Los pueblos indígenas siempre han sido “custodios de datos”.[1] Nuestras tradiciones ancentrales han registrado y protegido información y conocimientos a través del arte, tallado, canciones, cánticos y otras prácticas. La colonización se caracterizó por un afán deliberado de eliminar estos sistemas de conocimientos, junto con prácticas de cuantificación y clasificación de poblaciones indígenas impuestas por los Estados. Como resultado, los pueblos indígenas a menudo se encuentran ante graves carencias de información al tratar de acceder a datos de alta calidad y culturalmente relevantes para alcanzar sus objetivos pero sí hallan una abundancia de datos que reflejan y sirven a los intereses gubernamentales en lo que respecta a los pueblos indígenas y sus tierras.
La soberanía de los datos indígenas se define como el derecho de los pueblos indígenas a controlar, consultar, poseer y ser propietarios de datos que proceden de ellos y que se refieren a sus miembros, sistemas de conocimientos, costumbres o territorios.[3],[4],[5] La soberanía de los datos indígenas está respaldada por los derechos inherentes que tienen los pueblos indígenas a la autodeterminación y gobernanza sobre sus pueblos, territorios y recursos, tal y como se estipula en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y en tratados nacionales. El concepto de soberanía de datos indígenas reconoce que los datos son un recurso estratégico y proporciona un marco para el uso ético de dicha información con el fin de potenciar el bienestar y la autodeterminación del colectivo indígena.[6],[7]
[1] Rodriguez-Lonebear, Desi. “Building a data revolution in Indian Country”. En Indigenous data sovereignty: Toward an agenda, editado por Tahu Kukutai y John Taylor, 253-72. Canberra: ANU Press, 2016.
[2] Kukutai, Tahu y John Taylor (Eds). Indigenous data sovereignty:toward an agenda. Canberra: ANU Press, 2016.
[3] Centro para la Gobernanza de Información de las Primeras Naciones (First Nations Information Governance Centre). “Pathways to First Nations’ data and information sovereignty.” En Indigenous data sovereignty: toward an agenda, editado por Tahu Kukutai y John Taylor, 139-55. Canberra: ANU Press, 2016.
[5] Snipp, Matt Deep Water by the Shore People hew. “What does data sovereignty imply: what does it look like?” En Indigenous data sovereignty: toward an agenda, editado por Tahu Kukutai y John Taylor, 39-55. Canberra: ANU Press, 2016.
[6] Centro para la Gobernanza de Información de las Primeras Naciones (First Nations Information Governance Centre). 2016. Op. Cit.
[7] Hudson, Maui, et al. “Tribal data sovereignty: Whakatōhea rights and interests”. En Indigenous data sovereignty: toward an agenda, editado por Tahu Kukutai y John Taylor, 157-78. Canberra: ANU Press, 2016.
Los pueblos indígenas siempre han sido “custodios de datos”.[1] Nuestras tradiciones ancentrales han registrado y protegido información y conocimientos a través del arte, tallado, canciones, cánticos y otras prácticas. La colonización se caracterizó por un afán deliberado de eliminar estos sistemas de conocimientos, junto con prácticas de cuantificación y clasificación de poblaciones indígenas impuestas por los Estados. Como resultado, los pueblos indígenas a menudo se encuentran ante graves carencias de información al tratar de acceder a datos de alta calidad y culturalmente relevantes para alcanzar sus objetivos pero sí hallan una abundancia de datos que reflejan y sirven a los intereses gubernamentales en lo que respecta a los pueblos indígenas y sus tierras.
Los pueblos indígenas han sido siempre “excelentes custodios de datos”. Nuestras ancestrales tradiciones han registrado y protegido información y conocimientos a través del arte, esculturas, canciones, cánticos y otras prácticas. Lamentablemente, la colonización se caracterizó por un afán deliberado de eliminar estos sistemas de conocimientos, junto con prácticas impuestas por los Estados de cuantificar y clasificar a las poblaciones indígenas. Como resultado, los pueblos indígenas normalmente se encuentran ante graves carencias de información al tratar de acceder a datos de gran calidad y culturalmente relevantes para alcanzar sus objetivos, pero sí con abundancia de datos que reflejan y sirven a los intereses gubernamentales sobre los pueblos indígenas y sus tierras.
Los pueblos indígenas siempre han sido “custodios de datos”.[1] Nuestras tradiciones ancestrales han registrado y protegido información y conocimientos a través del arte, tallado, canciones, cánticos y otras prácticas. La colonización se caracterizó por un afán deliberado de eliminar estos sistemas de conocimientos, junto con prácticas de cuantificación y clasificación de poblaciones indígenas, impuestas por los Estados. Como resultado, los pueblos indígenas a menudo se encuentran ante graves carencias de información al tratar de acceder a datos de alta calidad y culturalmente relevantes para alcanzar sus objetivos pero sí encuentran una abundancia de datos que reflejan y sirven a los intereses gubernamentales en lo que respecta a los pueblos indígenas y sus tierras.
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