• Pueblos Indígenas en Israel

    Pueblos Indígenas en Israel

El Mundo Indígena 2023: Israel

Los ciudadanos árabes beduinos de Israel son originarios del desierto del Néguev (Naqab, en árabe), donde han vivido durante siglos como pueblo seminómada, mucho antes de que se estableciera el Estado de Israel en 1948. Los miembros de la comunidad beduina son parte integral de la minoría árabe palestina, además de ser ciudadanos del Estado de Israel. Combinan el pastoreo con la agricultura y se asientan en aldeas vinculadas por sistemas de parentesco (tribus), lo que ha determinado en gran medida la propiedad de la tierra. Antes de 1948, entre unos 65.000 a 100.000 beduinos vivían en el Naqab. Después de esa fecha, la mayoría fueron expulsados o huyeron a Gaza, Egipto, Cisjordania y Jordania, y quedaron solo unos 11.000 en la zona.

A principios de la década de 1950 y hasta 1966, Israel concentró a los beduinos en una zona restringida, conocida con el nombre de “al-Siyāj”, bajo administración militar, que representaba solo alrededor del 10 % de su tierra ancestral original. Durante ese período, aldeas enteras fueron desplazadas de sus emplazamientos en el Naqab occidental y septentrional y sus habitantes fueron trasladados a la zona de Siyāj.[1]

Hoy, unos 300.000 ciudadanos beduinos de Israel viven en el Naqab en cuatro tipos de lugares: municipios planificados por el gobierno, aldeas reconocidas, aldeas en proceso de ser reconocidas[2] y aldeas que Israel se niega a reconocer (aldeas no reconocidas).[3] Hay 35 aldeas beduinas no reconocidas en el Naqab a las que Israel denomina aldeas de “dispersión” o “ilegales”, y llama a sus habitantes “intrusos” en tierras del Estado y “delincuentes”.[4]

La mayor parte de la población beduina perdió sus tierras cuando Israel las declaró Mawat (tierras agrícolas “muertas” y sin cultivar) y las reclamó como tierras del Estado.[5] Los territorios que pertenecían a aquellos beduinos que se convirtieron en refugiados, así como también gran parte de los que poseían los beduinos que permanecieron en Israel, fueron incautados y nacionalizados mediante varias leyes, entre ellas la Ley de Propiedad de Ausentes (1950)[6] y la Ley de Adquisición de Tierras (1953).[7]

No se hicieron excepciones con los beduinos del Naqab, quienes fueron desalojados por la fuerza de sus tierras ancestrales por el mismo gobierno de Israel que posteriormente se convirtió en el guardián “legítimo” de esas tierras. La Ley de Planificación y Construcción promulgada en 1965 facilitó que la mayor parte de la zona de Siyāj fuera clasificada como tierras agrícolas. Desde el momento en que la ley entró en vigor, todas las casas construidas en esta zona se consideraron ilegales, y todas las casas y estructuras que ya existían allí fueron declaradas ilegales con carácter retroactivo.[8]

Desde principios de la década de 1970, Israel ha llevado a cabo un proceso de urbanización no consensuado y no participativo. El Estado registra que el 72,9 % de los residentes beduinos del Naqab son pobres y que el 79,6 % de las niñas y niños del lugar vive por debajo del umbral de pobreza.[9] Sin embargo, en estos indicadores nacionales de pobreza no se incluye a los residentes de las aldeas no reconocidas.[10] Además de los siete municipios, a partir de 1999 el Estado reconoció 11 aldeas beduinas,[11] y ensalzó dicho reconocimiento como un cambio fundamental en la política del gobierno, que anteriormente se había centrado exclusivamente en la urbanización forzada. En junio de 2021, el acuerdo de coalición firmado por el jefe de la Lista Árabe Unida, el Vice Primer Ministro y el Ministro de Asuntos Exteriores, y el Primer Ministro incluyó el reconocimiento de las aldeas beduinas no reconocidas de Khašim Zannih, Rakhamah y ̕Abdih en los primeros 90 días de gobierno. A pesar de que el Gabinete aprobó la decisión en noviembre de 2021, lo hizo bajo la condición de que, al menos, el 70 % de los residentes beduinos dieran su consentimiento para dejar sus tierras y se mudaran a las nuevas aldeas establecidas antes de que el proceso de reconocimiento se encontrara finalizado. Esta condición no tiene precedentes si se las compara con las localidades judías, y resulta de difícil cumplimiento ya que requiere el traslado de los residentes a los límites de una aldea que todavía no ha sido debidamente reconocida.[12]

