En Perú viven más de 4 millones de personas indígenas, 55 pueblos indígenas que hablan 47 lenguas. En 2007 votó a favor de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
4 millones de indígenas viven en Perú, los cuales se agrupan en 55 grupos que hablan 47 idiomas. Perú votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en 2007 y ratificó el Convenio 169 de la OIT. Sin embargo, la población indígena del país sigue luchando en su territorio contra actividades extractivas, hidrocraburos y cultivos de palma aceitera.
Pueblos indígenas en Perú
Según el censo de 2007, la población de Perú incluye a más de 4 millones de indígenas, de los cuales el 83,11% pertenece al pueblo Quechua, el 10,92%, al Aymara, el 1,67%, al Asháninka y el 4,31% pertenecen a otros pueblos indígenas amazónicos. La Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios señala la existencia en el país de 55 pueblos indígenas que hablan 47 lenguas indígenas.
El 21% del territorio peruano está cubierto por concesiones mineras, que se superponen al 47,8% del territorio de las comunidades campesinas. Del mismo modo, el 75% de la Amazonía peruana está cubierta por concesiones de hidrocarburos.
La Constitución del Perú estipula que los idiomas oficiales son el castellano y, en las áreas donde los pueblos indígenas sean mayoría, también lo son el quechua, el aymara y otras lenguas indígenas. Según el Ministerio de Cultura, hay 47 lenguas indígenas u originarias en el país. Casi 3,4 millones de personas hablan el quechua y 0,5 millones el aymara. Ambos idiomas predominan en el área Costa-Andes.
Principales desafíos para los pueblos indígenas de Perú
Las actividades extractivas, como los derrames de petróleo y el cultivo de palma aceitera, y el cambio climático, como la sequía y los incendios forestales, son las principales amenazas para las comunidades nativas y la gran variedad de ecosistemas y riqueza de recursos naturales en Perú.
Actualmente, el 21% del territorio peruano está ocupado por concesiones mineras, que se superponen en el 47.8% del territorio de las comunidades campesinas. De manera similar, el 75% de la Amazonía peruana está cubierta por concesiones de petróleo y gas. Esta superposición de derechos sobre los territorios comunales, la enorme presión ejercida por las industrias extractivas, la falta de cohesión territorial y la ausencia de consultas previas efectivas están exacerbando los problemas territoriales y conflictos socioambientales en Perú.
Mira como la expansión de carreteras en la región de Madre de Dios de Perú y la consecuente invasión de madereros, mineros y plantaciones ilegales es una amenaza importante para los pueblos indígenas, ya que la deforestación y la contaminación están destruyendo su forma de vida tradicional.
Caso: Autodeterminación del pueblo Wampis
Pese a que durante el año 2016, los pueblos indígenas no se han protagonizado los grandes temas del debate público, una noticia alentadora fue la consolidación del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis (GTANW). Este proyecto nació en noviembre de 2015 como una manifestación colectiva de autonomía por parte del pueblo Wampis frente al Estado peruano. Después de afianzar su estructura durante el año, la nación Wampis ha alcanzado soberanía jurisdiccional sobre un territorio de 1.300.000 hectáreas ubicadas entre las regiones de Loreto y Amazonas. Esta área, que los protege ante cualquier interés externo por sus recursos naturales, es similar a un tercio del territorio de Suiza. Hasta mediados de 2016 se estimaba que unas 11.000 personas habitaban el territorio wampis.
Este caso marca un hito en materia de soberanía indígena, pues la constitución autónoma de este gobierno obliga al Estado peruano a reconocer su independencia dentro de sus propios límites territoriales.Sin pretenderlo de manera expresa, la nación Wampis ha inspirado a otros pue blos indígenas, como el Kandozi y el Chapra, que han anunciado iniciativas similares.
Aprende más sobre los Wampís en este documental sobre el Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis:
Durante un periodo de alrededor de dos décadas el movimiento indígena ha crecido como fuerza internacional, logrando un marcado impacto en las Naciones Unidas y en la Organización Internacional del Trabajo. En este volumen, el autor toma en cuenta las demandas entre los Arakmbut sobre sus territorios y recursos, en conjunción con el creciente desarrollo de los derechos indígenas a nivel internacional. Sin embargo, el autor señala una significativa diferencia de percepción: mientras que la legislación sobre derechos humanos no-indígenas se legitima por medios judiciales, los Arakmbut encuentran la legitimidad de su sistema legal a través del mundo del espíritu. La invisibilidad de este mundo lo hace aparecer como no-existente ante los observadores no-indígenas. Sin embargo, no considerar su importancia impide que los foráneos comprendan y aprecien su significado en la lucha de los Arakmbut por sobrevivir.
