Mundo Indígena 2019: Polinesia Francesa

La Polinesia Francesa es una antigua colonia francesa. Desde 2004 constituye una de sus colectividades de ultramar (Collectivité d’Outre-mer) y tiene una población de aproximadamente 275.000 habitantes (cerca del 80% son indígenas polinesios).1

Como colectividad, cuenta con una relativa autonomía política dentro de la República de Francia mediante sus propias instituciones locales: el Gobierno y la Asamblea de la Polinesia Francesa. Las desigualdades sociales se han visto severamente exacerbadas por la crisis económica que la Polinesia Francesa padece desde el comienzo del presente milenio. En 2015, uno de cada cinco hogares vivía por debajo del umbral de pobreza.2 A pesar de la recuperación del sector turístico a partir de 2017, la ministra de Ultramar considera la economía de la colectividad como “frágil,” citando el tipo de trabajos disponibles (limpiadores, guardias de seguridad, personal de bares, recepcionistas, etc.), el hecho de que “la tasa de desempleo permanezca estable a un bajo nivel” 3 y los altos niveles de emigración entre 18 a 25 años: uno de cada diez abandona el territorio cada año.4

Tres grandes partidos han polarizado la vida política local desde 2016: Tavini Huiraatira, un partido proindependencia liderado por Oscar Temaru; Tahoera’a Huiraatira de Gaston Flosse, un partido proautonomía que está en principio a favor de mantener a la Polinesia Francesa dentro de la República de Francia; y, tras la ruptura en el seno de este último grupo, el nuevo partido proautonomía Tapura Huiraatira creado en 2016 por Edouard Fritch, presidente de la Polinesia Francesa desde septiembre de 2014 cuando reemplazó a Gaston Flosse que había sido inhabilitado para el cargo.

El año 2018 estuvo marcado por elecciones territoriales, debates en el marco de la ONU sobre el derecho a la libre determinación, la cuestión nuclear y la demanda asociada relativa a la compensación para las víctimas. Y finalmente cuarenta años después de su muerte, el padre del nacionalismo tahitiano, Pouvanaa a Oopa, fue declarado inocente. 

Elecciones territoriales

Surgida con el telón de fondo de una guerra de sucesión dentro de la familia proautonomía de partidos políticos, la fundación de Tapura Huiraatira permitió a Edouard Fritch establecer una nueva mayoría en la Asamblea de la Polinesia Francesa y ganar la reelección como presidente de la Polinesia Francesa en mayo de 2018. Durante las elecciones territoriales de abril-mayo 2018, los tres partidos: Tavini, Tahoera’a y Tapura, obtuvieron respectivamente el 23,12%, 27,70% y 49,18% de los votos.5 Tapura ahora ostenta 38 de los 57 escaños de la Asamblea de la Polinesia Francesa, presidida por Gaston Tong Sang, alcalde de Bora Bora. De estos resultados electorales se jactan representantes electos de Tapura como un signo para los representantes franceses y la ONU de que incluso aunque estas elecciones no tuvieran el estatus de referéndum de libre determinación, claramente resaltan el mal resultado obtenido por los candidatos a favor de la independencia. Dicho esto, los dos partidos nunca han clarificado las profundas diferencias entre los partidarios de la autonomía, especialmente ahora que Gaston Flosse está más o menos constantemente reivindicando un estatus de “Estado asociado” para la Polinesia Francesa.

