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    Pueblos indígenas en Túnez

El Mundo Indígena 2023: Túnez

Al igual que en el resto del norte de África, la población indígena de Túnez está compuesta por los amazigh. No existen estadísticas oficiales sobre la cifra que representan en el país, pero las asociaciones amazigh estiman que hay alrededor de un millón de hablantes de tamazight, lo que equivaldría a un 10 % de la población total. Túnez es el país en el que los amazigh han sufrido la mayor arabización forzada, lo cual explica la baja proporción de hablantes de tamazight. Sin embargo, cada vez hay más tunecinos que, a pesar de no poder hablar el tamazight, siguen considerándose amazigh en lugar de árabes.

Los amazigh están distribuidos por todas las regiones del país, desde Azamor y Sejnane en el norte hasta Tataouine en el sur, pasando por El-Kef, Thala, Siliana, Gafsa, Gabes, Matmata, Tozeur y Yerba. Como en el resto del norte de África, muchos amazigh  han abandonado sus montañas y desiertos para buscar trabajo en las ciudades y en el extranjero. Por tanto, hay un gran número de amazigh en Túnez, allí viven en los diferentes barrios de la ciudad, sobre todo en la ciudad vieja (Medina), y trabajan principalmente en la artesanía y el pequeño comercio. La población indígena amazigh se distingue no solamente por su lengua, sino también por su cultura (vestimenta tradicional, música, cocina y religión ibadita practicada por los amazigh de Yerba).

Desde la “revolución” de 2011, han surgido numerosas asociaciones culturales amazigh con el objetivo de lograr el reconocimiento y el uso de la lengua y la cultura amazigh. Sin embargo, el Estado tunecino no reconoce la existencia de la población amazigh. El Parlamento adoptó una nueva Constitución en 2014 que obvia por completo la dimensión amazigh (histórica, cultural y lingüística) del país. La Constitución hace referencia únicamente a las fuentes de “identidad árabe y musulmana” y afirma expresamente la pertenencia de Túnez a la “cultura y civilización de la nación árabe y musulmana”; en ella se expresa la obligación del Estado de trabajar para fortalecer “la unión magrebí como paso previo para lograr la unidad árabe (…)”. El artículo 1 reafirma que “Túnez es un estado libre, (...), el islam es su religión, el árabe su lengua”, en tanto que el artículo 5 confirma que “la república tunecina forma parte del Magreb árabe”. Por consiguiente, a efectos del Estado los amazigh no existen.

En el ámbito internacional, Túnez ha ratificado las principales normas internacionales y votó a favor de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en 2007. No obstante, estos documentos internacionales siguen siendo desconocidos para la gran mayoría de los ciudadanos y profesionales del derecho en el país y no se aplican en los tribunales nacionales.


Este artículo es parte de la 37a edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. Encuentra El Mundo Indígena 2023 completo aquí.


 

La nueva Constitución para Túnez continúa negando la existencia de los amazigh

Después que el presidente Kais Essaid disolviera el Parlamento el 25 de julio de 2021 y destituyera al gobierno dominado por el partido islamista Ennahda, programó un referéndum constitucional y nuevas elecciones parlamentarias para 2022.

Consecuentemente, el 25 de julio de 2022[1] se propuso y adoptó mediante referéndum popular una nueva Constitución. Para los amazigh, el pueblo indígena de Túnez, este nuevo texto no aporta nada nuevo para reconocer su existencia o sus derechos, pues el país claramente excluye su componente amazigh y no reconoce ninguna diversidad. Túnez se define como “un estado unitario” (artículo 4) que “forma parte de la nación islámica” (artículo 5) y “parte de la nación árabe”. “El idioma oficial es el árabe” (artículo 6) y también forma “parte del gran Magreb árabe” (artículo 7). Al pueblo Amazigh de Túnez ni siquiera se le menciona en el preámbulo de la nueva Constitución. Oficialmente, por tanto, los amazigh de este país no existen y nunca han existido y, por tanto, no se les pueden reconocer derechos específicos. Túnez confirma así su negación del pueblo indígena Amazigh.

