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El Mundo Indígena 2020: Soberanía de datos indígenas

Los pueblos indígenas han sido siempre “excelentes custodios de datos”. Nuestras ancestrales tradiciones han registrado y protegido información y conocimientos a través del arte, esculturas, canciones, cánticos y otras prácticas. Lamentablemente, la colonización se caracterizó por un afán deliberado de eliminar estos sistemas de conocimientos, junto con prácticas impuestas por los Estados de cuantificar y clasificar a las poblaciones indígenas. Como resultado, los pueblos indígenas normalmente se encuentran ante graves carencias de información al tratar de acceder a datos de gran calidad y culturalmente relevantes para alcanzar sus objetivos, pero sí con abundancia de datos que reflejan y sirven a los intereses gubernamentales sobre los pueblos indígenas y sus tierras.

El concepto de soberanía de los datos indígenas (Indigenous data Sovereignty, ID-SOV) es relativamente reciente pues la primera publicación importante sobre el tema apareció tan solo en 2016.1 La soberanía de los datos indígenas se define como el derecho de los pueblos indígenas a tener la propiedad, controlar, acceder y poseer datos que proceden de ellos y que se refieren a sus miembros, sistemas de conocimientos, costumbres o territorios2,3,4. La soberanía de los datos indígenas está respaldada por los derechos inherentes de los pueblos indígenas de libre determinación y gobernanza sobre sus pueblos, territorios y recursos, tal y como se estipula en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI), así como también en tratados nacionales. La soberanía de los datos indígenas reconoce que los datos son un recurso estratégico y proporciona un marco para el uso ético de dicha información con el fin de avanzar en el bienestar y la libre determinación del colectivo indígena5,6. En la práctica, la soberanía de los datos indígenas significa que los pueblos indígenas han de ser los encargados de tomar las decisiones sobre cómo se utilizan sus datos.

Puesto que la mayoría de los datos indígenas no están en posesión de los pueblos indígenas, la soberanía de los datos indígenas se considera un instrumento impulsor fundamental para abordar esta cuestión. La soberanía de los datos indígenas emplea valores, derechos e intereses de los pueblos indígenas para guiar la toma de decisiones sobre cómo se recopilan, consultan, almacenan y utilizan7 sus datos. Aplicar la soberanía de los datos indígenas da como resultado el control indígena de sus datos a través de políticas y prácticas internas de gobernanza de datos de las comunidades indígenas y administración externa de datos indígenas mediante mecanismos y marcos que reflejan valores indígenas.

Taller de Oñati y presentación de la Alianza Global de Soberanía de los Datos Indígenas (Global Indigenous Data Alliance)

En julio de 2019 se celebró un taller sobre el derecho internacional, la soberanía de los datos indígenas (ID-SOV) y la DNUDPI en el Instituto Internacional de Sociología Jurídica de Oñati (España). El objetivo era promover un foro para que académicos y practicantes de la soberanía de los datos indígenas avancen en el desarrollo de los principios legales inherentes a los derechos individuales y colectivos indígenas sobre sus datos en el contexto de la DNUDPI. El taller reunió a participantes de siete Estados e incluyó presentaciones de Maiam nayri Wingara Collective (Australia), la red de soberanía de los datos indígenas Te Mana Raraunga Maori Data Sovereignty Network (Aotearoa Nueva Zelanda); y la red de soberanía de los datos indígenas United States Indigenous Data Sovereignty Network (Estados Unidos). El comunicado final de Oñati8 destacó tres puntos principales:

  • La DNUDPI provee una base necesaria pero insuficiente para la efectiva realización de los derechos e intereses de los Pueblos Indígenas con relación a sus datos. Los Pueblos Indígenas también requieren enfoques legales y regulatorios diseñados por ellos mismos con base en los principios de ID-SOV.
  • Mientras que las redes nacionales de ID-SOV se encuentran bien establecidas para responder y progresar en la Soberanía de Datos Indígenas para sus comunidades y su gente, una alianza global es necesaria para la promoción y avance de una visión común con relación a la ID-SOV.
  • El enfoque internacional en cuanto a la protección de datos personales y derechos de privacidad es inadecuada para los Pueblos Indígenas. Existe una urgente necesidad de desarrollar e implementar leyes, regulaciones y estándares relacionados con la privacidad colectiva de los Pueblos Indígenas.