La ONU y el derecho a la libre determinación

La Polinesia Francesa se encuentra en la lista de Territorios No Autónomos de la ONU desde mayo de 2013. Mientras que los contrarios a este reinscripción consideran la inclusión de la Polinesia Francesa como una demanda implícita de independencia, sus partidarios señalan que esta inclusión debería ir más allá y debería culminar en un referéndum de libre determinación que ofreciera la opción de convertirse en un departamento francés, obtener la independencia o convertirse en un Estado asociado. El Estado de Francia considera “la cuestión de la Polinesia Francesa” un asunto interno y hasta el momento ha rechazado cooperar con la Cuarta Comisión de la Asamblea General de la ONU, responsable de las cuestiones de descolonización. El 12 de octubre de 2018, durante la sesión de preguntas al Gobierno, Annick Girardin, nueva ministra de Ultramar desde la elección de Emmanuel Macron en mayo de 2017, explicó la “política de la silla vacía” en relación con su negativa a participar en la Cuarta Comisión de la siguiente manera: “La situación de Polinesia no justifica su lugar en la lista de territorios no autónomos. Esa es la razón por la que los representantes franceses no participan en estas reuniones”.6 Esta posición no ha evitado que el Estado francés ejerza presión sobre la Comisión para eliminar el párrafo 11 que pide informar a la Asamblea General sobre “actividades económicas y de otro tipo que afectan a los intereses de los pueblos de los Territorios No Autónomos”, incluyendo las consecuencias de las pruebas nucleares.7 Aunque el Estado francés está rechazando participar en el trabajo de la Comisión, el partido proautonomía Tapura interviene desde octubre de 2016, aportando así en la ONU una voz alternativa a las del movimiento proindependencia y los representantes de asociaciones de víctimas de ensayos nucleares. Al igual que sucedió el año pasado, los debates de octubre de 2018 se centraron en la realidad del actual estatus de autonomía de la Polinesia Francesa dentro de la República francesa (véase El Mundo Indígena 2018). Edouard Fritch considera “la Polinesia Francesa […] un país autónomo, gobernado libre y democráticamente”, mientras que por su parte representantes de Tavini y organizaciones de la sociedad civil afines han lamentado la ausencia de representantes del Estado francés en la ONU. Asimismo, critican la forma de “colonialismo por consentimiento” que asocian con los excesivamente “complacientes” líderes (de Tapura) en relación con el Estado francés.8

Los debates sobre la reforma institucional que se están desarrollando en la Asamblea Nacional y el Senado a instancias del presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, subrayan esta visión de geometría variable de la autonomía de la Polinesia Francesa. La decisión de reducir un tercio de diputados y senadores en todo el conjunto de Francia, incluyendo territorios de ultramar, a pesar de que representantes de la Polinesia Francesa argumentan que las características específicas de la Polinesia Francesa (lejanía y dispersión geográfica de la población), significa que esta reducción de polinesios electos para representar a su territorio a nivel nacional es inapropiado.9 En respuesta, Annick Girardin expresó su creencia que algunos principios no pueden formar el objeto de una excepción territorial.10

Fue también en la reunión de la Cuarta Comisión de la ONU que el líder del partido proindependencia, Oscar Temaru, anunció que el 2 de octubre de 2018 había presentado una denuncia contra Francia ante la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad. Explicó que “el objetivo de esta demanda es que todos los presidentes vivos de Francia desde que comenzaron las pruebas nucleares en nuestro país rindan cuentas”.11 Annick Girardin reaccionó denunciando “el uso de tribunales internacionales para fines políticos locales”. 12 Se ha de señalar que posteriormente, el 26 de octubre de 2018, Oscar Temaru fue declarado no elegible durante un período de un año por el Consejo de Estado, tras el informe de la Comisión nacional de cuentas de campaña y financiaciones políticas (CNCCFP).

El impacto nuclear veinte años después

Los ensayos nucleares y sus consecuencias para la salud, sociales y ambientales se situaron una vez más en la cúspide de las noticias políticas de Polinesia. En enero de 2018, durante su visita a la Polinesia Francesa, la ministra francesa de Ultramar, Annick Girardin, anunció la próxima creación de un centro conmemorativo en Papeete, especificando que había sido solicitado por el pueblo de Polinesia. En la práctica, la compensación para las víctimas de las pruebas nucleares ha  centrado las preocupaciones de las asociaciones locales durante más de veinte años y ha permanecido como una prioridad máxima que no se ha resuelto. La pretensión de Francia de que los ensayos nucleares llevados a cabo en la Polinesia Francesa eran de índole (no) peligrosa y que no incurrían en riesgos ha sido esgrimida en múltiples ocasiones. En junio de 2018, las Fuerzas Armadas de Francia inauguraron un nuevo sistema (con un coste global de unos 105 millones de euros) encaminado a evitar el riesgo de que el atolón de Mururoa se derrumbe (y con ello la propagación de material radioactivo). El proyecto trata de utilizar una red de sensores de movimientos subterráneos para supervisar el estado del atolón.13 Edouard Fritch, el presidente proautonomía de la Polinesia Francesa, reconoció por primera vez durante un debate en la Asamblea de la Polinesia Francesa el 15 de noviembre de 2018 que había mentido sobre la seguridad de los ensayos nucleares.

