• Pueblos indígenas en Panamá

    Pueblos indígenas en Panamá

    Hay siete pueblos indígenas de Panamá: los Ngäbe, Buglé, Guna o Dule, Emberá, Wounaan, Bri bri, Naso Tjërdi. Aunque Panamá ha suscrito la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, las comunidades se enfrentan a serios desafíos, especialmente relacionados con su reconocimiento, derechos territoriales y casos de desalojo forzado.

El Mundo Indígena 2021: Panamá

El censo nacional estaba previsto efectuarse durante el 2020, pero por la pandemia del COVID-19 se postergó. Por esta razón, la cifra de la población panameña se muestra petrificada en el tiempo con 3.4[1] millones de habitantes, de los cuales 417.559[2] (12.28%) son indígenas.

Los pueblos indígenas Dule, Embera, Wounaan, Ngäbe, Bugle, Naso Tjër Di y Bri Bri están institucionalizados y participan en la organización madre Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá[3] (COONAPIP). Este año, se consolidó más en el Viceministerio de Asuntos Indígenas del Ministerio de Gobierno, los 12[4] congresos y consejos. De esta manera, en el Consejo Nacional de Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas[5] todos tuvieron un espacio.

Después de más de 40 años de lucha y reivindicación de sus tierras ancestrales, los Naso Tjër Di lograron este año cierta autonomía y reconocimiento de su división político-administrativa al sumar una comarca más.[6]

Panamá sigue sin ratificar el Convenio 169 de la OIT, pero ha votado a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.


Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí


Avances en los derechos políticos y sociales en medio de la pandemia

Dos hechos son notorios en medio de zozobras y muerte. El primero, sin claudicar sus esfuerzos, las autoridades comunales, dirigidas por el rey[7] (autoridad tradicional) Reynaldo Santana, del pequeño reino (pueblo) Naso Tjër Di, pero grande en mantener con armonía y con equilibrio su relación y contacto con la madre tierra de 160.616[8] hectáreas, se convirtió el 4 de diciembre en la sexta[9] comarca de Panamá.

Las vicisitudes que se mencionan más arriba se relacionan a que la propuesta de Ley 656 antes de ser promulgada en la gaceta oficial, estuvo de manos en manos, de instancias gubernamentales a la Asamblea Nacional de Diputados, de presidentes a presidentes de la República, inclusive de los ambientalistas radicales que querían deshacerse de la casa común ancestral de los Naso Tjër Di. La última palabra fue la de la Corte Suprema de Justicia[10] que manifestó:

El artículo 1 de la Ley 656 no infringe el contenido de los artículos 4 y 120 de la Constitución Política, de los cuales uno de ellos guarda relación con la obligatoriedad de Panamá de acatar las normas de Derecho Internacional, mientras que el otro se refiere al deber del Estado de proteger el medio ambiente[11].

El segundo hecho se relaciona con el derecho a la comunicación y a la información. El 25 de noviembre de 2020, se lanzó al aire la radio digital[12] de los pueblos indígenas denominada Voces Originarias Panamá.  Uno de sus promotores, Ariel González de la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá, explica que a pesar de que en las comarcas indígenas hay frecuencias de radio libres, la legislación panameña limita la apertura de radios formales para los pueblos indígenas. Por este motivo, optaron por esta alternativa después de no conseguir un espacio por ondas hertzianas de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones de la Autoridad Nacional de los Servicio Públicos (ASEP).

La emisora tiene programación en siete idiomas propios de los pueblos indígenas de Panamá, con música, análisis de los aconteceres comarcales, propiedad colectiva de tierras, áreas anexas y noticias.

Medicina e interculturalidad en el tiempo de COVID-19

Se debió haber superado el concepto y la práctica sobre la interdependencia de dos saberes diferentes: occidental e indígena, por ende, de la medicina occidental e indígena para valorar en su justa dimensión la prevención de enfermedades. Mientras en el primero predomina un modelo positivista del conocimiento en el cual se toma en cuenta básicamente la enfermedad y sus síntomas, en el segundo opera un modelo que trabaja desde una visión del mundo más espiritual, relacionado con su realidad física, social y cultural.

