El Mundo Indígena 2025: Botsuana

Botsuana es un país de 2.450.668 habitantes que en 2024 celebró su 58. año de independencia. Su Gobierno no reconoce a ningún grupo étnico específico como indígena, sino que sostiene que todos los ciudadanos del país tienen esta condición. Sin embargo, el 3,34 % de la población se identifica como perteneciente a un grupo indígena.
Entre ellos están los san (conocidos en Botsuana como los basarwa), que suman unos 75.794; los balala (2.741); y los nama (3.369), un pueblo de habla khoekhoe. Los san eran tradicionalmente cazadores-recolectores, pero actualmente la gran mayoría son pequeños agricultores-pastores, trabajadores de puestos ganaderos o personas con economías mixtas. Se calcula que sólo unos 300 san son cazadores-recolectores a tiempo completo, aunque muchos otros se dedican a la caza o la recolección como complemento de otras fuentes de alimentos. Los san pertenecen a un gran número de subgrupos, la mayoría con lenguas propias, como los ju/’hoansi, bugakhwe, khwe-ǁani, ts’ixa, ǂx’ao-ǁ’aen, !xóõ, ǂhoan, ‡khomani, naro, g/ui, g//ana, tsasi, deti, bakhwe, shua, tshwa, cuaa, kua, danisi y /xaise. Los san, los balala y los nama se cuentan entre los pueblos más desfavorecidos de Botsuana, ya que un alto porcentaje vive por debajo del umbral de pobreza.
Botsuana es signatario de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención sobre los Derechos del Niño (UNCRC) y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. Además, votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP). Sin embargo, no ha ratificado el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). No existen leyes específicas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas en el país y el concepto de Pueblo Indígena tampoco está incluido en su Constitución. Asimismo, el censo del país no incluye información sobre el origen étnico. Botsuana participó en el 23. ° período de sesiones del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, celebrado en Nueva York del 15 al 26 de abril de 2024.
Este artículo es parte de la 39ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra la activista indígena Funa-ay Claver, del pueblo Bontok Igorot, junto a jóvenes indígenas activistas y otras personas protestan contra las leyes represivas y las violaciones de derechos humanos perpetradas por las acciones y proyectos del Gobierno de Filipinas y otros actores contra los Pueblos Indígenas. La protesta tuvo lugar durante el discurso nacional del Presidente Marcos Jr., el 22 de julio de 2024, en Quezon City, Filipinas. Fotografiada por Katribu Kalipunan ng Katutubong Mamamayan ng Pilipinas, es la portada del Mundo Indígena 2025 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2025 completo aquí.
Elección presidencial
En la duodécima elección presidencial desde la fundación de Botsuana como un Estado-nación independiente en septiembre de 1966, Duma Gideon Boko, candidato del partido Umbrella for Democratic Change (UDC), fue elegido el 30 de octubre de 2024, reemplazando a Mokgweetsi Masisi, del Partido Democrático de Botsuana (BDP,). El BDP estuvo en el poder durante 58 años. Duma Gideon Boko, abogado especializado en derechos humanos y graduado de la Facultad de Derecho de Harvard, participó en el caso de Kalahari Central entre 2004-2006 y ha sido asesor de diversas organizaciones san durante muchos años.
Sepultura de un reconocido activista san
La sepultura de Pitseng Gaoberekwe en la Reserva de Caza del Kalahari Central (CKGR) siguió siendo un tema de gran relevancia en 2024.[1] Cuando Gaoberekwe, un activista del pueblo San G//ana originario de Metsiamonong, falleció el 21 de diciembre de 2021 en New Xade, fuera de la CKGR, el Gobierno se negó a permitir que su cuerpo fuera enterrado dentro de la reserva, a pesar de la presión tanto local como internacional. En su lugar, su cuerpo permaneció en una morgue en Ghanzi durante casi tres años, lo que implicó un gasto considerable de aproximadamente 1,2 millones de pulas (equivalente a 85.635 dólares).[2] Tras las elecciones de octubre de 2024, el nuevo Presidente decretó que el señor Gaoberekwe podría ser enterrado en su pueblo natal. La sepultura tuvo lugar el 10 de diciembre de 2024, con la presencia del Presidente Boko, junto con cientos de dignatarios y miembros de la comunidad.