Uno de los principales resultados del taller fue la constitución de la Alianza Global de Soberanía de los Datos Indígenas (Global Indigenous Data Alliance, GIDA). GIDA9 tiene como finalidad proporcionar un enfoque visible y colectivo para desarrollar más en profundidad el marco y las pautas directrices de la soberanía de los datos indígenas y difundir su implementación a nivel internacional, incluyendo mediante la alianza constructiva de relaciones estratégicas con órganos y mecanismos mundiales. El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad ha reconocido la soberanía de los datos indígenas en documentos importantes de las Naciones Unidas10 y el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas siempre ha manifestado su interés en el desglose de datos indígenas para fines de libre determinación y desarrollo. Como una “red de redes”, GIDA está también situada en una posición óptima para dar a conocer las mejores prácticas relativas a marcos, herramientas y procesos de soberanía de los datos indígenas. Asimismo, GIDA es el administrador encargado de los Principios CARE en la gobernanza de los datos indígenas que se detallan a continuación.

Principios CARE para gobernanza de los datos indígenas

Una preocupación principal de las redes de soberanía de los datos indígenas es la falta de protección otorgada a los pueblos indígenas en los ámbitos de datos abiertos y ciencia pública. Los Principios FAIR (encontrables, accesibles, interoperables, reutilizables) se utilizan ampliamente y son solo un ejemplo del creciente auge por fomentar la compartición de datos entre investigadores y entidades.11 Este énfasis en un superior intercambio de datos genera tensión en los pueblos indígenas que desean mayor poder de decisión sobre cómo se protegen, comparten y usan sus datos.

Los Principios CARE aplicados a la soberanía de los datos indígenas definen un marco diseñado para operar junto con los Principios FAIR que insta a recopiladores y usuarios de datos a implicarse con las cosmovisiones de los pueblos indígenas y las perspectivas de la soberanía de los datos indígenas al considerar el uso adecuado de los datos.12 Los cuatro principios fundamentales que componen CARE son:

Beneficio colectivo: Los entornos de datos deberán estar diseñados y funcionar de tal modo que permitan a los pueblos indígenas beneficiarse de los datos.

Autoridad de control: Los derechos e intereses de los pueblos indígenas sobre los datos indígenas deben ser reconocidos y su autoridad para controlar dichos datos ha de empoderarse.

Responsabilidad: Aquellas personas que trabajan con datos indígenas tienen la responsabilidad de dar a conocer cómo se utilizan esos datos para respaldar la libre determinación y el beneficio colectivo de los pueblos indígenas. La rendición de cuentas exige evidencia sustancial y abiertamente disponible de dichas actividades y de los beneficios que pudieran conferirse a los pueblos indígenas.

Ética: Los derechos y el bienestar de los pueblos indígenas deben ser la consideración primordial en todas las fases del ciclo de vida de los datos y en todo el entorno de datos.

Dado que las comunidades de datos predominantes promueven estándares y prácticas para facilitar la compartición y reutilización de datos, los Principios CARE sirven para mejorar esa labor a fin de permitir la participación indígena en sus propios términos. La implementación de los Principios CARE junto con los principios FAIR por parte de productores, administradores y editores de datos debe suceder empleando mecanismos que transmitan el control indígena en todos los ciclos de vida y entornos de datos. Tales mecanismos comprenden, entre otros, incluir información de origen en metadatos, emplear el consentimiento dinámico para reutilización y aplicar prácticas de ciencias de datos para mejorar la protección de los datos al tiempo que se permite su compartición.

Soberanía de los datos indígenas y datos abiertos

A escala mundial, académicos y practicantes de la soberanía de los datos indígenas se han involucrado con comunidades de datos abiertos y gubernamentales abiertas mediante participación en las Conferencias Internacionales de Datos Abiertos en 2015, 2016 y 2018, así como también a través de debates en el marco de la Carta Internacional de Datos Abiertos (ODC).13 Los entornos de datos abiertos son sitios que suscitan inquietud a los pueblos indígenas ya que las oportunidades para desarrollo sostenible y participación en la economía del conocimiento se ven obstaculizadas por continuadas experiencias del colonialismo impuesto por los colonos y desequilibrios de poder históricos.14 La Carta Internacional de Datos Abiertos establece seis principios directrices para guiar cómo los Gobiernos publican datos: 1) abiertos por defecto, 2) oportunos y exhaustivos, 3) accesibles y utilizables, 4) comparables e interoperables, 5) para mejorar la gobernanza y la participación ciudadana, y 6) para el desarrollo incluyente y la innovación. El Grupo de Trabajo de Implementación de la ODC deliberó sobre la aplicación operativa de los Principios CARE en contextos de datos abiertos, utilizando como guía la Carta Internacional de Datos Abiertos. Los Principios 2, 3 y 4 de dicha Carta coinciden con los Principios FAIR. Los Principios 5 y 6 están orientados a un propósito, abordando el Principio CARE de “Beneficio colectivo”. El Principio 1 de la Carta (Abiertos por defecto) choca directamente con los Principios CARE de “Autoridad de control”, “Responsabilidad” y “Ética”15,16. Como tal, los Principios CARE sirven de base documental para la aplicación de “Abiertos por defecto”, aumentando la concienciación de la responsabilidad: para incluir a pueblos indígenas y otras comunidades en la toma de decisiones de datos abiertos; para acceder y aplicar valores y ética indígenas a políticas y prácticas de datos abiertos; y para crear mecanismos que protejan el acceso y uso de los datos de los pueblos indígenas.