Desde marzo -cuando se declaró el primer contagio proveniente de España-, el Ministerio de Salud y los pueblos indígenas deberían haber invocado a la Ley 17 del 27 de junio de 2016, que establece la protección de los conocimientos de la medicina tradicional indígena. En este sentido, el diálogo ya se había avanzado y era solamente cumplir la norma descrita en el Art. 2.7 de la Ley 17:

La medicina tradicional indígena es el conjunto de conocimientos, cantos, ritualidades que poseen los pueblos indígenas de manera colectiva, adquiridos por generaciones o por alguna instancia competente, sobre las propiedades y uso de la biodiversidad o recursos biológicos en la prevención, curación y rehabilitación de las enfermedades espirituales o sintomáticas de los seres humanos.[13]

De esta manera, se desperdició un hecho extraordinario y excepcional para unificar las dos visiones complementarias. Los datos oficiales no se ocuparon en precisar los impactos sobre comunidades y pueblos indígenas ni tampoco se tomaron como sectores sociales priorizados para las acciones de prevención, mitigación.

Los meses de la pandemia del COVID-19 han sido sumamente difíciles para los pueblos indígenas: reinó inseguridad y miedo, cuarentenas voluntarias decretadas por las mismas autoridades tradicionales de las comunidades, entre otras cuestiones. Aunque las orientaciones y campañas del gobierno nacional han sido sistemáticas, a través de las gobernaciones y representantes de corregimientos y con funcionarios indígenas, estos mensajes no se expresaron con pertinencia cultural. Poco o casi nada han tomado en cuenta la medicina de los pueblos indígenas ante la crisis sanitaria.

Desembolso de 2 millones para la prevención y control del COVID-19

Desde el 10 de julio de 2020, se anunció un desembolso por el orden de los 2 millones de dólares en cumplimiento al Plan de Acción para la Prevención y control del COVID-19 en las comarcas y territorios colectivos indígenas. La coordinación entre los ministerios de Gobierno, Salud y Economía y Finanzas para “agilizar” la compra de insumos y equipos sanitarios en el marco del Proyecto de Apoyo al Plan Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas se vivió con críticas y demandas de pueblos indígenas.[14]

Decisiones entre autoridades indígenas o la espera al Ministerio de Salud

En los primeros meses, los congresos generales Guna de la comarca Gunayala decretaron los cercos sanitarios y el cierre de los puntos de entrada más importantes, especialmente en los puertos de Niga Kantule y Dibin en el sector Gardi, para evitar que el virus llegara a la región. Mientras fueron avanzando los meses, igual que como a cualquier panameño, las empresas fueron suspendiendo los empleos a los indígenas. Aunque el gobierno decretó no llevar a cabo desalojos forzados, sus propietarios tomaron acciones, lo que generó que los congresos generales acudieran a solicitar salvo conductos al Ministerio de Salud para aquellos Guna con problemas financieros y de alimentación para trasladarlos a la comarca Gunayala. Después de sendas cartas remitidas a las autoridades competentes del gobierno central y sin recibir respuestas, las autoridades Guna buscaron vías alternas a través del Viceministerio de Asuntos Indígenas.

Sin embargo, estas acciones concretas de las autoridades Guna (sagladummagan) para salvaguardar la salud y la vida de sus pobladores, no se observaron convenientes tanto por la Directora Regional de Salud de Gunayala como por el intendente (gobernador) de la región. En este marco, las autoridades indígenas acusaron mediante nota de “querer indisponer las acciones de los máximos organismos en una situación de emergencia”[15] y se analizó como acciones políticas partidistas, burocrática y falta de respeto a las autoridades locales y comarcales que han trabajado duramente en el combate del COVID-19”.

Los funcionarios del gobierno tuvieron que aceptar su error. Hasta el 31 de octubre, es decir, en dos meses y medio, 3.364 personas, entre hombres, mujeres y niños de las 50 comunidades, se trasladaron a Gunayala.[16]

Incidente de Mascarilla o cubre boca

La comarca Gunayala es un pueblo Dule con dos instituciones tradicionales instituidas: el Congreso General Guna con funciones político-administrativas, y el Congreso General de la Cultura Guna, que se desempeña como salvaguarda del patrimonio cultural y espiritual y de custodio y transmisión de conocimientos, prácticas y saberes Guna. En este contexto, los saglagan (autoridades espirituales), reunidos en su Asamblea General en la comunidad de Aggwadub, durante los días 20 al 26 de octubre de 2020, analizaron algunas medidas sanitarias que el Ministerio de Salud y el gobierno nacional estaban decretando sin la consulta previa, libre e informada, tales como: comités comunitarios de COVID-19 en cada una de las 51 comunidades, uso de mascarillas o cubre bocas, el distanciamiento social, entre otras cuestiones.