Existen diversas razones por las cuales el anterior Gobierno no permitió el entierro de Pitseng en su pueblo natal hasta diciembre de 2024. Por un lado, las autoridades de Botsuana buscaban evitar la creación de un precedente. Por el otro, se pretendía impedir que el lugar de sepultura se convirtiera en un punto de reunión para activistas san y para quienes los apoyan. Además, el Gobierno no deseaba rendir homenaje a un activista que había participado en la resistencia san/bakgalagadi contra los esfuerzos de reubicación del Gobierno. Por último, las autoridades consideraban que conceder esta petición representaría una victoria simbólica para ellos. Por su parte, los activistas san, incluidos Smith Moeti y miembros de la familia Gaoberekwe, sostenían que devolver el cuerpo de Pitseng a la CKGR representaba tanto un acto de respeto a las tradiciones funerarias san como el cumplimiento de los deseos del fallecido.
Cuestiones relacionadas con la caza
Otro tema abordado en ediciones previas de El Mundo Indígena se relaciona con los derechos de caza. Actualmente, los san no poseen derechos de caza para su subsistencia, aunque algunos fideicomisos comunitarios tienen permitido cazar un número limitado de animales en cooperación con socios comerciales, generalmente empresas de safaris de caza. La temporada de caza en Botsuana para el período 2024-2025 abarca del 2 de abril de 2024 al 31 de enero de 2025. Como parte del cupo de caza establecido, el Departamento de Vida Silvestre y Parques Nacionales emitió 400 licencias para la caza de elefantes, de las cuales sólo una pequeña proporción fue otorgada a comunidades san. Según la organización Elephants Without Borders,[3] en 2024 la población de elefantes de Botsuana se estimaba en 130.000 individuos, algunos de los cuales estaban generando problemas en zonas como Ngamiland occidental, el Parque Nacional Chobe, el Delta del Okavango y la Reserva de Caza del Kalahari Central. Organizaciones no gubernamentales como la Elephant Protection Society expresaron su preocupación por el número de licencias de caza de elefantes emitidas, ya que las consideran excesivas y problemáticas.
Según los informes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Elephants Without Borders y el Departamento de Vida Silvestre y Parques Nacionales, la caza furtiva experimentó un incremento en Botsuana en 2024. Como consecuencia, se llevaron a cabo múltiples arrestos por violaciones a las leyes de caza, muchos de los cuales tuvieron lugar dentro de comunidades san. En algunas oportunidades, incluso, no existían pruebas concluyentes sobre la culpabilidad de los detenidos.[4]
Exploración de petróleo y gas
El 1 de octubre de 2024, Reconnaissance Africa Botswana –una empresa canadiense de petróleo y gas– obtuvo una nueva licencia para la exploración de estos recursos en el noroeste de Botsuana. Para finales de ese año, aún no había comenzado la perforación activa; sin embargo, funcionarios de la empresa seguían informando a los habitantes de la zona que tendrían que trasladarse. Los residentes de Tsodilo expresaron su profundo descontento con estas visitas, ya que consideraban que su intención era intimidar a la población local.