Sin embargo, dos décadas más tarde, no existe una diferencia significativa entre estas aldeas y las no reconocidas. A los residentes de la mayoría de las aldeas reconocidas se les sigue negando el acceso a los servicios básicos y están bajo la amenaza constante de que sus viviendas sean demolidas.[13] El 28 % restante de la población beduina (alrededor de 100.000 personas) vive en aldeas no reconocidas[14] que no aparecen en ningún mapa oficial. Además, la mayoría de ellas no cuenta con instalaciones sanitarias o educativas, ni infraestructura básica. Sus residentes no tienen a su disposición organismos oficiales de gobierno local y solo están representados en el Consejo Regional de las Aldeas No Reconocidas (RCUV, por sus siglas en inglés), un órgano comunitario informal.


Este artículo es parte de la 37a edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. Encuentra El Mundo Indígena 2023 completo aquí.


 

La violación sistémica de los derechos a la libertad de expresión y a la protesta de los ciudadanos indígenas por parte del Estado

En enero de 2022, Keren Kayemet LeIsrael y el Fondo Nacional Judío (en adelante, KKL-JNF) comenzaron a plantar bosques en las tierras de la familia Al-Atrash en las aldeas de Saʿwah y Khirbit al-Watan. Este proyecto, la “siembra comunal de semillas”, abarcaba 5.000 dunams (1.250 acres) a lo largo del arroyo Anim, que fluye hacia el wadi Beer Sheva.[15] El 13 de enero, miles de residentes beduinos y otros activistas se reunieron en la Carretera 31 para protestar en contra de las actividades de KKL-JNF, como la que se llevaba a cabo en las tierras de la familia Al-Atrash, en una manifestación que había sido aprobada por la policía. Miembros de la comunidad y activistas de la región hicieron oír sus objeciones a la incautación extrajudicial de tierras beduinas cuya propiedad está siendo reclamada en parte por la familia Al-Atrash.[16] La respuesta que obtuvieron fue una brutalidad policial sin precedentes.

Múltiples testimonios recibidos por el Foro de Coexistencia del Néguev (NCF, por sus siglas en inglés)[17] muestran la forma en que la policía reprimió de manera violenta a los manifestantes varios minutos después del comienzo de la protesta. Los métodos que fueron registrados por el NCF incluyen: el uso de balas de goma, el empleo de caballos para atropellar e intimidar a los manifestantes, la utilización de violencia física innecesaria y extrema, y la utilización de gas lacrimógeno y drones. Estos métodos son legales y pueden ser utilizados libremente por la policía sin importar el resultado. Es relevante subrayar cómo, en definitiva, la finalidad de estas medidas era reprimir a ciudadanos israelíes que no se encontraban armados para evitar que ejercieran su derecho legítimo a la protesta. Cinco meses más tarde, algunos de ellos continuaban detenidos, mientras que otros aún experimentaban miedo y estrés postraumático.

Como consecuencia de la labor de incidencia internacional que el NCF ha llevado a cabo para denunciar la violencia policial durante las protestas en el Naqab en enero de 2022, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre cuestiones de las minorías, la Relatora Especial en el ámbito de los derechos culturales, el Relator Especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, y la Relatora Especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia han enviado un comunicado al Estado de Israel solicitando sus comentarios en cuanto a estas acusaciones relativas al derecho internacional de los derechos humanos, (Relator Especial sobre cuestiones de las minorías, 3 de julio de 2022).