Al respecto de los comités de salud comunitarios COVID-19, las autoridades espirituales apreciaron que al otorgarle tal liderazgo no sólo estaban cumpliendo ese rol, sino que tomaron otras decisiones que corresponden a ellos. Esta situación de superposición de poderes creó malestar entre la dirigencia. Por lo que resolvió que “queda prohibido el uso de la mascarilla en las comunidades” y se dictaminó que “prevalecerá nuestra medicina”.[17].

Otras acciones en época de COVID-19

El 29 de noviembre de 2020, la Intendencia de Gunayala recibió una donación de la Embajada de la República Popular Chica[18] de: 15 mil mascarillas quirúrgicas, 120 paquetes de jabones liquidos, 120 unidades de alcohol al 70%, 240 unidades de gel antibacterial y cinco termómetros infrarrojos, como parte de la estrategia en atender a las comunidades más vulnerables en medio de la pandemia del COVID-19.

La Encuesta Nacional de Salud del Instituto Conmemorativo Gorgas en conjunto con la Contraloría General de la República y el Ministerio de Salud,[19] llegó a esta conclusión en su informe: “El área indígena utilizó en mayor proporción para financiar sus gastos de salud la ayuda familiar, el crédito bancario y las donaciones”. El mismo informe explicó que el 53.9% de las familias del área indígena manifestaron que nunca o casi nunca tienen ingresos económicos para cubrir los gastos en salud.

Otra situación que acaparó las noticias en los medios de comunicación masivos de Panamá, fue la del día 17 de abril cuando se notificó un brote de COVID-19 en la comunidad indígena de Koskuna, ubicada en el corregimiento de Veracruz (Panamá Oeste), bajo la jurisdicción sanitaria de la región metropolitana de salud. El Ministerio de Salud habilitó un centro de toma de muestras de COVID-19 e instaló un cerco sanitario en esta comunidad. Hubo pérdida de vidas, sin embargo, al mes los habitantes habían recuperado la tranquilidad.

 

Heraclio López Hernández (Surub). Filósofo de profesión. Experto Universitario en Pueblos Indígenas, Derechos Humanos, Gobernabilidad y Cooperación Internacional. Postgrado en Mediación. Con conocimiento probado en incidencia política, titulación de tierras colectivas, territorios y recursos naturales de los pueblos indígenas. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí

 

Notas y referencias

 [1] Distribución Territorial y Migración Interna en Panamá. Censo 2010. Contraloría General de la República, Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). Panamá, 2014. Unidad de Análisis Demográfico. Tabla 1: Población total en la República, según área. Censo 1950 – 2010. P. 2. Consultado el 2 de diciembre de 2020. Disponible en https://www.inec.gob.pa/archivos/P0705547520200925152431Distribuci%C3%B3n%20Territorial%20y%20Migraci%C3%B3n%20Interna%20en%20Panam%C3%A1-Censo2010_F.pdf

[2] Diagnóstico de la población indígena de Panamá con base en los censos de Población y Vivienda de 2010. Censos Nacionales 2010. XI de Población y VII de Vivienda. Cuadro N° V.3; Superficie, población de las comarcas indígenas: censos de 2000 y 2010. P. 40 Consultado el 2 de diciembre de 2020. Disponible en  https://www.inec.gob.pa/archivos/P6571INDIGENA_FINAL_FINAL.pdf

[3] Ver https://www.coonapippanama.org/. Consultado 27 de diciembre de 2020.

[4] Por ejemplo, los Gunadule están asentados en cuatro territorios autónomos independientes como son la Comarca Gunayala, la Comarca Kuna de Madungandi, la Comarca Kuna de Wargandi y el Territorio Ancestral Tule de Tagarkunyala. Igual suerte corrierron los Emberá y Wounaan al crearse la Comarca Emberá en 1983 en dos globos de terreno, conocidos como Cémaco y Sambú. En la provincia de Darién, 43 comunidades Emberá y Wounaan quedaron fuera y crearon sus propias estructuras de gobernanza. Así tenemos el Congreso General de Tierras Colectivas Emberá y Wounaan, el Congreso Nacional Wounaan y el Congreso General de Alto Bayano Embera. Mientras que en el oeste de Panamá, tenemos el Consejo General Naso Tjer Di, Consejo General Bri Bri, el Congreso General Ngäbe-Buglé y Campesina y el Congreso General Buglé.