El libro es uno de los resultados del trabajo investigativo realizado por Lily la Torre sobre la experiencias de la explotación petrolera en los territorios indígenas en la Amazonía peruana. La autora es una abogada peruana que trabaja con la ONG Racimos de Ungurahui, que durante muchos años ha sido asesora legal de muchas federaciones indígenas locales y nacionales en Perú.
Nosotros, los Amarakaeri, vivimos en el Departamento de Madre de Dios de Perú. Cuando la historia comenzó nuestras tierras eran nuestros hogares y durante miles de años hemos cazado, pescado y cultivado alimentos en las selvas. A pesar de que esas son nuestras tierras, el Ministerio de Agricultura todavía no ha concedido títulos oficiales. Y si bien se nos ha reconocido como comunidad durante muchos años, todavía estamos esperando los documentos de titulación de nuestras tierras.
Durante los Últimos diez años hemos estado trabajando en la minería del oro en las playas y arrollos cerca de nuestra comunidad, y poco a poco hemos podido comprar los bienes que necesitamos para vivir como ropa, cazuelas y sartenes, herramientas y otras cosas esenciales. Mientras que en el pasado hemos podido vivir sin ser molestados, hoy las cosas han cambiado. El oro ha sido, o bien minado o bien los extranjeros han utilizado permisos (en general obtenidos ilegalmente) para amenazarnos y echarnos de nuestras tierras. A veces usan armas de fuego para mantenernos fuera de nuestras tierras.
El presente texto tiene un doble propósito. De un lado, pretende reunir algunas informaciones útiles acerca de los trabajos territoriales emprendidos por la primera región descentralizada del movimiento indígena amazónico peruano, la que se constituyó como Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo (CORPI), dentro del sistema nacional liderado por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP). De otro, busca resaltar, desde una experiencia concreta, la importancia central de las demandas territoriales como eje de articulación de las diferentes manifestaciones del movimiento organizativo indígena en la Amazonía. Editado por CORPI en colaboración con: Pedro García, Alberto Chirif y Alexander Surralés y el Grupo Internacional sobre Asuntos Indígenas (IWGIA).
EL 18 de Julio de 1995, con las elecciones ganadas por una amplia mayoría, el gobierno Fujimori promulgó la Ley 26505, «Ley de la Inversión Privada en el Desarrollo de las Actividades Económicas en las Tierras del Territorio Nacional y de las Comunidades Campesinasy Nativas», aprestándose para un segundo período presidencial en el que la coyuntura le ofrece las mejores posibilidades para conducir el agro hacia los objetivos liberales que, desde un comienzo,estuvo de acuerdo en acatar. Acogida con cierto beneplácito por algunos sectores productivos e, incluso, por algunas instituciones que consideran sus dispositivos como adecuados a los actuales problemas del agro peruano, la Ley se ha visto con mucha preocupación por las comunidades indígenas de la amazonía por considerar que supone un paso atrás en sus luchas territoriales. Las organizaciones indígenas de la amazonía peruana han reaccionado contra el dispositivo, y han generado un proceso de análisis en el que ha participado un buen número de instituciones solidarias con su movimiento.
El propósito del presente documento es el de procurar un panorama tan completo como sea posible sobre la situación actual de los Yagua determinando el conjunto de coacciones del que son víctimas. Después de más de tres siglos, y con una incidencia muy particular durante estos últimos decenios, los Yagua soportan las consecuencias de la colonización blanca en su territorio; tres siglos de dependencia y opresión, de sumisión ante un invasor que se ha esforzado en negarlos y destruirlos. Esta presencia, particularmente sentida en el período de los 'boom' económicos y de las guerras fronterizas, tiende hoy a intensificarse con la nueva política de 'conquista de la Amazonía' y de colonización de fronteras (concepto de fronteras vivas). Frente a esta recrudescencia de violencia y opresión, que pasa hoy, y después de la explotación secular de talado forestal, la peleteria o la extracción de caucho, por el rapto sistemático de mujeres jóvenes y agua para su explotación en el mercado mestizo o la deportación de grupos a las cercanías de los albergues de turismo, se ha hecho urgente presentar un documento de reflexión y de análisis sobre su situación presente.
El Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA) es una organización global de derechos humanos dedicada a promover y defender los derechos de los pueblos indígenas. Conócenos
Nuestro anuario, El Mundo Indígena, ofrece un informe actualizado de la situación de los pueblos indígenas en todo el mundo. Descargar El Mundo Indígena