• Pueblos indígenas en Sudáfrica

    Pueblos indígenas en Sudáfrica

El Mundo Indígena 2021: Sudáfrica

La población total de Sudáfrica ronda los 59 millones de personas y se estima que los grupos indígenas constituyen aproximadamente el 1% de esa cifra. En conjunto, las diversas comunidades indígenas africanas de Sudáfrica se conocen como los Khoe-San, formados por los San y los Khoikhoi. Los principales grupos San incluyen a los ‡Khomani San que residen principalmente en la región del Kalahari, y a los Khwe y !Xun que viven principalmente en Platfontein, Kimberley. Los Khoikhoi incluyen a los Nama que residen mayoritariamente en la provincia del Cabo del Norte; los Koranna que habitan especialmente en Kimberley y en la provincia del Estado Libre; los Griqua en las provincias de Cabo Occidental, Cabo Oriental, Cabo del Norte, Estado Libre y KwaZulu-Natal; y los Khoekhoe del Cabo en el Cabo Occidental y el Cabo Oriental, con focos crecientes en las provincias de Gauteng y Estado Libre. En la Sudáfrica contemporánea, las comunidades Khoikhoi y San siguen específicamente una serie de estilos de vida y prácticas socioeconómicas y culturales.

Los cambios sociopolíticos provocados por el actual régimen sudafricano han propiciado la deconstrucción de las categorías sociales instauradas por el sistema del apartheid que estaban determinadas por la raza, como los “Coloureds” (mestizos). Muchas personas previamente “mestizas” ahora ejercen su derecho a la autoidentificación y se identifican como San y Khoikhoi. Los pueblos indígenas africanos San y Khoikhoi no están oficialmente reconocidos en términos de legislación nacional, sin embargo, esto cambiará con la próxima entrada en vigor el 1 de abril de 2021 de la Ley de Liderazgo Tradicional y Khoisan (Traditional and Khoisan Leadership Act). Sudáfrica votó a favor de adoptar la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas pero no ha ratificado aún el Convenio Nº 169 de la OIT.

A fecha de 13 de diciembre de 2020, se habían notificado en Sudáfrica 860.964 casos de COVID-19 y 23.276 muertes.[1]

Desde entonces el país ha emergido de una devastadora segunda ola de infecciones de COVID-19. Durante diciembre de 2020, se detectó en el país una nueva variante del virus que, al igual que la encontrada en Reino Unido, es más transmisible que la anterior. Según el Banco Mundial, Sudáfrica es uno de los países con mayor desigualdad económica del mundo.[2] La diferencia entre ricos y pobres ha ido aumentando de manera constante desde el final del apartheid en 1994, y esta desigualdad está estrechamente vinculada a las divisiones raciales de la sociedad.[3] Diversas comunidades del país siguen sufriendo dificultades a causa de inseguridad alimentaria, derechos a recursos, empleo, falta de tierras y corrupción, repercutiendo enormemente en su calidad de vida.

En medio de esta realidad, tanto el Informe de la misión a Sudáfrica del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (2005) como la Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica (2018) constataron que las comunidades Khoikhoi y San sufren de manera desproporcionada estas adversidades. Al igual que les sucede a otras comunidades desfavorecidas de Sudáfrica, se perpetúa sobre ellas una doble marginación al no poder acceder a sus derechos humanos. Asimismo, al no estar oficialmente reconocidas, estas comunidades se topan con una barrera estructural que les impide disponer de medidas contra el COVID-19. Sus problemas específicos en medio de la crisis del COVID-19 se vieron exacerbados por el cierre del sector turístico, la inseguridad alimentaria, el desempleo, los procesamientos penales por cazar animales silvestres de su entorno, entre otros factores. [4]