Durante las semanas siguientes, la policía detuvo, investigó e intimidó a ciudadanos beduinos de las comunidades circundantes. Los testigos se preguntan si los ataques fueron premeditados con el propósito de evitar futuras manifestaciones, y para suprimir el creciente activismo político encabezado por líderes beduinos de los derechos civiles en contra del JNF. Ciento cincuenta y cinco ciudadanos beduinos fueron arrestados solo por estar presentes en la manifestación.[18] La Agencia de Seguridad Israelí, Shabak, detuvo e investigó entre seis y ocho personas durante lo que supuestamente fue considerada una campaña “antiterrorista”. Para julio de 2022, el número de imputaciones penales ascendía a 38. Cientos de beduinos fueron arrestados en las semanas siguientes a la manifestación, por lo general, sin motivo u orden judicial alguna. Asimismo, para la misma fecha, había cuatro menores con arresto domiciliario, todos ellos con órdenes de restricción y otros cuatro adultos detenidos hasta la finalización del proceso judicial. Se presentó una imputación penal en contra de todos ellos. Por otra parte, docenas de activistas resultaron heridos durante la manifestación.

 

Una forma continua de acosar activistas beduinos y defensores de los derechos humanos

La secretaria académica del Comité de Ética de la Universidad Ben Gurion citó a Watan Mahdi, una estudiante árabe y activista de izquierda afiliada al partido Jadash, para que se sometiera a un procedimiento disciplinario debido a un texto de Mahmoud Darwish que leyó en la manifestación del Día de la Nakba llevada a cabo el 22 de mayo. La universidad sostiene que citar al poeta palestino que alienta a “recordar a los mártires que lograron la unidad del país, del pueblo y su historia” constituye incitación al terrorismo. La citación se envió el 27 de julio luego de una queja presentada por el grupo universitario Im Tirtzu, un grupo sionista de derecha, según el cual la estudiante habría desobedecido las instrucciones de las autoridades y los acuerdos que se habían alcanzado con la universidad antes de la manifestación. El 27 de octubre, la Asociación por los Derechos Civiles en Israel (ACRI, por sus siglas en inglés) apeló ante el decano y el rector de la universidad y solicitó que se cancelara el procedimiento disciplinario en contra de la estudiante.[19] La asociación manifestó que es absurdo iniciar una demanda por una frase en árabe debido a la interpretación que esa palabra tiene para el público judío, y que no se sostiene como argumento por su marcado sesgo cultural y político.

Otro caso que demuestra la opresión del Estado sobre el derecho básico de libertad de expresión es la detención de la defensora de los derechos humanos y estudiante de farmacia beduina, Mariam Abu Kwider. El 12 de mayo, luego de una manifestación en memoria de la periodista Sheerin Abu Aqla llevada a cabo en la Universidad Ben Gurion, varios policías vestidos de civil la detuvieron. Ella había sido interrogada con anterioridad por la Agencia de Seguridad israelí por publicar contenido en las redes sociales que, presuntamente, promovía la incitación. Mariam fue arrestada por la fuerza y llevada a la estación de policía en un automóvil civil, mientras otros estudiantes la seguían en sus propios vehículos.[20] La Corte de Magistrados acordó liberarla bajo condiciones restrictivas (arresto domiciliario sin uso de las redes sociales, las computadoras y el teléfono) y luego del pago de una fianza de USD 1.500 y dos garantías de USD $ 3.000. La decisión que tomó el juez fue recurrida por la policía ante la Corte de Apelaciones. La abogada Ibn Bari interpuso otra apelación para anular la sentencia de detención por cuatro días y el juez decidió mantenerla bajo arresto durante 10 días. Mariam Abu Kwider está siendo juzgada por incitación, tiene prohibido utilizar su teléfono y acceder a Internet. Además, se encuentra bajo “custodia humana”, es decir, no puede moverse sin que alguno de los guardias la acompañen.