Los residentes san de las pequeñas comunidades se consideran "ocupantes ilegales"
Los integrantes del pueblo San que residen en pequeñas comunidades han sido recientemente catalogados por funcionarios locales como “ocupantes ilegales”. Esto les quita el acceso a servicios gubernamentales, los derechos sobre la tierra e incluso el derecho a enterrar a sus fallecidos en sus propios cementerios. La política de gestión de tierras de Botsuana no permite que las comunidades con menos de 500 habitantes sean reconocidas oficialmente como aldeas (el término utilizado es “obtener reconocimiento oficial”)[5] ni que reciban servicios esenciales como educación, clínicas de salud, suministro de agua o transporte. Además, una comunidad debe estar oficialmente reconocida para poder utilizar sus cementerios para entierros. En años anteriores, esta normativa se aplicaba de manera menos estricta y muchas comunidades con menos de 500 habitantes lograban acceder a servicios y a derechos de entierro. Sin embargo, en la actualidad, las comunidades más pequeñas han sido privadas de estos beneficios y se les insta a reubicarse en pueblos y ciudades más grandes. Esto es especialmente evidente en las aldeas de la región de Boteti, cerca de las minas de diamantes de Orapa, o en las extensas tierras destinadas a la ganadería.
En una carta dirigida al Comisionado del Distrito de Boteti, Keikabile Mogodu –miembro del Consejo Khwedom de Botswana (BKC)– describió la situación de los san en la región: “Les dicen que son ocupantes ilegales. Han sido desalojados de las granjas y sus tierras ancestrales para dar paso a la minería y a los ranchos ganaderos, y los han reubicado en el lugar donde están ahora”. Mogodu citó como ejemplo el caso de los san en Tsutsuga, quienes se establecieron en la zona antes de la independencia de Botsuana en 1966, hace más de 50 años.[6] La aldea es frecuentemente considerada un “puesto ganadero”, aunque en ocasiones también se la describe como un “pueblo pintoresco”.
En la primavera de 2024, poco antes de que Botsuana permitiera el entierro de Pitseng Gaoberekwe en su comunidad ancestral dentro de la CKGR, una familia de Tsutsuga comenzó a cavar una tumba en su cementerio para enterrar a un ser querido que había fallecido recientemente. Alguien comunicó esto a la subcomisión de tierras de Letlhakane, la cual advirtió que el entierro sería ilegal y que debían trasladar el cuerpo a Letlhakane. La familia respondió que no podía costear el transporte y se negó a hacerlo. El caso fue remitido al Consejo de Tierras de Ngwato en Serowe, que llevó el asunto a los tribunales para impedir el entierro. Su argumento era que violaba "el marco regulador establecido para garantizar prácticas funerarias adecuadas y estándares de salud pública". En mayo de 2024, el Tribunal Superior de Francistown falló a favor de la junta de tierras, señalando que una decisión favorable a la familia "sentaría un precedente de laissez-faire en relación con los sitios de entierro en áreas no designadas".[7]
Varios meses después, en julio, el honorable juez Sethomo Lelatisitswe, miembro del Parlamento del distrito, visitó Tsutsuga y se dirigió a los residentes para persuadirlos de reubicarse en una de las dos localidades oficialmente reconocidas más cercanas, Mosu o Letlhakane. Lo acompañaban los dikgosi (plural utilizado para referirse a los jefes tradicionales) de ambos pueblos.[8]
El Kgosi (jefe tradicional, en singular) de la aldea de Mosu, Philip Kopano, “(…) suplicó a los residentes de Tsutsuga que aceptaran el cambio” y se reubicaran en su aldea o en Letlhakane. Varios residentes se mostraron escépticos. Uno de ellos, el señor Rebuiseng Thakanyamolemo, expresó su convicción de que los basarwa (san) eran objeto de discriminación sistemática y se les estaba negando el derecho a la tierra. Otros residentes preguntaron si se les asignaría tierras en caso de aceptar la reubicación. El diputado Lelatisitswe respondió que “todo motswana tenía derecho a solicitar tierras, independientemente de su grupo étnico”. El Kgosi de Letlhakane, Barontshe Kegapetswe, coincidió en que podían solicitar tierras, pero sólo después de haberse trasladado.