COVID-19 y cargos penales contra mayores San del Kalahari

Algunos miembros de la comunidad San del Kalahari Sur que forman parte de la Asociación de Propiedades Comunales ‡Khomani San (‡Khomani San Communal Property Association) están acusados de delitos penales por supuesta caza de fauna silvestre de su entorno para aliviar el hambre.[5] Dada la relativa distancia de los ‡Khomani San a los centros económicos, la comunidad se vio gravemente afectada por el estricto confinamiento frente al COVID-19 impuesto en el país (nivel 5), que les dificultó cada vez en mayor medida poder aprovisionarse de alimentos y otros suministros esenciales. Solo disponen de pequeñas tiendas ubicadas a una distancia razonable pero, con la inflación en los  precios debido a la tensión del mercado por el confinamiento, los artículos alimentarios básicos se volvieron inasequibles para ellos. Durante este tiempo, las penurias de la comunidad para cubrir sus necesidades básicas se agravaron aún más por las precarias circunstancias laborales y la pérdida de ingresos. La mayor parte de la comunidad ‡Khomani San depende del turismo como medio de vida y este sector se ha visto grave y negativamente afectado desde la irrupción de la pandemia.[6]

La comunidad Khomani San reclamó con éxito la devolución de sus tierras dentro del proceso que se sigue en el país de restitución de tierras. Son unos 1.500 miembros de la comunidad San que gestionan 38.000 hectáreas de tierras.

El anciano y líder tradicional de los ‡Khomani San es Petrus Vaalbooi, descendiente de una familia de admirable historia y linaje de lucha por los derechos indígenas de su comunidad. De hecho, él es uno de los acusados con estos cargos penales.[7]

Tal y como detalla el joven San, Ivan Vaalbooi, la situación actual en el Kalahari Sur continúa deteriorándose y sus miembros tienen cada vez más dificultades para acceder a agua potable, nutrición adecuada, mejores servicios sanitarios y representación judicial. Los miembros de la comunidad creen que ellos son los propietarios legítimos de sus recursos consuetudinarios y, por tanto, hacen correcto uso de sus derechos a cazar para sus necesidades de subsistencia. El caso penal sigue su curso.

Ley de Liderazgo Tradicional y Khoisan: el presidente firma su entrada en vigor

El 2 de diciembre de 2020, el Parlamento de Sudáfrica anunció que el presidente Cyril Ramaphosa había firmado con rango de ley el Proyecto de Ley de Liderazgo Tradicional y Khoi-San (Traditional and Khoi-San Leadership Bill, TKLA). Entre otros aspectos, esta ley otorga a líderes tradicionales ya reconocidos el poder para tomar decisiones sobre tierra comunal, como firmar acuerdos con empresas de inversiones, en algunos casos sin el consentimiento de aquellos cuyos derechos a la tierra están directamente afectados. Esta Ley de Liderazgo Tradicional y Khoisan (Traditional and Khoisan Leadership Act) fusiona los marcos de derechos de estas comunidades de tierras comunales, incluyendo el reconocimiento de los Khoikhoi y San. Ello anuncia un nuevo momento para los Khoikhoi y San como autoidentificadas comunidades indígenas africanas. Al promulgar esta ley, el presidente pone fin a un largo periplo de más de 20 años para que las comunidades Khoikhoi y San estuvieran incluidas en el sistema oficial de gobernanza y liderazgo tradicional de Sudáfrica. Esta admisión garantizará, por primera vez, que su existencia colectiva y cultural se reconoce formalmente. También facilitará su acceso a la justicia tras ser comunidades que hasta ahora habían quedado oficialmente fuera del estado de derecho de Sudáfrica, ya que la nueva ley concierne a su reconocimiento cultural, comunidades consuetudinarias, lenguas indígenas y tierras ancestrales. La fecha de entrada en vigor de esta ley será el 1 de abril de 2021 y ello, por vez primera, dará a estas comunidades representación formal en los diferentes niveles de gobierno y cierta forma de acceso a la justicia.[8]

Distribución de beneficios generados por el cultivo de rooibos y COVID-19

En 2019 y tras nueve años de negociaciones, se presentó un acuerdo histórico de reparto de beneficios en Sudáfrica entre los Khoikhoi y San, y el sector del rooibos del país.[9]

El acuerdo reconoce a los pueblos Khoikhoi y San como los titulares de los conocimientos tradicionales de los usos de la planta indígena del rooibos. El acuerdo sienta las bases para que las comunidades Khoikhoi y San de Sudáfrica tengan acceso a un porcentaje de los beneficios obtenidos de la comercialización del rooibos por  parte de dicho sector a nivel nacional.

