• Pueblos Indígenas en Brasil

    Pueblos Indígenas en Brasil

    Hay 896.917 personas indígenas en Brasil, distribuidas entre 305 grupos étnicos. La mayor amenaza para los pueblos indígenas no solo es que ya no se establecerán nuevos territorios indígenas, sino que existe el riesgo de que se revoquen los procedimientos de demarcación existentes. Con el gobierno de Jair Bolsonaro, ex capitán del ejército y candidado de la bancada evangelista, hay un riesgo grave de retroceso para los derechos constitucionales de los pueblos indígenas de Brasil.

El Mundo Indígena 2023: Brasil

Según datos del Censo Demográfico realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística en 2010, la población indígena en el país es de 896.900 y está distribuida en 305 grupos étnicos. Existen 274 lenguas con una proporción del 37,4 % de indígenas de 5 años y más que hablan alguna lengua indígena en el hogar. A su vez, el censo relevó un porcentaje de 17,5 % de indígenas que no hablaba portugués y 76,9 % que habla portugués. La etnia más numerosa es la tikúna, con el 6.8 % de la población indígena. Los pueblos indígenas están presentes en las cinco regiones de Brasil, siendo la región norte la que concentra el mayor número de personas indígenas (342.800), y la menor la sur con 78.800. Del total de indígenas de Brasil, 502.783 viven en áreas rurales y 315.180 en áreas urbanas.[1]


Este artículo es parte de la 37a edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. Encuentra El Mundo Indígena 2023 completo aquí.


 

El 2022 marcó el fin del gobierno de Jair Bolsonaro y el control de la pandemia causada por el COVID-19, ambos dejando un escenario de “tierra arrasada”. El gobierno de Bolsonaro fue marcado por la negación de la pandemia y como resultado hubo 697.762 muertes[2] y 36.953.492 contagios; entre ellos, hay 44.743 casos de COVID-19 en 158 pueblos indígenas y 1.590 muertes en 121 pueblos indígenas.[3] Sin embargo, la cobertura de vacunas destinada a los pueblos indígenas no alcanzó el 50 % debido a la influencia de las iglesias evangélicas, que se unían a Bolsonaro en la creencia de que vacunarse podría transformarlos en caimanes, lo que representaba un gran peligro para los pueblos indígenas.

Desde el principio, el gobierno de Jair Bolsonaro dejó muy claro su propósito a través de declaraciones como "ninguna tierra indígena será demarcada en mi gobierno" o "no habrá ni un centímetro más para la demarcación". Luego, Bolsonaro afirmó: "el indio es nuestro hermano, quiere ser reintegrado a la sociedad".[4] Estos mensajes, repetidos hasta la saciedad, se unían al proyecto de desarrollo basado en materias primas para la exportación, respaldado por los grupos de poder ruralistas y de la seguridad pública, ambos presionando para que se abrieran los territorios indígenas y las unidades de conservación para la explotación de minerales, pastos, cultivos de soja y maíz, así como la producción de carne vacuna para China, el mayor comprador.[5]

Ante estas realidades, los pueblos indígenas son uno de los mayores obstáculos. En los últimos cuatro años, no ha habido ninguna demarcación de tierras indígenas y, además, se produjo un aumento significativo en el número de muertes de activistas indígenas y no indígenas. Varias personas fueron transferidas de los organismos que protegían tanto la cuestión indígena como el medio ambiente.

Jair Bolsonaro realmente "abrió las puertas" a la explotación desenfrenada de la selva amazónica, lo que hizo que las leyes que la protegían fueran derogadas o incumplidas. Hubo un aumento de los incendios, de la explotación de minerales, altos índices de desnutrición infantil indígena, y la contaminación de ríos.

A pesar de este contexto, en octubre de 2022 Luis Ignacio da Silva fue elegido presidente de Brasil y otros cinco indígenas fueron votados para la Cámara de Diputados: Celia Xacriabá (Partido Socialismo y Libertad Minas Gerais, PSOL-MG), Juliana Cardoso (Partido de los Trabajadores São Paulo, PT-SP), Paulo Guedes (PT-MG), Silvia Waiãpi (Partido Liberal Amapá, PL-AP), Sônia Guajajara (PSOL-SP). 

Por un lado, presenciamos la extrema devastación de las tierras indígenas junto con sus pueblos. Por otro lado, tenemos la elección de octubre para el ejecutivo y la elección de un número inédito de indígenas, resultado de la unión de los pueblos indígenas como frente parlamentario por el llamado Bloque del Cocar.