[5] “Consejo Nacional de Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas abordan avances de proyectos”. Ministerio de Gobierno, Gobierno de Panamá, 5 de abril de 2020, consultado el 2 de enero de 2021. Disponible en https://www.mingob.gob.pa/consejo-nacional-de-desarrollo-integral-de-los-pueblos-indigenas-abordan-avances-de-proyectos/.

[6] Ley N° 188 (4 de diciembre de 2020) que crea la Comarca Naso Tjër Di. Gaceta Oficial Digital N° 29170-A, 7 de diciembre de 2020.

[7] Artículo 9 de la Ley N° 188 de 2020: “El Estado reconoce el régimen de gobierno y administración tradicional de la comarca naso, conformado por el Consejo General Naso, que tendrá como máxima autoridad al rey y su suplente”.

[8] Artículo 1 de la Ley 188 de 2020.

[9] Daniel M. Alarco. La Estrella de Panamá. 4 de diciembre de 2020

[10] Gaceta Oficial Digital. Año CXVIX. Panamá, R. de Panamá, miércoles 02 de diciembre de 2020. Nª 29167-A. Corte Suprema de Justicia. Fallo Nª  S/N (De miércoles 28 de octubre de 2020) “Por el cual se declara que no son inexequibles los artículos 1 y 8 del Proyecto de Ley Nª 656 “Que crea la comarca Naso Tjer Di”. Disponible en https://www.gacetaoficial.gob.pa/pdfTemp/29167_A/GacetaNo_29167a_20201202.pdf

[11] Ibid. 2020. pp. 4, 7, 8, 11, 32 y 33.

[12] Dimitry Díaz. “Pueblos Indígenas de Panamá ya tienen su radio digital”. Mi diario.com, 25 de noviembre de 2020. Disponible en https://www.midiario.com/ciencia-y-tecnologia/pueblos-indigenas-de-panama-ya-tienen-su-radio-digital/#:~:text=Los%20pueblos%20ind%C3%ADgenas%20ya%20cuentan,para%20tener%20una%20m%C3%A1s%20formal.

[13] República de Panamá. Ministerio de Salud. Decreto Ejecutivo N° 39 de 12 de febrero de 2019, que reglamenta la Ley 17 del 27 de junio de 2016, que establece la protección de los conocimientos de la medicina tradicional indígena.

[14] “Coordinan acciones para el desembolso de 2 millones de dólares para controlar pandemia en Territorios Indígenas”. Ministerio de Gobierno, 10 de julio de 2020, consultado el 5 de enero de 2021. Disponible en https://www.mingob.gob.pa/coordinan-acciones-para-el-desembolso-de-2-millones-de-dolares-para-combatir-pandemia-en-territorios-indigenas/

[15] “Aclaración sobre gestiones de Congresos Generales en medio de la crisis sanitaria”. Congreso General de la Gunayala, 20 de agosto de 2020. Disponible en https://www.gunayala.org.pa/comunicado_aclaraciones_sobre_gestiones_congresos_generales_gunayala.htm

[16] “Comunidades que han recibido a su gente”. Congreso General de la Gunayala, 31 de octubre de 2020. Disponible en https://www.gunayala.org.pa/lista_traslado_a_gunayala.htm

[17] Resolución N° 4. Onmaggeddummad Namaggaled / Congreso General de la Cultura Guna, reunida en su Asamblea General en la comunidad de Aggwadub, los días 20 al 26 de octubre de 2020.

[18] “Gobernación de Guna Yala recibe donación”. Ministerio de Gobierno, Gobierno de Panamá, 29 de noviembre de 2020. Disponible en https://www.mingob.gob.pa/gobernacion-de-guna-yala-recibe-donacion/

[19] Según la nota de Ismael Gordón Guerrel publicada en La Estrella de Panamá, el 22 de noviembre de 2020. Disponible en www.laestrella.com.pa/nacional/201122/panama-cuatro-hogares-cuenta-ingresos

Etiquetas: Gobernanza Global, Derechos Humanos

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