El Mundo Indígena 2024: El Fondo Verde del Clima (FVC)
El Fondo Verde del Clima (FVC) es el fondo del clima más grande del mundo y fue creado para asistir a los países en vías de desarrollo con el propósito de que alcancen sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y de motivar una modalidad de desarrollo resiliente al clima y con baja producción de emisiones de dióxido de carbono[1]. El FVC fue creado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 2012 y se encuentra operativo desde 2015. Su finalidad principal es brindar apoyo para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento promedio de la temperatura mundial en 1,5 °C.
En este sentido, el FVC puede aceptar contribuciones económicas –denominadas financiamiento climático– por parte de los llamados países desarrollados (o países del Anexo 1 de la CMNUCC), así como por medio de fuentes públicas, no públicas y alternas[2]. Para la toma de decisiones claves, el Fondo tiene una Junta Directiva integrada por 12 miembros que forman parte del listado de países del Anexo 1 de la CMNUCC y otros 12 de países que no se encuentran en el listado. También tiene dos Observadores Activos (OA) que pueden participar en las reuniones de la Junta, dos representantes de organizaciones acreditadas de la sociedad civil, uno que proviene de algún país del Anexo 1 y otro que no; y dos representantes de organizaciones acreditadas del sector privado (OSP), uno que esté incluido en el listado del Anexo 1 y otro que no lo esté. El plazo del cargo de los observadores es de dos años por un máximo de dos períodos.
El FVC aún no reconoce a los pueblos indígenas como una categoría propia de observadores a pesar de ser una práctica establecida de la CMNUCC. Sin embargo, el FVC tiene un Grupo Asesor de los Pueblos Indígenas (IPAG) que se puso en funcionamiento en 2022, y una política sobre pueblos indígenas independiente. Los OA de la sociedad civil representan a la Red de Organizaciones de la Sociedad Civil, Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (Red CSO), una coalición de organizaciones observadoras sin fines de lucro y organizaciones de pueblos indígenas. Además de involucrarse en la red CSO, los pueblos indígenas y sus aliados formaron el Equipo de Incidencia de los Pueblos Indígenas (IPAT).
En cuanto al aspecto económico, luego de una rápida fase de inicio institucional, la Movilización Inicial de Recursos (IRM) del Fondo realizada en 2014 recaudó 10,3 mil millones de USD en contribuciones prometidas. De este total, 8,3 mil millones de USD fueron confirmados en carácter de contribuciones incondicionales y, luego del ajuste de la tasa de cambio, se obtuvieron 7,2 mil millones de USD durante el período de IRM. En la 21.a Reunión de la Junta Directiva llevada a cabo en octubre de 2018, el FVC emprendió su primer proceso de reposición de fondos que se conoció con el nombre de FVC-1. Se recaudaron 10 mil millones de USD en contribuciones prometidas, de las cuales se recibieron un equivalente a 9,9 mil millones de USD durante el período del FVC-1. Más adelante, en la 33.a Reunión de la Junta Directiva celebrada en julio de 2022, se lanzó la segunda reposición (FVC-2) para el período 2024-2027. La primera reunión de consultas sobre esta segunda reposición de fondos (FVC-2) se llevó a cabo en diciembre de 2022, y la siguiente en abril de 2023.
Perspectiva general
Al 31 de diciembre de 2023, el FVC ha aprobado un total de 243 proyectos y los compromisos de inversión previstos alcanzan los 13,5 mil millones de USD (los montos comprometidos hacen referencia al monto asignado a los proyectos aprobados por la Junta Directiva del FVC). De ese total, el Fondo está utilizando 10,9 mil millones de USD. Los proyectos se implementan una vez que entra en vigencia el Acuerdo de Actividad Financiada con la Entidad Acreditada (AE). El FVC ya ha desembolsado 4 mil millones de USD y estima que estos proyectos ayudarán a que mil millones de personas mejoren su resiliencia al clima. Asimismo, se contribuirá a prevenir la emisión equivalente a 3 mil millones de toneladas de CO2.[3] En cuanto a la escala de los proyectos, los de micro y pequeña escala constituyen menos de la mitad (11 % y 34 %) de la cartera, mientras que los de mediana y gran escala representan el 36 % y el 19 %, respectivamente. Las cifras del FVC muestran que el número de proyectos a gran escala continúan incrementándose. La cartera de proyectos a gran escala aumentó en un 1 % en sólo un año (de 2022 a 2023). El tamaño de un proyecto es importante debido a que los más grandes tienen un mayor riesgo de causar un impacto negativo en la naturaleza y los pueblos. En cuanto a los instrumentos financieros, el monto de inversión del proyecto se conforma por: 41 % de donaciones, 40 % de préstamos, 12 % de capital, 4 % de pagos según los resultados, y 3 % de garantías[4]. El número de préstamos es alto comparado con otros tipos de instrumentos de inversión.