 

La Amazonía y la población indígena

Uno de los primeros decretos del gobierno de Bolsonaro fue la transferencia del Servicio Forestal Brasileño del Ministerio de Medio Ambiente al Ministerio de Agricultura. Luego siguió con la desestructuración del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA) y del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio): sustituyendo técnicos especializados por gente de confianza del gobierno y vinculada a los intereses del agronegocio, la minería y los madereros para intentar relajar las leyes y los servicios de vigilancia y protección. Entre enero de 2019 y marzo de 2022, el 98 % de las alertas de deforestación emitidas no fueron atendidas por el gobierno federal. A su vez, en 2019, se crearon núcleos de conciliación para reducir y flexibilizar aún más las multas ambientales.[6]

La Amazonia brasileña comprende nueve estados: Amazonas, Acre, Roraima, Rondônia, Pará, Maranhão, Amapá, Tocantins y Mato Grosso, en los que está presente la mayor parte de la población indígena del país, con aproximadamente 440.000 indígenas representados por 180 pueblos indígenas, además de varios grupos en aislamiento. Al mismo tiempo, alberga los estados que tienen la mayor producción de soja, ganado, extracción mineral, extracción de madera y de peces. Este paradigma resulta en luchas asimétricas constantes entre la población local y los intereses de un gran número de empresarios nacionales e internacionales apoyados por el gobierno de Bolsonaro.

La Amazonia legal es considerada uno de los biomas más preservados debido a las leyes y regulaciones que obstaculizaban la devastación ambiental y la invasión de territorios indígenas. Sin embargo, durante los últimos cuatro años, la región ha sido víctima de desmontes a manos de intereses rurales y de desarrollo. Para deshacerse de estos obstáculos, el gobierno de Bolsonaro creó nuevas regulaciones y relajó todos los derechos conquistados, lo que resultó en un desastre humanitario y ambiental. La muerte del indigenista brasileño Bruno Pereira y del periodista británico Dom Phillips en el Valle del Javari,[7] quienes luchaban por la protección ambiental y los derechos indígenas, así como las constantes denuncias de desastres ambientales en las tierras yanomami y munduruku son solo algunos ejemplos.

Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), la minería ilegal en tierras indígenas en la región norte de Brasil aumentó más de ocho veces entre 2016 y 2022. Las actividades ilegales fueron detectadas en las tierras indígenas yanomami en Roraima y en seis reservas de Pará: Sai-Cinza, Munduruku, Baú, Kayapó, Apyterewa y Trincheira/Bacajá.

En este contexto, Bolsonaro terminó su mandato con un legado de 45.586 km² de deforestación en la Amazonia.[8]  En agosto, se registró la mayor tasa de deforestación en diez años, con 638 km² de bosques destruidos. En comparación con otros estados de la región amazónica, Pará tuvo la mayor tasa de deforestación, con el 40 % del total. El Estado es rico en minerales como bauxita, hierro, manganeso, caliza, oro y estaño; y ha sido víctima de un aumento significativo en la minería ilegal, la tala de árboles y la invasión de tierras indígenas.

Según el Instituto Socioambiental en 2022,[9] la deforestación causada por la minería ilegal y la invasión de tierras afectó principalmente a las tierras indígenas con presencia confirmada de pueblos indígenas aislados. El monitoreo identificó 1.192 hectáreas deforestadas y 594 alertas emitidas en los territorios con pueblos aislados en toda la Amazonía brasileña.

En una declaración por escrito presentada en la 21.° sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas (UNPFII 21), la lideresa Milena Mura advirtió que las consecuencias son devastadoras para los pueblos indígenas: "La minería en tierras indígenas es un genocidio para nosotros, porque nos afecta directamente, generando impactos ambientales, sociales, afectando nuestras tradiciones, cultura y costumbres".

 

Proyectos de ley y leyes que amenazan tanto a la población indígena como al medio ambiente

Los proyectos de ley enumerados a continuación no fueron creados exclusivamente bajo el gobierno de Bolsonaro pero sí presentados al parlamento para su votación durante su gestión, los mismos violan la Constitución de 1988 y los acuerdos internacionales de los cuales Brasil es signatario.