El primer pago de la recaudación del impuesto a las comunidades Khoikhoi y San debía hacerse efectivo durante el mes de junio de 2020. Sin embargo, aparte de demoras administrativas gubernamentales, el sector del rooibos notificó que el COVID-19 también había afectado a su cultivo, provocando que por primera vez no se pagara la recaudación del impuesto correspondiente al Fondo de la Biodiversidad de Sudáfrica (South African Biodiversity Fund). A su vez, dicho Fondo debe pagar la recaudación correspondiente a los dos grupos. Mientras tanto, las comunidades Khoikhoi y San han formado sus respectivos fondos comunitarios para distribuir los beneficios previstos a las comunidades una vez que se reciba el pago.[10]

Reforma agraria: ¿reparación para los Khoikhoi y San?

Sudáfrica sigue tratando de resolver las cuestiones relativas a la reforma agraria, un proceso que tiene como finalidad hacer justicia, restaurar la dignidad y fomentar la equidad tras la sistemática desposesión de tierras que se produjo bajo los auspicios de la distribución desigual de tierras oficializada por el apartheid y basada en la discriminación racial. Los tres componentes de este amplio esfuerzo incluyen: 1) restitución de tierras para su devolución a víctimas de despojo; 2) redistribución, que corrige la desigualdad en propiedad de tierras para satisfacer las necesidades de tierras de la sociedad; y, finalmente, 3) reforma de tenencia de la tierra para garantizar y proteger mejor los derechos contemporáneos a la tierra. Teniendo en cuenta la importancia, así como el retraso en la implementación de la reforma agraria, el Gobierno de Sudáfrica aprobó, en 2018, un informe respaldando una enmienda constitucional del artículo 25 de la Constitución que permitiría la expropiación de tierra sin compensación y aceleraría el proceso de reforma agraria. Sin embargo, el Panel Asesor Presidencial designado para orientar y aportar recomendaciones sobre este proceso, no es representativo de las comunidades Khoikhoi y San. En su informe de conclusiones de 2019, hacían poca y confusa referencia a la implementación de un plan que significativamente incluyera y acomodara las necesidades de los Khoikhoi y San en el proceso de reforma agraria. Así pues, una vez más, los Khoikhoi y San son ignorados en iniciativas actuales de desarrollo para remediar la desposesión de tierras y la violencia histórica.

A pesar de las  múltiples capas de conexión de los Khoikhoi y San con sus tierras ancestrales como sus primeros pobladores, se ven limitados al reclamar restitución de tierras. Según la Ley 22 de Restitución de Tierras de 1994, solo son admisibles los reclamos por tierra perdida que tenga como causa la legislación del apartheid de discriminación racial posterior a 1913. Sin embargo, los Khoikhoi y San perdieron la mayoría de sus tierras durante la era colonial que comenzó en 1652. En este sentido, el Panel Asesor Presidencial estuvo de acuerdo en que, tal y como está redactada, la ley “no hará ni ha hecho justicia sustancial a esas personas que perdieron tierra mucho antes del 19 de junio de 1913”.[11]

El informe elaborado por el Panel Asesor Presidencial sobre la Reforma Agraria en Sudáfrica constituye un documento muy importante para el país. Sin embargo, quedan cuestiones pendientes sobre la inclusión de representantes indígenas Khoikhoi y San en este panel. Las particularidades históricas y estructurales únicas de las cuestiones relativas a tierras que preocupan a las comunidades Khoikhoi y San no estaban debidamente representadas en este informe. Tampoco está claro cuáles serán las directrices y medidas para resolver en la práctica sus cuestiones relacionadas con las tierras. Las comunidades aún deben entender el proceso tras la elaboración de este informe, como manifestó uno de los miembros del Consejo Nacional Khoisan, el profesor Stanley Petersen.