A diferencia del 2022, la inversión en becas de FVC ha disminuido en un 1 % y en capital ha aumentado en un 3 % dentro de la cartera del proyecto. Estas cifras nos hacen preguntarnos si la financiación climática fluye conforme al artículo 9 del Acuerdo de París o, en particular, al artículo 9.4, que establece que la financiación para el clima debe ser a título de donación según el Principio de las Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas[5]. En oposición al artículo 9.4, la inversión basada en préstamos continúa manteniendo una importancia significativa en la cartera del FVC.
En cuanto a los resultados, se está invirtiendo un monto importante en “el sustento de los pueblos y las comunidades” –aunque no hay datos disponibles que muestren cómo es que esto incluye los modos de vida favorables en la lucha contra el cambio climático–, también en “salud, alimentación y seguridad hídrica”, en “ecosistemas y servicios para el ecosistema”, en “generación y acceso a la energía” y en “uso del bosque y de la tierra”. Los pueblos indígenas de todo el mundo han tenido malas experiencias respecto de las intervenciones en el uso del bosque y de la tierra, así como también con la generación de energía. De las ocho áreas de resultado del FVC, la inversión más baja la recibe el “transporte” y la “construcción, las ciudades, las industrias y los dispositivos”. En cuanto a los temas de inversión, el 54 % apunta a la adaptación y el 46 % a la mitigación en términos de donaciones. En términos nominales, sin embargo, la adaptación constituye el 44 % y la mitigación el 56 % de la cartera. En términos de la modalidad de acceso, se accede al 77 % de los fondos a través de Entidades Acreditadas (AE) internacionales, al 13 % a través de Entidades de Acceso Directo (DAE), y al 10 % mediante DAE regionales.
En suma, estas cifras muestran cómo el FVC enfatiza el impacto del proyecto según términos cuantificables de toneladas equivalentes de CO2 mitigadas y el número de personas trabajando en su resiliencia en general. No obstante, es igualmente importante tener información sobre el impacto social, cultural, económico y ecológico del proyecto, así como sobre el bienestar global de las comunidades y de los pueblos indígenas.
Breve resumen de la segunda reposición
Luego del lanzamiento y las consultas realizadas en 2022, el FVC organizó un Conferencia de Alto Nivel sobre Compromiso de Inversión para su segunda reposición (FVC-2) en octubre de 2023. En diciembre, el FVC-2 ya había recibido 12,8 mil millones de compromisos de inversión para el período 2024-2027. Desde un primer momento, al aumentar los compromisos y con la creciente cartera de proyectos, surgieron numerosas e importantes preguntas. Por ejemplo, ¿cómo pueden los pueblos indígenas acceder ellos mismos directamente a la financiación del FVC con el propósito de utilizar dichos fondos de forma autodeterminada? Desde una perspectiva de cambio de paradigma, ¿cómo puede el número creciente de proyectos del Fondo apoyar y promover las contribuciones de los pueblos indígenas a la acción climática reconociendo la relación especial de los pueblos con la naturaleza, y su contribución para mantener el ambiente natural seguro? Desde el punto de vista del control nacional, ¿cómo puede asegurarse que los proyectos del FVC no sean simplemente manejados por los gobiernos, sino que también pertenezcan y sean dirigidos por los pueblos indígenas cuando el proyecto fuera a ser implementado en su territorio o cuando fuera a afectar asuntos relativos a ellos? ¿Cómo es que los gobiernos y las AE identifican las necesidades? ¿Esas necesidades se basan en la cultura, los valores, los puntos de vista y la real necesidad de las comunidades indígenas? Estos aspectos necesitan mayor atención y esclarecimiento dentro del FVC también. El Plan Estratégico del Fondo 2024-2027 ha tomado varios de estos elementos. Esto podría ser un punto de partida hacia el progreso para que el FVC se convierta en un verdadero vehículo hacia un cambio de paradigma.
Plan Estratégico 2024-2027 desde la perspectiva indígena
El FVC adoptó el Plan Estratégico para el período 2024-2027 en su 36.a Reunión de la Junta Directiva en julio de 2023. Este Plan Estratégico establece la visión estratégica a largo plazo de la Junta para el Fondo, así como sus propósitos y objetivos de cartera, y sus prioridades operacionales para el período de programación específico. De la misma manera, este plan contiene las directivas de programación más importantes y las prioridades operacionales e institucionales para el período FVC-2[6]. En mayo de 2022, en la 32.a Reunión de la Junta Directiva, se decidió lanzar un proceso de consulta para informar la revisión y actualización del Plan Estratégico 2024-2027. Como respuesta a este pedido, el Grupo Asesor de los Pueblos Indígenas (IPAG) presentó sus aportes y resaltó, entre otros, los siguientes puntos clave:
- Reconocimiento de las diferentes necesidades de los pueblos indígenas.