No me sorprende que se me considere un mentiroso cuando, durante 30 años, hemos mentido a esta población diciendo que los ensayos eran inofensivos: nosotros mentimos, yo era parte de ese grupo.14

Aunque esta aceptación de culpabilidad tenía la intención de destacar un cambio de dirección por parte de un nuevo y preocupado gobierno, comprometiendose a “reparar lo que se ha hecho a este país” con fondos del Estado francés, también ha contribuido a un sentimiento de perplejidad e incluso desconfianza en los políticos que parecen tentados a decir una cosa y hacer otra. Brother Maxime, de la Asociación 193 que representa a las víctimas de los ensayos nucleares, cuestiona por tanto la honestidad de las declaraciones de Edouard Fritch a la ONU en las que aún defiende la posición del Estado sobre la negación de la relevancia de la Cuarta Comisión sobre el punto 11, “y no podemos sino preguntarnos si no existen algunas falsedades ahí”.15 

Demanda de compensación para las víctimas

Las numerosas dificultades que conlleva tratar de obtener la indemnización para las víctimas de los ensayos nucleares, a pesar de estar estipulado en la Ley Morin de enero de 2010, aún no se han superado (véase El Mundo Indígena 2018). En este sentido, Lana Tetuanui (miembro de Tapura member), senadora y presidenta de la Comisión Extraparlamentaria para supervisión de la compensación a las víctimas recordó a la ONU que esta ley “era demasiado compleja e insatisfactoria y que el sistema de indemnizaciones no era resolutorio”.16 Y aún así, en febrero de 2017, la Asamblea Nacional votó para eliminar el término “riesgo insignificante” contenido en la Ley Morin, lo que se había presentado como factor que produciría mejor reconocimiento y compensación para las víctimas.

El 4 de diciembre de 2018, la senadora Lana Tetuanui presentó una enmienda dirigida a facilitar la admisibilidad de las reclamaciones de indemnización explícitamente autorizando a los demandantes a completar los pasos emprendidos cuando la víctima muere y autorizando una nueva revisión de expedientes que habían sido rechazados antes de que la ley fuera votada en febrero de 2017, atenuando así las normas de admisibilidad para reclamaciones de indemnizaciones.17

El informe de actividades de 2017 del Comité para Indemnización de las Víctimas de Ensayos Nucleares (CIVEN) destaca otra dificultad relacionada con la compensación a las víctimas de ensayos nucleares: la falta de medios administrativos y financieros otorgados a esta autoridad administrativa, lo que le impide realizar su trabajo adecuadamente.18

Finalmente se reconoce la inocencia de Pouvanaa a Oopa

A Pouvanaa a Oopa (1895-1977) se le considera hoy en día el padre del nacionalismo tahitiano y un pionero del anticolonialismo. Este político, originario de Huahine (Islas de Sotavento) fue el primer polinesio electo en la Asamblea Territorial de la Polinesia Francesa y el fundador de Rassemblement démocratique des populations tahitiennes (Reunión Democrática del Pueblo Tahitiano/RDPT) en 1949. Durante el referéndum de septiembre de 1958 para aprobar la Constitución de la Quinta República, se solicitó también a los Territorios de Ultramar votar a favor o en contra de seguir formando parte de esa República. Pouvanaa a Oopa alentó a las personas a votar “no” en el referéndum, es decir, a favor de la independencia de la Polinesia Francesa. El 11 de octubre de 1958 fue arrestado y acusado de incendio provocado en la ciudad de Papeete. Fue sentenciado a ocho años en prisión y quince años de exilio en la Francia continental, momento en el que ya el Estado francés estaba considerando establecer el centro de experimentación en la Polinesia Francesa, como se evidencia en el trabajo del historiador Jean-Marc Regnault.19 Aunque indultado por el general de Gaulle en 1968, nunca fue absuelto de este delito. En 2014, Christine Taubira, entonces ministra de Justicia, remitió el caso al Comité de Revisión de Procedimientos Penales.20 El 25 de octubre de 2018, el Tribunal de Casación finalmente anuló la sentencia de 1959 y declaró a Pouvanaa a Oopa inocente 40 años después de su muerte.21 

 

Este artículo es parte de la 33ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. Encuentra El Mundo Indígena 2019 completo aquí.