En 2016, teniendo en consideración los informes alternativos de varias ONG,[2] el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales recomendó que Túnez reconociera la lengua y la cultura del pueblo indígena Amazigh y asegurase su protección y promoción, como había sido requerido por el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial en 2009. El Comité también pidió al Estado parte recopilar, basándose en autoidentificación, estadísticas desglosadas por pertenencia étnica y cultural; tomar medidas administrativas y legislativas para garantizar la enseñanza de la lengua amazigh en todos los niveles escolares; alentar el conocimiento de historia y cultura amazigh; y facilitar el normal desarrollo de actividades culturales organizadas por asociaciones culturales amazigh.[3]

Hasta la fecha, ninguna de estas recomendaciones ha seguido una vía de aplicación práctica. Túnez se da por satisfecho simplemente con utilizar algunos aspectos de la cultura indígena amazigh (alfombras, joyería, festivales bereberes, en particular) como una atracción turística.

 

Túnez frente a su cuarto Examen Periódico Universal

En noviembre de 2022, Túnez presentó su cuarto informe al Comité del Examen Periódico Universal (EPU). La mayoría de los comentarios se centraron en las cuestiones de la democracia y la excesiva concentración de poder en las manos del jefe de Estado, junto con el estrechamiento de libertades debido a la legislación cada vez más restrictiva.

Con respecto a la comunidad Amazigh de Túnez, las recomendaciones se limitaron a garantizar el derecho de los niños y las niñas amazigh a una educación intercultural y bilingüe que respete su cultura y tradiciones, en particular, incorporando el tamazight como un segundo idioma en la escuela, y a tomar medidas, en cooperación con asociaciones culturales, para realzar y hacer más conocidas prácticas culturales amazigh.[4],[5] Estas recomendaciones son las mismas que en 2021 le planteó el Comité de los Derechos del Niño al gobierno de Túnez (CRC/C/TUN/CO/4-6).

 

Conservación de la naturaleza y áreas protegidas

Las áreas protegidas de Túnez son de reciente creación (1977) y están bajo la supervisión de dos diferentes administraciones: el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Medio Ambiente. No obstante, otros ministerios, como los de Desarrollo Económico, Hacienda, Defensa, Infraestructura y Vivienda, y Turismo también están involucrados en las políticas de conservación en diversos grados. La legislación relativa a la conservación de la biodiversidad y las áreas protegidas comprende el Código Forestal de 1988 y la Ley N.º 2009-49 del 21 de julio de 2009.[6],[7]

Túnez ha firmado también un número significativo de textos internacionales: la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1975), la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) (1975), la Convención Africana sobre la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (1977), la Convención Ramsar sobre los Humedales de Importancia Internacional (1981), el Protocolo de Barcelona sobre Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (1983), la Convención de Bonn sobre Conservación de Especies Migratorias (1986), el Convenio de Río sobre la Diversidad Biológica (CDB, 1993), el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología (2002), el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (2003) y el Acuerdo sobre la Conservación de las Aves Acuáticas Migratorias Afroeuroasiáticas (AEWA, 2004).[8] Todo ello podría llevar a pensar que Túnez otorga gran importancia a la conservación de la naturaleza pero la realidad es muy decepcionante.

Túnez, un país árido con un clima mediterráneo y una media de precipitaciones no superiores a 200 mm/año, es el hogar de algo más de 7.000 especies de animales y plantas terrestres y acuáticas. A su vez,  tiene 17 parques nacionales (cuatro clasificados como reservas de la bioesfera), 27 reservas naturales, cuatro reservas de vida silvestre y 38 humedales de importancia internacional. Representan el 7,18 % del territorio nacional,[9] muy lejos de la meta del 30 % establecida por el acuerdo de la Conferencia de la ONU sobre Diversidad Biológica de 2022 en Montreal.[10],[11]

A pesar de las manifestadas buenas intenciones, la inestabilidad política y social y también el deterioro general de las condiciones de vida desde la “revolución” de 2011, han impedido una suficiente concienciación, tanto a nivel de gobierno como de la sociedad, de la cuestión crucial de preservar la riqueza natural del país. La falta de recursos económicos asignados para gestionar las áreas protegidas, la falta de personal, de formación, la deficiente recopilación de datos, la caza furtiva, la corrupción, la falta de participación de las comunidades indígenas y los peligros climáticos son dificultades y carencias que amenazan la supervivencia de las especies de animales y plantas del país. Según el biólogo y activista medioambiental, Mohsen Kalboussi:

En Túnez, la gestión de las áreas protegidas puede resumirse en una simple frase: ¡vallar y prohibir! Estas prohibiciones primero afectaron a las comunidades que utilizaban estas áreas antes de ser protegidas (pastoreo, recogida de madera, vegetación, frutos, plantas medicinales...). En algunos lugares estallaron conflictos, pero la administración impuso su decisión a las poblaciones locales. Se podría haber alcanzado un compromiso pero ni siquiera se intentó.[12]