- Participación efectiva de los pueblos indígenas y reconocimiento de su saber en la acción climática, como se subraya en el Sexto Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC AR6).
- Reconocimiento del saber de los pueblos indígenas sobre la adaptación según el artículo 7.5 del Acuerdo de París y el apoyo para los beneficios no relacionados con el carbono en la mitigación, tal como lo menciona el artículo 5.2 del mismo acuerdo.
- Acceso directo de los pueblos indígenas a la financiación del FVC.
- Control efectivo de la implementación de las salvaguardas.
- Datos desglosados sobre los pueblos indígenas.
- Participación de los pueblos indígenas en las actividades de preparación.
- Foco en iniciativas pequeñas y propulsadas localmente.
- Cumplimiento del Plan Estratégico de los artículos relevantes del Acuerdo de París de manera holística e integrada.
- Rol significativo de la financiación pública como lo menciona el artículo 9.3 del Acuerdo de París.
- Importancia de movilizar la financiación para el clima basada en donaciones conforme al artículo 9.4 del Acuerdo de París.
El Plan Estratégico 2024-2027, dentro de su visión estratégica a largo plazo, afirma que
(...) el FVC hace especial foco en el apoyo de los países en desarrollo, así como en sus comunidades y sus pueblos, ya que son los más vulnerables a los efectos adversos del cambio climático. Se esfuerza por lograr una acción climática inclusiva alineada con la Política Ambiental y Social Actualizada, e integra a las comunidades locales, a los pueblos indígenas, a las mujeres y niñas, y a las personas con discapacidad como agentes de cambio [7]
De la misma forma, en la sección sobre las direcciones de programación estratégica, el plan establece prioridades de programación para 2024-2027 y entonces:
(…) busca replicar enfoques innovadores e inclusivos, como las incubadoras y los aceleradores de tecnología climática, soluciones basadas en conocimiento local, tradicional e indígena, y el capital semilla; y expandir el acceso a la financiación verde, que incluya apoyar los bonos verdes y los bonos islámicos (sukuks).
En el contexto de apoyar cambios de paradigma dentro de los sectores de mitigación y adaptación, establece que:
(…) perseguirá la colaboración con el Grupo Asesor de los Pueblos Indígenas (IPAG) y con otras partes interesadas como las comunidades locales, las mujeres, los jóvenes, la sociedad civil y las organizaciones para personas con discapacidades para examinar dónde existe potencial para la innovación inclusiva basada en saberes y prácticas tradicionales, locales e indígenas, entre otras, para identificar oportunidades y, así, obtener y combinar una cartera de soluciones dirigidas localmente.
Además, al abordar las necesidades de adaptación y resiliencia urgentes e inmediatas, manifiesta que:
(…) seleccionará recursos de fácil acceso sobre el riesgo climático, evaluaciones de impacto y vulnerabilidad para apoyar la planificación y el origen: trabajar con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), IPAG y otros expertos globales para obtener la mejor información climática disponible, así como los saberes y prácticas tradicionales, locales e indígenas.
En la misma sección, también menciona la expansión significativa del despliegue de la modalidad de Acceso Directo Mejorado y otros enfoques de financiamiento descentralizado para permitir un acceso mucho más rápido a la financiación de acciones de adaptación dirigidas localmente dando participación a las comunidades afectadas, a la sociedad civil y a los pueblos indígenas en el cumplimiento de la satisfacción de las necesidades de los beneficiarios del último tramo.
En el contexto del sector privado para la promoción de la innovación y el impulso de la financiación verde, menciona el lanzamiento de pedidos de propuestas a través de las cuales el FVC intentará identificar socios e ideas de proyectos prometedores respecto de incubadoras y aceleradores de soluciones climáticas, así como aceleradores de innovación inclusiva basada, especialmente, en el conocimiento y las prácticas locales, tradicionales e indígenas. Además, incluye la mejora de la participación del sector privado capaz de lograr programación innovadora a través de la implementación completa del Enfoque de Evaluación de Proyecto Específico (PSAA). En las prioridades institucionales para la consolidación de la capacidad de cumplimiento, enfatiza sus políticas y salvaguardas, donde menciona la continuidad del avance de las buenas prácticas sobre salvaguardas ambientales y sociales y sobre asuntos relativos a los pueblos indígenas, comunidades locales, género, integridad y la divulgación de información. El propósito es no sólo incluir medidas de “no hacer daño”, sino también mejorar los resultados. Asimismo, en la sección de los resultados, conocimiento y aprendizaje, prevé establecer foros más estructurados para la participación de partes interesadas y para la obtención de comentarios, bucles de aprendizaje y asesoramiento de expertos. De igual manera, busca adoptar enfoques participativos para valerse de la percepción de las comunidades afectadas, los pueblos indígenas, la sociedad civil, las mujeres, los jóvenes y la academia.