 

Organismos de las Naciones Unidas relacionados con los derechos indígenas de los beduinos en 2022

Desde el recrudecimiento de la violencia en mayo de 2021,[21] la Comisión Internacional de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, e Israel (en adelante, CoI, por sus siglas en inglés) ha trabajado con el propósito de obtener información sobre múltiples violaciones de derechos humanos que han tenido lugar desde esa fecha. El NCF ha contribuido al informe de la CoI que se ha presentado en septiembre durante el 77.º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En el capítulo cuatro, Naturaleza del control ejercido por Israel en los territorios que ocupa y situación en el propio Israel, se informa que en 2022:

Los ciudadanos palestinos de Israel siguen estando sujetos a políticas discriminatorias como las confiscaciones de tierras, las demoliciones y los desalojos, que afectan sobre todo a los beduinos del Néguev y a los palestinos que residen en otras zonas de Israel. Además, varias leyes israelíes discriminan a los ciudadanos palestinos de Israel. Por ejemplo, la Ley del Estado Nación de 2018 dispone que el derecho a la libre determinación en Israel es exclusivo del pueblo judío y suprime la condición del árabe como lengua oficial junto al hebreo. (…). Las comunidades de beduinos y pastores corren especial riesgo de sufrir demoliciones, desalojos forzosos y traslados forzosos. Las autoridades israelíes los han coaccionado abiertamente para obligarlos a abandonar sus hogares y que sean los israelíes los que hagan uso de las tierras.[22]

En las conclusiones, se indica que:

Las acciones de Israel que constituyen una anexión de facto incluyen la expropiación de tierras y recursos naturales, la construcción de asentamientos y puestos de avanzada, el mantenimiento de un régimen de planificación y construcción restrictivo y discriminatorio para los palestinos y la extensión extraterritorial del derecho israelí a los colonos israelíes de la Ribera Occidental.[23]

Las acciones sistemáticas de ocupación de la Ribera Occidental se replican y se aplican en las aldeas no reconocidas del Néguev-Naqab, dentro de territorio israelí, donde las tierras se expropian de manera constante, y donde el desarraigo y las actividades de forestación son prácticas frecuentes del Estado que busca despojar a los ciudadanos beduinos de sus tierras.

Según el anuncio de la exministra del Interior, Ayelet Shaked, en marzo, el gobierno aprobó el establecimiento de 14 nuevos asentamientos judíos en el Néguev.[24] Estas decisiones gubernamentales reflejan la reproducción de los mecanismos de opresión que ocurren en los territorios ocupados de Palestina y demuestran una clara segregación entre los residentes judíos y árabes que viven en el Néguev-Naqab.

Desde los hechos de mayo de 2021 en el Néguev-Naqab, incluidos los arrestos en masa, el uso de la violencia y los múltiples mecanismos de opresión hacia los beduinos, estas comunidades indígenas están experimentando una creciente pérdida de la confianza hacia el gobierno, y se ven cada vez más amenazados en cuanto a sus derechos civiles y políticos básicos. Esto trae como consecuencia un contexto más vulnerable para una población que continúa cayendo por debajo del umbral de pobreza y que se trata de la más pobre de Israel, sin forma alguna de escape. Asimismo, el gobierno parece no estar dispuesto a tratar a los miembros del pueblo indígena beduino como ciudadanos, sino que demanda su castigo y los priva de sus derechos. Y no lo hace por crímenes que han cometido, lo hace debido a su perseverante resistencia al prolongado abandono del Estado y sus políticas discriminatorias.

 

Panorama general para el 2023

Una peligrosa reforma aprobada por el Parlamento israelí otorga a los políticos de extrema derecha y al nuevo ministro de Seguridad Pública, Itamar Ben-Gvir, amplias facultades y autoridad sobre la policía para hostigar aún más a los palestinos en Israel. La ley propuesta llevaría a un aumento de los casos de abuso y trato degradante por parte de los oficiales de policía hacia los activistas y manifestantes, y las comunidades beduinas que viven en el Néguev-Naqab. Esta zona ha sido testigo de prácticas violentas, en especial, durante el recrudecimiento de violencia ocurrido en mayo de 2021,[25] cuando la policía israelí persiguió a jóvenes palestinos y desplegó milicias fascistas que irrumpieron y atacaron vecindarios palestinos. Este trato cruel y degradante por parte de la policía suele incluir prácticas extremadamente violentas, que se encuentran prohibidas por las convenciones internacionales y por la misma Corte Suprema de Israel. Y, sin embargo, estas prácticas continúan.