Otro residente, el señor Monkgogi Bareemetse, preguntó sobre la prohibición de entierros en el cementerio de Tsutsuga. El Kgosi Kegapetswe respondió que “hace años existían algunos puestos ganaderos donde se permitían entierros”, pero que ahora estaban prohibidos. Agregó que los jefes tradicionales no suelen celebrar reuniones en la kgotla de los puestos ganaderos.
En cuanto a la sugerencia de reubicar a los san en Letlhakane, cabe señalar que, en 2023, el Presidente del consejo del distrito de Boteti expresó su preocupación por el “brote” de ocupantes ilegales en Letlhakane.[9] Al tratarse de la ciudad más cercana a las minas de Orapa, Letlhakane ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años y se ha convertido en un foco de criminalidad, consumo de drogas y violencia, especialmente contra las mujeres.[10]
Malelejwe, otra aldea san de la región, lleva años solicitando al Gobierno que se la considere oficialmente como una aldea reconocida. Aunque sólo cuenta con 168 habitantes, posee un Comité de Desarrollo del Asentamiento, cuyo Presidente señaló que “los niños caminan kilómetros hasta la escuela más cercana y los enfermos, a menudo, quedan sin tratamiento debido a la falta de una clínica local”. En la actualidad, los niños de Malelejwe son enviados a un internado en la aldea de Mmea, pero muchos regresan a sus hogares porque son demasiado pequeños para separarse de sus padres.[11] A pesar de esto, los residentes de Malelejwe esperan que pronto se les presione para reubicarse.
A pesar de que el Gobierno se niega a reconocer oficialmente a Malelejwe, impuso requisitos estrictos para establecer el lugar donde podían votar sus habitantes en las elecciones presidenciales de octubre. El gobierno dispuso determinadas “estaciones de votación” y estipuló sanciones por votar en la incorrecta. En julio, los residentes de Malelejwe fueron informados de que debían votar en el distrito de Dukwi, a pesar de que anteriormente lo habían hecho en Sowa, una ciudad mucho más cercana. Ni los residentes de Malelejwe, ni las autoridades de Sowa fueron consultados sobre este cambio. El Concejal de Sowa, John Ntebalang, comentó: “La mayoría de ellos ya se había registrado para votar en Sowa Town”. Tras recibir denuncias tanto del UDC como del BCP, 100 personas san de Malelejwe fueron “llevadas ante la justicia después de que sus nombres aparecieran en el registro de votantes de Sowa Town”. En julio, estos casos aún estaban siendo procesados por el tribunal de magistrados de Nata.[12]
En 2024, al menos una docena de comunidades san del distrito central de Ngwato manifestaron su preocupación por cuestiones relacionadas con el derecho al voto.
Política de uso de la tierra en Botsuana
El plan actual de uso de la tierra en Botsuana fue motivo de preocupación para los Pueblos Indígenas en 2024. Entre otros problemas, los consejos de distrito y las juntas de tierras suelen asignar terrenos a individuos y grupos favorecidos, en lugar de seguir criterios de distribución equitativa. Estas preocupaciones sobre la imparcialidad de las juntas de tierras fueron planteadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su trabajo de salvaguardias sociales en Ghanzi, Kgalagadi y el Distrito Noroeste, así como por miembros de 15 comunidades en el oeste de Botsuana que fueron encuestados en 2024. Los análisis recientes sobre las políticas inadecuadas hacia los Pobladores de Áreas Remotas (los RAD) han puesto de manifiesto diversos problemas en el enfoque del Gobierno hacia este tema.[13]
Niños y jóvenes
La Red Juvenil San (SYNET), la Cruz Roja y UNICEF promovieron de manera activa el bienestar de la juventud en Botsuana. Según UNICEF, en 2024 el 63 % de los niños y niñas del país experimentaron una pobreza multidimensional.[14] Los niños san y otros menores en áreas remotas enfrentaron altas tasas de desnutrición, de acuerdo con UNICEF y la SYNET. El hambre fue un grave problema para los niños que viven en puestos ganaderos y ranchos. A pesar de que Botsuana ha administrado el Programa de Alimentación para Grupos Vulnerables durante décadas, la salud y nutrición de los niños y niñas en zonas remotas –donde residen muchos san– sigue deteriorándose. El Marco Nacional de Protección Social (NSPF) fue aprobado en 2020, pero hasta 2024 no se había implementado por completo. UNICEF, la Cruz Roja de Botsuana y el Banco Mundial señalaron que existían brechas en la cobertura y en el diseño general del NSPF.