  • En febrero de 2022, el Decreto 10.966 creó la categoría de "minería artesanal" para ser "estimulada" en la región amazónica. El decreto también creó la Comisión Interministerial para el Desarrollo de la Minería Artesanal y de Pequeña Escala, que no tendrá representación de los pueblos indígenas, comunidades tradicionales o movimientos sociales. El decreto legitima la minería ilegal en la Amazonía y favorece a una importante base de apoyo electoral del presidente Bolsonaro.
  • El Proyecto de Ley 191/2020, que autoriza la minería y otras actividades extractivas en tierras indígenas.
  • El Proyecto de Ley 490/2007 también podría resultar en pérdidas devastadoras para los pueblos originarios de la región. Prevé cambios en las reglas del Estatuto del Indio para demarcaciones de tierras indígenas, abriendo espacio para la explotación hídrica y energética.
  • El Proyecto de Ley N.° 191/2020 pretende autorizar la minería y otras actividades extractivas en tierras indígenas. Por otro lado, en el Senado corre el Proyecto de Resolución N.° 14/2022, con el objetivo de crear un frente parlamentario de apoyo a la minería en la Amazonía Legal.
  • Los Proyectos de Ley 191/2000, 2633/2020, 3729/2004 y 490/2007 han sido una parte fundamental de la agenda de la administración presidencial de Jair Bolsonaro (2019-2022).

 

Movimientos indígenas

En respuesta a esta ofensiva, los movimientos indígenas se han convertido en la mayor expresión de resistencia y resiliencia. La Asociación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) ha tenido un papel destacado en esta lucha, liderando protestas y marchas en momentos cruciales de votación de las leyes que representaban una amenaza para los pueblos indígenas, como el Proyecto de Ley 490/2007 de Marco Temporal; el Proyecto de Ley 191/2020, Minería en Tierras Indígenas; el Proyecto de Ley 6299/2002, conocido como Paquete Veneno; el Proyecto de Ley 2633/2020 y el Proyecto de Ley 510/2021, Grilagem de Tierras Públicas[10]; el Proyecto de Ley 3729/2004 (ahora PL 2159/2021, bajo análisis del Senado) del Licenciamiento Ambiental; y el Proyecto de Ley 2699, del Estatuto del Desarme y Porte de Armas.

En el 2022, el Campamento Tierra Libre, movimiento tradicional de los pueblos indígenas para reivindicar sus derechos, declaró:

Somos más de 8.000 líderes de 200 pueblos indígenas, que venimos de todas las regiones de Brasil para reunirnos en el 18.° Acampamento Terra Livre. Respondemos al llamado de nuestra instancia de representación nacional más alta, la APIB, y de sus organizaciones regionales. Venimos a Brasilia con los múltiples colores de nuestras plumas, y para demostrar al país y al mundo que, tal como aprendimos de nuestros ancestros, seguimos y seguiremos juntos, resistiendo contra los diferentes proyectos de exterminio que las élites, dueños o representantes del capital y sus sucesivos gobernantes y aliados en el Poder Legislativo han articulado en contra de nosotros a lo largo de estos 522 años.[11]

Además, propone una plataforma indígena de reconstrucción de Brasil basada en cuatro ejes:

Eje 1. Derechos territoriales indígenas - ¡Demarcación y protección de los territorios indígenas ahora!

Eje 2. Recuperación de los espacios de participación y control social indígenas.

Eje 3. Reconstrucción de políticas e instituciones indigenistas.

Eje 4. Interrupción de la agenda antiindígena en el Congreso Federal.

En esa misma reunión, se lanzó la llamada Bancada del Cocar: "Esta bancada que se presenta aquí es la bancada para reemplazar a la bancada ruralista. Para reemplazar a la bancada de la bala. Queremos que el Congreso Nacional tenga la cara de Brasil y para tener la cara de Brasil tiene que haber más mujeres indígenas".[12] Fue la primera vez que la mayoría de los pueblos indígenas se unieron en pro de dos agendas: contra la degradación ambiental y las violaciones de los derechos indígenas y humanos. Como resultado se produjo un récord de 183 candidaturas indígenas.

Ante esta explícita política de genocidio de los pueblos indígenas brasileños, ya sea a través de la negación del COVID-19 y la total falta de asistencia a los pueblos indígenas, sumado a las constantes violaciones de los derechos indígenas y humanos, el gobierno de Bolsonaro enfrenta una grave denuncia en el Tribunal de La Haya por genocidio contra los pueblos indígenas.

 

 

Maria de Lourdes Beldi de Alcântara es antropóloga médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo. También es coordinadora de la Acción de Jóvenes Indígenas (AJI/GAPK).