Se teme que el objetivo de este nuevo cambio sea otorgar al ministro el control total de la policía, para que se apodere de las facultades propias del jefe de policía con el objetivo de utilizar a esta fuerza como un arma que permita difundir su peligrosa ideología. El ministro podrá, entonces, decidir apuntar hacia ciertos grupos y someterlos a medidas y represiones policiales, y negar a ciertos grupos, en especial a los beduinos, el derecho a manifestarse. Por lo tanto, las garantías de ejercer los derechos civiles de los beduinos –en calidad de minoría indígena palestina– a expresar su identidad, a hacer uso de sus derechos y servicios básicos se encuentran amenazadas y probablemente sean negadas si la ley se llegara a aprobar.

 

 

El Foro de Coexistencia del Néguev para la Igualdad Civil (NCF) se creó en el año 1997 para proveer un espacio a la sociedad conformada por árabes y judíos en el contexto de lucha por la igualdad civil y el avance de la tolerancia y la coexistencia mutua en el Néguev/Naqab. El NCF es especial por ser la única organización árabe-judía que se enfoca exclusivamente en los problemas que afectan el área del Néguev/Naqab. Considera que el Estado de Israel no respeta, protege ni cumple las obligaciones que emanan de los derechos humanos y que deben ser aplicados, sin discriminación, a las comunidades indígenas beduinas árabes del lugar. Como consecuencia, el NCF estableció que uno de sus objetivos sería lograr la igualdad y el goce pleno de los derechos civiles de todos aquellos que consideran al Néguev/Naqab su hogar.

Elianne Kremer es una experta en desarrollo uruguaya-israelí con experiencia en investigación de campo, análisis, seguimiento y evaluación en ayuda humanitaria y desarrollo social. Dirige el Departamento de Investigación y Relaciones Internacionales del NCF y trabaja en estrecha colaboración con activistas comunitarios.

 

Este artículo es parte de la 37a edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que los pueblos indígenas han experimentado. La foto de arriba es de una persona indígena en Tanzania. Esta foto fue tomada por Geneviève Rose, y es la portada de El Mundo Indígena 2023 donde aparece este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2023 completo aquí.

 

 

Notas y referencias 

[1] Foro de Coexistencia del Néguev para la Igualdad Civil. “The Arab-Bedouin Community in the Negev-Nagab – A Short Background”. Consultado el 10 de enero de 2022. Disponible en https://www.dukium.org/the-arab-bedouin-community-in-the-negev-nagab-a-short-background/

[2] Kremer, Elianne., y NCF. “Israel”. En El Mundo Indígena 2022, editado por Dwayne Mamo. Pág. 533. International Work Group for Indigenous Affairs (IWGIA), 2022. Disponible en https://www.iwgia.org/en/israel/4680-iw-2022-israel.html

[3] “Online Database - Life Characteristics of the Bedouin Population in the Negev - Demographics”. Consultado el 9 de enero de 2023. Disponible en https://in.bgu.ac.il/humsos/negevSus/SYBSN/Pages/demographics.aspx

[4] Para consultar un mapa interactivo de las aldeas beduinas árabes en el Néguev-Naqab, incluida la historia e información sobre servicios e infraestructura, véase https://www.dukium.org/map/

[5] Por ejemplo, véase: http://law.haifa.ac.il/images/documents/ColonialismColonizationLand.pdf

[6] Ley de Propiedad de Ausentes, 1950-57. Disponible en https://tinyurl.com/y2ckm8kl

[7] Ley de Adquisición de Tierras, 5773-1953. Disponible en https://tinyurl.com/y6p2aq4x