Los desafíos de salud pública continuaron afectando tanto a niños como a adultos en Botsuana. En 2024, el país seguía lidiando con el COVID-19, la tuberculosis, la viruela símica y el VIH/SIDA. Un problema grave que enfrentan las mujeres y jóvenes san es la violencia intrafamiliar, lo que las obliga a acudir a los centros de salud debido a sus lesiones.[15] En este sentido, un grupo de investigación del país estaba analizando las causas de esta violencia mediante grupos de discusión entre hombres y mujeres de todas las edades, con el objetivo de comprender mejor sus raíces y encontrar estrategias de prevención.[16]
Otros problemas
El Presidente Masisi declaró el estado de sequía el 1 de marzo de 2024. Se estimó que esta era la peor sequía en un siglo. Los programas de alivio se centraron, en parte, en las personas consideradas indigentes según la política gubernamental de Botsuana.
Los incendios continuaron representando un problema en varias partes del país, incluido el delta del Okavango. Algunos de estos incendios redujeron el pasto disponible para el ganado y la fauna silvestre, como ocurrió en la región de Boteti, en el Distrito Central. Varias personas fueron arrestadas por provocar incendios, la mayoría de ellas, san.
Por otro lado, miembros de la comunidad san en el sur del Distrito de Ghanzi y organizaciones como Cheetah Conservation Botswana y el Kalahari Wildlands Trust informaron la destrucción de sitios de patrimonio cultural en el Valle de Okwa. Parte de esta destrucción fue causada por turistas.
A pesar de los numerosos desafíos que enfrentaron, al finalizar el año, los Pueblos Indígenas de Botsuana mantenían la esperanza de que su situación en materia de derechos humanos mejoraría en el próximo año.
Robert K. Hitchcock es profesor de antropología del Departamento de Antropología de la Universidad de Nuevo México, Albuquerque, (Nuevo México, EE. UU.). Contacto: rhitchcock@unm.edu
Judith Frost es investigadora independiente con amplia experiencia en temas relacionados con los san del sur de África. Contacto: frostjjaa@gmail.com
Maria Sapignoli es profesora asociada de antropología en la Universidad de Milán (Italia). Contacto: Maria.sapignoli@unimi.it
Melinda Kelly es miembro del Kalahari Peoples Fund (KPF). Contacto: melindackelly@gmail.com
Este artículo es parte de la 39ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra la activista indígena Funa-ay Claver, del pueblo Bontok Igorot, junto a jóvenes indígenas activistas y otras personas protestan contra las leyes represivas y las violaciones de derechos humanos perpetradas por las acciones y proyectos del Gobierno de Filipinas y otros actores contra los Pueblos Indígenas. La protesta tuvo lugar durante el discurso nacional del Presidente Marcos Jr., el 22 de julio de 2024, en Quezon City, Filipinas. Fotografiada por Katribu Kalipunan ng Katutubong Mamamayan ng Pilipinas, es la portada del Mundo Indígena 2025 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2025 completo aquí.
Notas y referencias
[1] Badair, Francois.(2024). “The end of an Injustice for the Bushmen of the Central Kalahari” (El fin de una injusticia para los bosquimanos del Kalahari Central). Paris. (El caso también fue tratado en ediciones anteriores de El Mundo Indígena).
[2] Basimanebotjhe, Tsaone. “Gov’t to Pay P1.2 Million for the Two Year Mortuary Bill.” (El Gobierno pagará 1,2 millones de pulas por los costos funerarios acumulados durante dos años) Mmegi On-line, 6 de diciembre de 2024.