 

Este artículo es parte de la 37a edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que los pueblos indígenas han experimentado. La foto de arriba es de una persona indígena en Tanzania. Esta foto fue tomada por Geneviève Rose, y es la portada de El Mundo Indígena 2023 donde aparece este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2023 completo aquí.

 

 

Notas y referencias

[1] Gobierno de Brasil. Disponible en  http://www.brasil.gov.br/governo/2015/04/populacao-indigena-no-brasil-e-de-896-9-mil

[2] “Número de casos confirmados de COVID-19 no Brasil”. Disponible en https://covid19br.wcota.me

[3] Fabio Pontes. “Vacinação no Vale do Javari está atrasada e indígenas denunciam que anciões estão morrendo por Covid-19”. Amazonia Real, 23 de febrero de 2022. Disponible en https://amazoniareal.com.br/vacinacao-no-vale-do-javari-esta-atrasada-e-indigenas-denunciam-que-ancioes-estao-morrendo-por-covid-19/

[4] “Relembre 7 vezes em que Bolsonaro atacou direitos dos indígenas”. Yahoo Noticias, 13 de junio de 2022. Disponible en https://br.noticias.yahoo.com/relembre-7-vezes-em-que-bolsonaro-atacou-direitos-dos-indigenas-162258426.html?guccounter=1&guce_referrer=aHR0cHM6Ly93d3cuZ29vZ2xlLmNvbS8&guce_referrer_sig=AQAAAH0tnp4u9GEGLzVv-vL8Cf4SrrcIQc1b7XfoUNZbNBPpEn18MJBzO2btcDcmTKFUIo7_c4WdrT4nRiPjppsqUk5L1WFYKaWnVzj9MxLuDPZSHZCg8v0HtkOtNV8ysTQSYtRhMDogoN6g4SIwRK62ZWJTgqDypaqAn0_XX7YVJ291

[5] Victor Hugo Biongiolo. “Produtos mais Exportados pelo Brasil e seus destinos em 2021”. UNESC, 28 de mayo de 2022. Disponible en https://www.unesc.net/portal/blog/ver/656/51031

[6] Iza Lourença. “Inimigo da natureza: Um balanço do legado de destruição ambiental de Bolsonaro”. Sindicato dos Bancarios, 26 de septiembre de 2022. Disponible en https://santosbancarios.com.br/artigo/inimigo-da-natureza-um-balanco-do-legado-de-destruicao-ambiental-de-bolsonaro/

[7] Cristiane Prizibisczki. “Amazônia em guerra: morte de Dom e Bruno escancara situação de abandono de Terras Indígenas do país”. OECO, 15 de junio de 2022. Disponible en https://oeco.org.br/reportagens/amazonia-em-guerra-morte-de-dom-e-bruno-escancara-situacao-de-abandono-de-terras-indigenas-do-pais/

[8] Greenpeace Brasi. “Legado de destruição: Amazônia perde 45.586 km² somente no governo de Jair Bolsonaro”. Brasil: Greenpeace, 30 de noviembre de 2022. Disponible en https://www.greenpeace.org/brasil/imprensa/legado-de-destruicao-amazonia-perde-45-586-km²-somente-no-governo-de-jair-bolsonaro/

[9] Giovanna Costanti. “Terras Indígenas com povos isolados estão entre as mais ameaçadas de 2022”. Brasil: Instituto Socioambiental, 10 de febrero de 2023. Disponible en https://www.socioambiental.org/noticias-socioambientais/terras-indigenas-com-povos-isolados-estao-entre-mais-ameacadas-de-2022

[10] En portugués, el término grilhagem se refiere a la apropiación ilegal de tierras públicas o privadas mediante documentos falsos, como títulos de propiedad, con el objetivo de legalizar la ocupación y explotación de la tierra.

[11] Edgar Kanaykõ. “ATL 2022: Povos Indígenas unidos, movimento e luta fortalecidos”. Brasil: APIB, 14 de abril de 2022. Disponible en https://apiboficial.org/2022/04/14/atl-2022-povos-indigenas-unidos-movimento-e-luta-fortalecidos/

[12] Scarlett Rocha. “Mulheres indígenas lançam Bancada do Cocar para derrotar o lobby da mineração e a bancada ruralista”. Brasil: Observatório da Mineração, 9 de abril de 2022. Disponible en https://observatoriodamineracao.com.br/mulheres-indigenas-lancam-bancada-do-cocar-para-derrotar-o-lobby-da-mineracao-e-a-bancada-ruralista/

Etiquetas: Gobernanza Global

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