Censo 2018 de Nueva Zelanda

Cuestiones relativas al control, consentimiento y uso secundario de los datos indígenas alcanzaron un punto crítico en Aotearoa-Nueva Zelanda con el chapucero Censo 2018 de Población y Vivienda (2018 Census of Population and Dwellings). El censo es el emblema del Sistema Oficial de Estadísticas (Official Statistics System, OSS) y proporciona datos esenciales para supervisar el bienestar comunitario y nacional, sirviendo de base documental para adoptar decisiones sobre la prestación de servicios e infraestructuras. A pesar de una historia plagada de recopilación de datos controlada por el Estado que ha facilitado la dominación y la explotación, el pueblo indígena Maorí en general apoya y considera útil el censo, y existe un interés compartido de asegurar que los datos recopilados sean fidedignos y de gran calidad.

En 2018, fallos operativos dieron como resultado un índice de respuesta muy bajo: menos de 70% de formularios individuales de maoríes.17 Stats NZ, el Instituto Nacional de Estadísticas, trató de rellenar los datos que faltaban extrayendo información de forma considerable de otros datos administrativos gubernamentales, una medida públicamente denunciada por la Red de Soberanía de Datos Maoríes Te Mana Raraunga (TMR). En varias declaraciones públicas,18 TMR puso en tela de juicio si la agencia tenía licencia social y cultural para utilizar datos alternativos sin consentimiento libre, previo e informado e instó a la agencia a ser más transparente sobre la calidad de los datos maoríes del Censo 2018. Un informe de un panel independiente sobre calidad de datos también planteó cuestiones sobre la licencia social y cultural de Stats NZ para incluir otros datos gubernamentales en el conjunto de datos del Censo 2018.19 El panel también subrayó la importancia de la soberanía y la gobernanza de los datos maoríes para futuros censos y señaló que la agencia no había cumplido sus obligaciones de tratado con los maoríes al no recopilar datos tribales reales y fidedignos.

Oportunidades y retos en el futuro

El auge de las tecnologías de macrodatos (Big Data) anuncia un período de cambio sin precedentes y acelerado en entornos de datos a nivel global. Estas tecnologías, combinadas con un ímpetu dirigido por los Estados de fomentar la práctica de datos abiertos, sustenten nuevas prácticas de información tales como vinculación de datos administrativos, búsqueda de datos en múltiples plataformas e incorporación de inteligencia artificial en programas sociales. Para los pueblos indígenas, este nuevo mundo de datos proporciona oportunidades anteriormente inimaginables para acceder a nuestros datos como un recurso cultural y económico. Por ejemplo, la enorme memoria caché de datos administrativos relacionados con los pueblos indígenas podría potencialmente instigar una nueva era de desarrollo y aplicación de políticas indígenas, y la inteligencia artificial se está empleando para relatar historias sobre el país y para actividades de revitalización de lenguas.20,21

Este espacio en rápida evolución también supone nuevos desafíos. El legado de entornos de datos tradicionales se traslada a una infraestructura de macrodatos que ni reconoce cosmovisiones indígenas ni considera necesidades de datos indígenas. Los marcos normativos nacionales se centran en la privacidad individual, con poca consideración hacia los derechos o la privacidad de carácter colectivo. Por ejemplo, un documento de debate para departamentos del Gobierno de Australia sobre futura legislación relativa a hacer públicos y compartir datos no incluía ninguna referencia a datos indígenas.22 Esta falta fue remediada mediante aportaciones de Maiam nayri Wingara Collective, pero la exclusión de consideraciones indígenas en este nuevo espacio de datos pone de manifiesto los futuros retos. Aunque el Informe del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad incluye recomendaciones relativas a la soberanía de los datos indígenas, estas siguen siendo no vinculantes para los Estados.