En Túnez, como en otros lugares, la exclusión de las comunidades indígenas de las decisiones relativas a sus recursos naturales y territorios es la principal razón del fracaso de experiencias de conservación y protección de la naturaleza. Estas comunidades deben ser consideradas interlocutoras fundamentales y, por consiguiente, han de estar involucradas desde las primeras fases de los proyectos de conservación en sus territorios. Entonces sí podrán contribuir con sus conocimientos y sabias prácticas para la gestión de un medio ambiente que ha sido suyo durante siglos. Se debe encontrar una solución equilibrada entre un modelo ecológico y un modelo económico sostenible en el que las comunidades indígenas sean capaces de salvaguardar su subsistencia mediante los beneficios positivos que generan las áreas protegidas (trabajo, turismo, venta de artesanías locales, entre otras posibilidades).

 

 

Belkacem Lounes es doctor en Ciencias Económicas, profesor universitario (Universidad de Grenoble) y miembro experto del Grupo de Trabajo sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. También, es autor de numerosos informes y artículos sobre los derechos de los amazigh.

 

This article is part of the 37th edition of The Indigenous World, a yearly overview produced by IWGIA that serves to document and report on the developments Indigenous Peoples have experienced. Find The Indigenous World 2023 in full here.

 

 

Notas y referencias

[1] Constitución de la República de Túnez, adoptada por referéndum el 25 de julio de 2022. Disponible en http://www.iort.gov.tn/WD120AWP/WD120Awp.exe/CTX_10904-45-niFYFlzLwZ/ConstitutionNew/SYNC_1768356691

[2] “Eclatante victoire des Amazighs de Tunisie à l’ONU”. En Congreso Mundial Amazigh, 15 de octubre de 2016. Disponible en https://www.congres-mondial-amazigh.org/2016/10/15/nouvel-article-de-blog/

[3] Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. “Observaciones finales sobre el tercer informe periódico de Túnez”. 14 de noviembre de 2016. Disponible en https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G16/254/57/PDF/G1625457.pdf?OpenElement

[4] Informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 7-18/11/2022. Disponible en https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G22/606/37/PDF/G2260637.pdf?OpenElement 

[5] EPU de Túnez. “Fiche d´information sur la discrimination contre les minorités et autres groupes marginalisés en Tunisie”. Minority Rights, noviembre de 2022. Disponible en https://minorityrights.org/wp-content/uploads/2022/10/UPR_Tunisia_Factsheet_FR-MRG.pdf

[6] République Tunisienne. Code Forestier et ses textes d’aplication. 2010. Disponible en http://droit-afrique.com/upload/doc/tunisie/Tunisie-Code-2010-forestier.pdf  

[7] Loi N.° 2009-49 du 20 juillet 2009: Loi N.° 2009-49 du 20 juillet 2009, relative aux aires marines et côtières protégées. Disponible en http://www.citet.nat.tn/Portail/doc/SYRACUSE/42446/loi-n-2009-49-du-20-juillet-2009-loi-n-2009-49-du-20-juillet-2009-relative-aux-aires-marines-et-coti?_lg=en-US

[8] Chakroun, B. Houman, Z. Benaissa y P. Francour. “Situation alarmante des aires protégées tunisiennes pendant la révolution: échec d´une politique de conservation et remède. Quid de la recherche?” Bulletin de la Société zoologique de France 137, 2012, págs. 33-47. Disponible en https://www.researchgate.net/publication/258837217_Situation_alarmante_des_aires_protegees_tunisiennes_pendant_la_revolution_Echec_d%27une_politique_de_conservation_et_remedes_Quid_de_la_recherche

[9] “Les aires protégées en Tunisie”. OENOMED, artículo 1, Septiembre de 2021. Disponible en  https://www.enicbcmed.eu/fr/oenomed-met-en-lumiere-le-lien-entre-les-aires-protegees-et-la-viticulture-en-tunisie

[10] “UN conference concludes with ‘historic’ deal to protect a third of the world’s biodiversity”. Noticias ONU, 19 de diciembre de 2022. Disponible en https://news.un.org/en/story/2022/12/1131837.       

[11] Véase también: “COP15: un accord historique”. ONU, 19 de diciembre de 2022. Disponible en https://unric.org/fr/cop15-un-accord-historique/

[12] Kalboussi, Mohsen. “Menaces sur les aires protégées en Tunisie”. Nawaat, 28 de septiembre de 2022. Disponible en https://nawaat.org/2022/09/28/menaces-sur-les-aires-protegees-en-tunisie/

Etiquetas: Gobernanza Global

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