[8] Foro de Coexistencia del Néguev para la Igualdad Civil (NCF). “No Shelter in Place: State Demolitions in the Bedouin Communities and its Impact on Children; During the Covid-19 Pandemic”. Julio de 2021, pág 7. Disponible en https://www.dukium.org/wp-content/uploads/2021/07/HDR-2021-Data-on-2020-Eng-5.pdf

[9] “Alcance de la Pobreza y las Disparidades Sociales – Informe Anual, 2018”. Disponible en https://tinyurl.com/6jve9ckz

[10] Foro de Coexistencia del Néguev para la Igualdad Civil (NCF). “Indigenous Bedouin citizens neglected by the Israeli Central Bureau of Statistics”. Agosto de 2021. Disponible en https://www.dukium.org/wp-content/uploads/2021/08/Indigenous-Bedouin-citizens-neglected-by-the-Israeli-CBS.pdf.

[11] Ley de Adquisición de Tierras, 5773-1953.

[12] Un acuerdo de coalición para formar un gobierno de unidad, 2021. Disponible en https://tinyurl.com/2shszxk3

[13] NCF y Adalah (Centro Legal para los Derechos de la Minoría Árabe de Israel). “Violations of the ICERD against the Arab Bedouin citizens of Israel living in the Naqab/Negev desert”. Presentación conjunta de ONG al CERD, 2019, pág.2. Disponible en https://tbinternet.ohchr.org/_layouts/15/treatybodyexternal/Download.aspx?symbolno=INT%2fCERD%2fNGO%2fISR%2f37260&Lang=en

[14] Oficina Central de Estadísticas (CBS). “Estimación total de la población en localidades, su población y otra información, 2018”. Disponible en https://www.cbs.gov.il/en/mediarelease/pages/2019/localities-in-israel-2018.aspx

[15] Tov, M.H., Josh Breiner., Deiaa Haj Yahia., Jack Khoury., y Anshel Pfeffer. “JNF tree-planting in Israel's Negev ends after days of clashes with local Bedouin”. Haaretz, 12 de enero de 2022. Disponible en https://www.haaretz.com/israel-news/2022-01-12/ty-article/.premium/after-clashes-more-police-sent-to-guard-jnf-forestation-work-in-israels-negev/0000017f-e6a7-da9b-a1ff-eeef8b760000

[16] Foro de Coexistencia del Néguev. “Enforcing the Invisible Barrier: Police Violence during the January 2022 Protests of KKL-JNF Afforestation Projects”. Julio de 2022, pág. 5. Disponible en https://www.dukium.org/wp-content/uploads/2022/08/Violence-Report_2022_ENG_01-1.pdf

[17] Ibídem, pág. 2

[18] Ibídem.

[19] “Violation of the freedom of expression of a female student at Ben Gurion University”. Asociación por los Derechos Civiles en Israel (ACRI). Consultado el 4 de diciembre de 2022. Disponible en https://www.acri.org.il/post/__836

[20] Véase el video que documenta los hechos, https://www.youtube.com/watch?v=xvcmR9sYraI

[21] Foro de Coexistencia del Néguev para la Igualdad Civil. “The Arab-Bedouin Community in the Negev-Nagab – A Short Background”. Consultado el 10 de enero de 2022, pág. 512.

[22] Naciones Unidas, Asamblea General. “Informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, e Israel” [A/77/328]. 14 de septiembre de 2022. Disponible en https://reliefweb.int/report/occupied-palestinian-territory/report-independent-international-commission-inquiry-occupied-palestinian-territory-including-east-jerusalem-and-israel-a77328-enar

[23] Ibídem.

[24] Melenitzki, G. “We were dreamers: Ayelet Shaked dreams of another 7 new settlements in the Negev”. The Marker, 10 de abril de 2022. Disponible en https://www.themarker.com/realestate/2022-04-10/ty-article/.premium/00000180-5bd0-de8c-a1aa-dbf8fff50000

[25] “Alcance de la Pobreza y las Disparidades Sociales - Informe Anual, 2018”.

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