Existe también una creciente concienciación del daño que conlleva el uso negligente de macrodatos y procesos algorítmicos, particularmente para grupos que son diferenciados en función de su raza y son objeto de excesiva supervisión. La marginada situación social, cultural y política de los pueblos indígenas significa que estamos sobrerrepresentados en conjuntos de datos relativos a carencias y desventajas. El análisis resultante, independientemente del poder de datos de las tecnologías utilizadas, probablemente se limitará a insistir más que a luchar contra las 5 “D” (disparidad, desposesión, desventaja, disfunción, diferencia) de las narrativas de datos indígenas.23

Finalmente, en el contexto del cambio climático y la justicia ambiental, existe el riesgo de que los conocimientos y tradiciones colectivos indígenas relativos al medio ambiente sean explotados o utilizados indebidamente. En Australia, por ejemplo, los recientes y catastróficos incendios forestales no controlados han traído al primer plano, aunque tardíamente, un interés por parte de organismos gubernamentales y otros24 en la práctica de la quema fría aborigen. Practicada en toda Australia, la quema fría tradicional consistía en la quema deliberada del sotobosque durante los meses más frescos, siguiendo un patrón de mosaico que aseguraba la quema de diferentes partes del bosque cada año. La intensidad de estos fuegos es mucho más baja que los incendios incontrolados, manteniendo el dosel arbóreo superior protegido. La finalidad era gestionar el paisaje, mantener abiertos senderos y pastizales y reducir el impacto de los fuegos inesperados de la época de calor mediante la reducción de material combustible a nivel del suelo.25 Sin embargo, en la Australia moderna, donde se han construido ciudades en lugares que los pueblos aborígenes e isleños de estrecho de Torres sabían que tenían que evacuar durante la temporada de fuegos, tales prácticas no pueden simplemente adoptarse así sin más, como una panacea para mitigar el mayor riesgo de fuegos debido al cambio climático. Es necesario buscar y recopilar la información detallada sobre estas prácticas de las personas que posean estos conocimientos indígenas. Más importante aún, este proceso debe ser dirigido y controlado por las personas indígenas para reducir el riesgo de que estas prácticas sean capturadas digitalmente y luego aplicadas sin el profundo conocimiento que las sustenta, con predecibles malos resultados.

La soberanía de los datos indígenas puede mediar en algunos de estos riesgos y proporcionar vías para beneficios colectivos. En este sentido, fomentar la capacidad y eficiencia de las personas indígenas en materia de datos es un elemento esencial de la implementación de la soberanía de los datos indígenas y el requisito asociado de licencia cultural y social indígena para macrodatos y acceso a datos abiertos al tratar datos indígenas. Globalmente, las redes de soberanía de los datos indígenas están involucradas en esta tarea. En Australia, el Estudio Mayi Kuwayu que examina el bienestar de los aborígenes e isleños del estrecho de Torres incluye en su metodología trabajar directamente con las comunidades para aumentar los conocimientos indígenas sobre entornos de datos.26 En Estados Unidos, el Instituto de las Naciones Nativas (Native Nations Institute) ofrece cursos prácticos sobre soberanía de los datos indígenas y proporciona su pericia en esta materia a investigadores nativos y líderes tribales.27

 

Este artículo es parte de la 34ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación está hecha en la amazonía peruana, dentro del territorio Wampi, fotografiada por Pablo Lasansky y que es la portada del Mundo Indígena 2023 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2020 completo aquí

 