 

Lesle Jansen es una abogada indígena africana de Sudáfrica. Es licenciada en derecho por la Universidad del Cabo Occidental (SA). Posee un Máster sobre Pueblos Indígenas en el Derecho Internacional por la Universidad de Arizona (USA) y otro Máster sobre el Estado de Derecho para el Desarrollo por la Universidad Loyola (Chicago) en Roma, Italia. Fue designada integrante experta indígena para el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones/Comunidades Indígenas en África de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (ACHPR) y en la actualidad trabaja como directora general de una organización con sede en África, Resource Africa (https://resourceafrica.net), que cuenta con un amplio historial de trabajo con comunidades del continente africano en materia de recursos naturales y medio ambiente. Lesle reside en Ciudad del Cabo. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí

 

Notas y referencias 

[1] COVID-19 South African Online Portal. “Update on Covid-19 (13th December 2020)”. 13 de diciembre de 2020. Disponible en https://sacoronavirus.co.za/2020/12/13/update-on-covid-19-13th-december-2020/

[2] Banco Mundial. “South Africa Economic Update”. 2018. Disponible en http://pubdocs.worldbank.org/en/798731523331698204/South-Africa-Economic-Update-April-2018.pdf

[3] Fondo Monetario Internacional (FMI). “Six Charts Explain South Africa's Inequality”. 30 de enero de 2020. Disponible en https://www.imf.org/en/News/Articles/2020/01/29/na012820six-charts-on-south-africas-persistent-and-multi-faceted-inequality

[4] Stavenhagen, Rodolfo. “Los derechos humanos y las cuestiones indígenas. Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas”. 15 de diciembre de2005. https://digitallibrary.un.org/record/564557?ln=en ; Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica (South African Human Rights Commission, SAHRC). “Annual Report 2018”. 2018. Disponible en https://www.sahrc.org.za/index.php/sahrc-publications/annual-reports

[5] Entrevista a Petrus Vaalbooi. Enero de 2021.

[6] Cupido, Delme. “Largely on their own – again”. Good Governance Africa, 29 de enero de 2021. Disponible en https://gga.org/largely-on-their-own-again/

[7] Khomani San. “New Traditional Leader”. 2021. Disponible en http://www.khomanisan.com/‡khomani-sans-new-traditional-leader/

[8] Parliamentary Monitoring Group. “Traditional and Khoi-San Leadership Bill (B23-2015)”. 2020. Disponible en https://pmg.org.za/bill/593/

[9] Véase Jansen, Lesle. “Sudáfrica”. En El Mundo Indígena 2020, editado por Dwayne Mamo, 165-171. IWGIA, 2020.

Disponible en https://www.iwgia.org/doclink/iwgia-el-mundo-indigena-2020-1/eyJ0eXAiOiJKV1QiLCJhbGciOiJIUzI1NiJ9.eyJzdWIiOiJpd2dpYS1lbC1tdW5kby1pbmRpZ2VuYS0yMDIwLTEiLCJpYXQiOjE2MTQ4MDkxMzcsImV4cCI6MTYxNDg5NTUzN30.cQi71CIpV5E9IYFZNvS65RGG1LcBqcMk10fzkdtIZ3o

[10] Consejo Nacional Khoisan. “Khoikhoi Peoples Rooibos biocultural community protocol”. Natural Justice, 2019. Disponible en https://naturaljustice.org/wp-content/uploads/2020/04/NJ-Rooibos-BCP-Web.pdf

[11] Advisory Panel on Land Reform and Agriculture. “Final Report of the Presidential Advisory Panel on Land Reform and Agriculture”. 4 de mayo de 2019. Disponible en https://www.gov.za/sites/default/files/gcis_document/201907/panelreportlandreform_0.pdf

Etiquetas: Gobernanza Global, Derechos Humanos

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