Mecanismo de Reparación Independiente
En 2023, el Mecanismo de Reparación Independiente (IRM) realizó el seguimiento de reclamos recibidos sobre el Proyecto FP146 – “BIO-CLIMA: Acción climática integrada para reducir la deforestación y fortalecer la resiliencia en las Reservas de la Biósfera BOSAWÁS y Río San Juan” en Nicaragua. El proyecto fue aprobado en 2020, pero aún no ha sido implementado. Busca reducir la deforestación en las Reservas de la Biósfera Bosawás y Río San Juan que han sido designadas por la UNESCO en la Región Caribe de Nicaragua. El reclamo al IRM documentaba repetidos ataques contra los pueblos indígenas, que provocaron la muerte, el secuestro o la violación de decenas de personas en los últimos años. Además, existe la creciente preocupación de que la implementación de este proyecto pueda alimentar más la violencia. En consecuencia, a través de una decisión nunca antes tomada, la Junta Directiva del FVC suspendió el proyecto en julio de 2023.
De cara al futuro
Hacia finales de 2022, IWGIA, el Forest Peoples Programme (FPP), el Centro Internacional de los Pueblos Indígenas para la Investigación de Políticas y la Educación (Fundación Tebtebba), el Centro para la Autonomía y Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CADPI), la Federación de Nacionalidades Indígenas de Nepal (NEFIN, por sus siglas en inglés) y el Foro de Organizaciones No Gubernamentales Indígenas Pastoralistas (Foro PINGO) redactaron y presentaron amplios aportes al borrador de Medidas de Salvaguarda Ambientales y Sociales (ESS) del FVC. Desafortunadamente, estas medidas no fueron debatidas por la Junta Directiva en 2023, pero esperamos que se haga en 2024. Es crucial para los pueblos indígenas continuar supervisando los proyectos del FVC, ya que muchos de ellos están poniendo una presión creciente en la tierra y los recursos de los pueblos y, paradójicamente, no abordan algunas de causas fundamentales de la crisis climática, como la sobreproducción y el consumo.
La participación consistente de los pueblos indígenas en el FVC es crucial para poner en marcha la Política de los Pueblos Indígenas[8] y el Plan Estratégico del Fondo. En general, como en años anteriores, las voces de los pueblos y su defensa en el FVC continúan siendo fundamentales. Mantener los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas en el centro de la financiación climática es clave para el bienestar, la integridad y la supervivencia de los pueblos y sus comunidades, así como la posibilidad de mantener los objetivos del Acuerdo de París al alcance de la mano.
Tunga Bhadra Rai pertenece al pueblo indígena Rai de Nepal. Es un investigador y antropólogo indígena que actualmente trabaja como director del Programa de Colaboración para el Cambio Climático de la Federación de Nacionalidades Indígenas de Nepal (NEFIN). Se involucra en temas que hacen a la incidencia del clima en la CMNUCC, el FVC y otros foros nacionales e internacionales. Tunga Bhadra Rai ha publicado artículos sobre los pueblos indígenas. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Este artículo es parte de la 38ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra a un indígena cosechando quinoa en Sunimarka, Perú. Fotografiada por Pablo Lasansky, es la portada del Mundo Indígena 2024 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2024 completo aquí.
Notas y referencias
[1] Fondo Verde del Clima. “Overview. About GCF”. https://www.greenclimate.fund/about
[2] Fondo Verde del Clima. Governing Instrument of the Green Climate Found. Consultado el 4 de enero de 2024 https://www.greenclimate.fund/sites/default/files/document/governing-instrument.pdf
[3] Fondo Verde del Clima. “Projects and Programs” https://www.greenclimate.fund/project/dashboard
[4] Ibíd.
[5] Naciones Unidas. Acuerdo de París. 2015. https://unfccc.int/sites/default/files/english_paris_agreement.pdf
[6] Fondo Verde del Clima. Strategic Plan for the Green Climate Fund 2024-2027. Consultado el 12 de enero de 2024. https://www.greenclimate.fund/site/default/files/document/strategic-plan-gcf-2024-2027.pdf
[7] Ibíd.
[8] Fondo Verde del Clima. “Indigenous Peoples Policy.” https://www.greenclimate.fund/site/default/files/document/ip-policy.pdf
Etiquetas: Gobernanza Global, Clima, Derechos Territoriales, Procesos internacionales