Notas y referencias

    1. Kukutai, Tahu, and John Taylor. Indigenous data sovereignty: Toward an agenda. Canberra: ANU Press, 2016.
    2. First Nations Information Governance Centre. “Pathways to First Nations’ data and information sovereignty.” In Indigenous data sovereignty: Toward an agenda, edited by Tahu Kukutai & John Taylor, 139-55. Canberra: ANU Press, 2016.
    3. Kukutai and Taylor, Op Cit.
    4. Snipp, Matthew. “What does data sovereignty imply?: what does it look like.” In Indigenous data sovereignty: Toward an agenda, edited by Tahu Kukutai & John Taylor, 39-55. Canberra: ANU Press, 2016.
    5. First Nations Information Governance Centre, Op Cit.
    6. Hudson, Maui, and others. “Tribal data sovereignty: Whakatōhea rights and interests.” In Indigenous data sovereignty: Toward an agenda, edited by Tahu Kukutai & John Taylor, 157-78. Canberra: ANU Press, 2016.
    7. Walter, Maggie, and others. Indigenous Data Sovereignty Briefing Paper 1. Miaim nayri Wingara Data Sovereignty Group and the Australian Indigenous Governance Institute, 2018. We acknowledge the pioneering contribution of John Taylor.
    8. Disponible en: https://www.rd-alliance.org/sites/default/files/Onati%20Com˝ˇmunique%202019-SPANISH.pdf
    9. GIDA. 2020. “Who We Are — Global Indigenous Data Alliance”. Global Indigenous Data Alliance. https://www.gida-global.org/whoweare
    10. Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad. Informe sobre la labor del equipo de tareas sobre macrodatos y datos abiertos establecido por el Relator Especial (A/73/438). Consultado en: https://undocs.org/ es/A/73/438 Draft Recommendation on the Protection and Use of Health-Re˝ˇlated Data. Consultado en: https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Privacy/ SR_Privacy/DraftRecommendationProtectionUseHealthRelatedData.pdf
    11. Wilkinson, Mark D., and others. “The FAIR Guiding Principles for scientific data management and stewardship.” Sci. Data 3:160018, 2016. doi: 10.1038/sdata.2016.18
    12. Research Data Alliance International Indigenous Data Sovereignty Interest Group. (Septiembre 2019). “CARE Principles for Indigenous Data Governance.” The Global Indigenous Data Alliance. GIDA-global.org.
    13. “The International Open Data Charter”. 2013. International Open Data Charter. https://opendatacharter.net/
    14. Rainie, Stephanie Carroll, and others. “Issues in Open Data: Indigenous Data Sovereignty,” in The state of Open Data: Histories and horizons, edited by T. Davies, S. Walker, M. Rubinstein & F. Perini , 300-19. Cape Town and Ottawa: African Minds and International Development Research Centre, 2019.
    15. Ibidem
    16. Stone, Paul and Ania Calderon. 2019. “[Spotlight] CARE Principles Unpacking Indigenous Data Governance: Unpacking Indigenous Data Governance”. Blog. Medium: Open Data Charter. https://medium.com/@opendatacharter/spotli˝ˇ˝ˇght-care-principles-f475ec2bf6ec
    17. Stats NZ. 2018 Census: Interim coverage rates, collection response rates, and data sources. Wellington: Stats NZ, 2019.
    18. “News & Updates — Te Mana Raraunga”. 2019. Te Mana Raraunga. https://www. temanararaunga.maori.nz/nga-panui
    19. 2018 Census External Data Quality Panel. Initial report of the 2018 Census External Data Quality Panel. Wellington: Stats NZ, 2019.
    20. Powell, Dominic. “How Mikaela Jade built augmented reality startup Indigital from deep in Kakadu National Park,” SmartCompany, 12 de marzo de 2018.
    21. Collins, Mikaela. “Te Hiku Media project teaching, machines to speak te reo Maori,” New Zealand Herald, 14 de febrero de 2018.
    22. Department of Prime Minister and Cabinet. New Australian Government data sharing and release legislation: Issues paper for consultation. 2018
    23. Walter, Maggie. “Data Politics and Indigenous representation in Australian statistics.” In Indigenous data sovereignty: Toward an agenda, edited by Tahu Kukutai & John Taylor, 79-97. Canberra: ANU Press, 2016.
    24. Allem, Lorena. Right fire for right future: how cultural burning can protect Australia from catastrophic blazes, The Guardian, 19 de enero de 2020.
    25. Aboriginal Heritage Tasmania. Aboriginal Cultural Burning https://www.aborigi˝ˇnalheritage.tas.gov.au/
    26. Mayi Kuwayu National Study of Aboriginal and Torres Strait Islander Well-being https://mkstudy.com.au/ <consultado el 19 de diciembre de 2019>
    27. Native Nations Institute - Indigenous Governance Program https://igp.arizona. edu/events/46-indigenous-data-sovereignty <consultado el 19 de diciembre de 2019>

Tahu Kukutai (Ngāti Tiipa, Ngāti Kinohaku, Te Aupōuri) es profesora en la Universidad de Waikato, Aotearoa-Nueva Zelanda y cofundadora de la red de soberanía de los datos maoríes Te Mana Raraunga.

Stephanie Russo Carroll (Ahtna-Native Village of Kluti-Kaah) es profesora adjunta en la Universidad de Arizona (Estados Unidos) y cofundadora de United States Indigenous Data Sovereignty Network.

Maggie Walter (palawa) es profesora distinguida en la Universidad de Tasmania (Australia) y cofundadora de Australian Maiam nayri Wingara Indigenous Data Sovereignty Collective.

 

Este artículo es parte de la 34ª edición de El Mundo Índigena. La publicación es un resumen de los principales acontecimientos que los pueblos indígenas han vivido. Descarga El Mundo Indígena 2020 aquí

Etiquetas: Gobernanza Global, Clima

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