras altas del norte y noroeste (anteriormente conocidos con el término despectivo de “chao-khao,” o “tribus de las colinas”). Se reconocen oficialmente nueve de las llamadas “tribus de las colinas”: los hmong, karen, lisu, mien, akha, lahu, lua, thin y khamu.[1]

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El Mundo Indígena 2021: Tailandia

Los pueblos indígenas de Tailandia viven principalmente en tres regiones geográficas del país: las comunidades de pescadores indígenas (los Chao Ley) y las pequeñas poblaciones de cazadores-recolectores del sur (los Mani); los pequeños grupos de la meseta de Korat del noreste y el este; y los numerosos pueblos de las tierras altas del norte y noroeste (conocidos con el término despectivo de Chao-Khao). Se reconocen oficialmente nueve de las llamadas “tribus de las colinas”: los Hmong, los Karen, los Lisu, los Mien, los Akha, los Lahu, los Lua, los Thin y los Khamu.[1]

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El Mundo Indígena 2024: Tailandia

Los pueblos indígenas de Tailandia viven en su mayoría en tres áreas geográficas del país: las comunidades de pescadores indígenas (los chao ley) y las pequeñas poblaciones de cazadores-recolectores del sur (los mani); los pequeños grupos de la meseta de Korat del noreste y el este; y los numerosos pueblos de las tierras altas del norte y noroeste (anteriormente conocidos con el término despectivo “chao-khao” o “tribus de las colinas”). Se reconocen oficialmente nueve de las llamadas “tribus de las colinas”: los hmong, karen, lisu, mien, akha, lahu, lua, thin y khamu[1].

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El Mundo Indígena 2022: Tailandia

Los pueblos indígenas de Tailandia viven principalmente en tres regiones geográficas del país: las comunidades de pescadores indígenas (los chao ley) y las pequeñas poblaciones de cazadores-recolectores del sur (los mani); los pequeños grupos de la meseta de Korat del noreste y el este; y los numerosos pueblos de las tierras altas del norte y noroeste (conocidos anteriormente con el término despectivo de “chao-khao,” o “tribus de las colinas”). Se reconocen oficialmente nueve de las llamadas “tribus de las colinas”: los hmong, karen, lisu, mien, akha, lahu, lua, thin y khamu[1].

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El Mundo Indígena 2020: Tailandia

Los pueblos indígenas de Tailandia viven principalmente en tres regiones geográficas del país: comunidades indígenas pesqueras (los Chao Ley) y pequeños pueblos de cazadores-recolectores en el sur (los Mani); pequeños grupos en la meseta de Korat en el noreste y este; y los diferentes pueblos de las zonas montañosas en el norte y noroeste del país (conocidos por el término peyorativo de chao-khao). Nueve de las denominadas “tribus de las montañas” cuentan con reconocimiento oficial: los Hmong, Karen, Lisu, Mien, Akha, Lahu, Lua, Thin y Khamu.1

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