[3] Schlossberg, Scott y Michael Chase. (Abril de 2024). “Population trends and conservation status of elephants in Botswana and the Kavango Zambezi Transfrontier Conservation Area: A review of elephant aerial surveys, 2010 – 2022.” (Tendencias poblacionales y estado de conservación de los elefantes en Botsuana y el Área de Conservación Transfronteriza Kavango Zambezi. Revisión de los sobrevuelos aéreos de elefantes, 2010-2022). Kasane, Botsuana: Elephants Without Borders.
[4] Informe de Salvaguardas Sociales del PNUD 2024.
[5] “Settlement policy aims for balanced service provision” (La política de asentamientos busca una provisión equilibrada de servicios). The Daily News, 8 de agosto de 2024.
[6] “Basarwa demand equal land rights” (Los basarwa exigen derechos territoriales equitativos). Gazette Reporter, 17 de enero de2024.
[7] “Ngwato Land Board Prevails in Burial Dispute” (El Consejo de Tierras de Ngwato prevalece en disputa sobre entierro). Botswana Gazette, 15 de mayo de 2024.
[8] “Tsutsuga squatters to identify place for relocation” (Los ocupantes ilegales de Tsutsuga deben identificar un lugar para reubicarse). The Daily News, 8 de julio de 2024.
[9] “Mushrooming of squatters worries Boteti chair” (Proliferación de ocupantes ilegales preocupa al presidente de Boteti). Mmegi, 29 de agosto de 2023. (citado en El Mundo Indígena 2024).
[10] “Letlhakane: a village gripped by atrocities” (Letlhakane: un pueblo marcado por las atrocidades). Mmegi, 24 de mayo de 2024.
[11] Lucas, Lame. “168 residents of Malelejwe want their settlement upgraded to a village” (168 residentes de Malelejwe desean que su asentamiento sea elevado a la categoría de pueblo). The Midweek Sun, 10 de julio de 2024.
[12] Rantsimako, Sesapo. “Basarwa of Malelejwe threaten to boycott elections over delimitation” (Los basarwa de Malelejwe amenazan con boicotear las elecciones por la delimitación). Botswana Gazette, 18 de julio de 2024.
[13] Moeti, Onthatile Olerile. “The Impact of the Modern Development Agenda on the Indigenous Peoples’ Rights in Botswana: The Case of the San” (El impacto de la agenda de desarrollo moderno sobre los derechos de los Pueblos Indígenas en Botsuana: el caso de los san). Tesis doctoral. Universidad de Glasgow, Glasgow, Reino Unido, 2024; Mushumba, Lesedi. “Exploring the land dispossession and criminalisation of the Basarwa peoples’ livelihoods in Botswana: A narrative through the lens of the Basarwa peoples” (Explorando la desposesión de tierras y la criminalización de los medios de vida de los pueblos basarwa en Botsuana: una narrativa a través del lente de los pueblos Basarwa). The Extractive Industries and Society 20, 101582024.
[14] Informe Anual de UNICEF Botsuana. Gabarone, UNICEF; Informes anuales de Transparency International and Freedom House, 2024.
[15] Diraditsile, Kabo. “Meaningful Engagement and Participation of Youth in Health Programmes in Botswana: Challenges and Prospects” (Participación significativa y compromiso de la juventud en programas de salud de Botsuana: desafíos y expectativas). Botswana Notes and Records 55:39-49, 2024.
[16] Sarmiento, Iván, et al. “Community perceptions of causes of violence against young women in Botswana: fuzzy cognitive mapping” (Percepciones comunitarias sobre las causas de la violencia contra las mujeres jóvenes de Botsuana. Mapeo cognitivo difuso). Vulnerable Children and Youth Studies, 19(1):1-57, 2024
Etiquetas: Derechos Territoriales, Derechos Humanos, Juventud, Empresas y derechos humanos