 

Notas y referencias

  1. El último censo que consideró categorías “étnicas” fue en 1988: “Polinesios y similar” registró el 80,58%, “Europeos y similar” 13,28% y “Asiáticos y similar” 5,42%.
  2. Véase http://bit.ly/2STh2mO
  3. Insee Première, N.º 1721 noviembre de 2018. Véase http://bit.ly/2SLTcJH
  4. Página web del Alto Comisionado de la República en la Polinesia http://www.polynesie-francaise.pref.gouv.fr/
  5. Pregunta al Gobierno N.º 489 al Ministerio de https://www.nossenateurs.fr/question/15/18G0489
  6. Asignación de temas del programa de la Comisión Política Especial y de Descolonización (Cuarta Comisión) Actividades económicas y de otro tipo que afectan a los intereses de los pueblos de los Territorios No Autónomos [tema 60]. Véase http://undocs.org/en/A/C.4/73/1
  7. Cuarta Comisión: un político independentista de la Polinesia Francesa anuncia que ha presentado una denuncia contra Francia ante la Corte Penal Internacional por “crímenes contra la humanidad”, 9 de octubre de 2018. https://www.un.org/press/fr/2018/cpsd663.doc.htm
  8. Con la reforma, el número de senadores bajaría de dos a uno y el de diputados de tres a dos o de tres a uno, aún no se ha decidido la cifra final. Véase http://bit.ly/2SLWcpp
  9. Pregunta al Gobierno N.º 393 al Ministerio de Ultramar https://www.nossenateurs.fr/question/15/18G0393
  10. La Croix, 10 de octubre de 2018, «Que sait-on des victimes des essais nucléaires français?».
  11. Pregunta al Gobierno º 489 al Ministerio de Ultramar. Respuesta del Ministerio de Ultramar publicada en el Boletín Oficial del Senado el 12/10/2018 página 13668 https://www.nossenateurs.fr/question/15/18G0489
  12. Véase http://bit.ly/2SJhlAR
  13. Le Monde, 16 de noviembre de 2018. «Essais nucléaires : le président Edouard Fritch reconnaît avoir ‘menti’ aux Polynésiens».
  14. Noticias emitidas en Polynésie Première, “A Look Back”, fecha 27 de diciembre de 2018.
  15. Cuarta Comisión: un político independentista de la Polinesia Francesa anuncia que ha presentado una denuncia contra Francia ante la Corte Penal Internacional por “crímenes contra la humanidad”, 9 de octubre de 2018. https://www.un.org/press/fr/2018/cpsd663.doc.htm
  16. Sesión de 4 de diciembre de 2018 (alta literal de la sesión) en la página web del Senado (pp. 17888-17889) http://bit.ly/2STR17f (PDF); véase también http://bit.ly/2SLfPhw;
  1. Véase http://bit.ly/2SLMALv
  2. Jean-Marc Régnault, 2014, La France à l’opposé d’elle-même : «Il y a un monde du Pacifique» disait de Gaulle, editorial Api
  3. Le Monde, 27 de junio de 2014 «Pouvanaa a Oopa, vers une repentance d’Etat».
  4. Le Monde, 25 de octubre de 2018 «L’ancien député polynésien Pouvanaa a Oopa innocenté soixante ans après».

Gwendoline Malogne-Fer es una socióloga e investigadora adscrita al Centro Maurice Halbwachs (CNRS/EHESS/ENS) de París. En 2007 publicó un libro basado en su tesis de sociología titulado Les femmes dans l’Eglise protestante mā’ohi. Religion, genre et pouvoir en Polynésie française (Las mujeres en la Iglesia protestante Mā’ohi. Religión, género y poder en la Polinesia Francesa”) (Karthala). Su trabajo se enfoca en la intersección entre los estudios de género, la sociología del protestantismo y la antropología de las migraciones. Además, ha producido junto a Yannick Fer dos documentales, uno sobre las demandas culturales en la Iglesia Protestante Mā’ohi: “Pain ou coco. Moorea et les deux traditions” (Panes o cocos: Moorea y las dos tradiciones) (https://vimeo. com/104943192), y el otro sobre los desafíos de la transmisión cultural en la Polinesia Francesa. ‘‘Si je t’oublie Opunohu. Les chemins de la culture à Moorea’’ (Si te olvidara Opunohu. Los caminos de la cultural en Moorea”) (https://archive.org/details/SiJeToubliepnohu-LesCheminsDeLaCultureMoorea).

Etiquetas: Derechos Humanos, IWGIA, Defensores de derechos humanos indígenas

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