El Mundo Indígena 2021: Túnez
Como en otras partes del Norte de África, los Amazigh son la población indígena de Túnez. No existen estadísticas oficiales que precisen su número exacto en el país, pero asociaciones Amazigh estiman que hay alrededor de 1 millón de hablantes de tamazight (el idioma amazigh). Esta cifra supone aproximadamente el 10% de la población total. Túnez es el país donde los Amazigh han sufrido en mayor medida una arabización forzada, lo que explica la baja proporción de hablantes de tamazight en el país. No obstante, aunque muchos tunecinos ya no hablan tamazight se consideran más Amazigh que árabes.
Los Amazigh de Túnez se encuentran diseminados por todas las regiones que componen el país, desde Azemour y Sejnane en el norte a Tittawin (Tataouine) en el sur, pasando por El-Kef, Thala, Siliana, Gafsa, Gabès, Djerba y Tozeur. Como sucede en el resto del Norte de África, muchos de los Amazigh de Túnez han abandonado sus montañas y desiertos para buscar trabajo en las ciudades y en el extranjero. Por consiguiente, un gran número de Amazigh vive en los diferentes barrios de la capital, especialmente en la parte antigua (Medina), trabajando principalmente en oficios cualificados y pequeños comercios. La población indígena Amazigh se distingue no solo por su idioma (tamazight) sino también por su cultura (indumentaria tradicional, música, gastronomía, religión ibadí practicada por los Amazigh de Djerba).
Desde la “revolución” de 2011, numerosas asociaciones culturales Amazigh han emergido con el objetivo de lograr el reconocimiento y uso del idioma y la cultura amazigh. Sin embargo, el Estado tunecino no reconoce la existencia de la población Amazigh del país. El Parlamento adoptó una nueva Constitución en 2014 que ensombrece totalmente las dimensiones Amazigh (históricas, culturales y lingüísticas) del país. En sus considerandos, el texto hace referencia a las fuentes de “identidad árabe y musulmana” de los tunecinos y explícitamente proclama la pertenencia del país a la “cultura y civilización de la nación árabe y musulmana”, expresando el compromiso del Estado para trabajar en aras de reforzar “la unión del Magreb como paso para alcanzar la unidad árabe (…)”. En esta línea, el artículo 1 reafirma que “Túnez es un Estado libre, (…), el islam es su religión, el árabe su idioma”, mientras que el artículo 5 confirma que “la República de Túnez forma parte del Magreb árabe”. Por tanto, para el Estado de Túnez los Amazigh no existen en el país.
A nivel internacional, Túnez ha ratificado los principales estándares internacionales y en 2007 votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Sin embargo, estos textos internacionales siguen siendo desconocidos para la amplia mayoría de ciudadanos y profesionales del ámbito jurídico y no se aplican en los tribunales nacionales.
Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí
Negación persistente de todo lo Amazigh
La principal y más notable expresión de la negación de todo lo relacionado con los Amazigh se evidencia en la Constitución de Túnez de 2014 que no contiene ninguna referencia a la existencia de la comunidad indígena ni hace mención alguna a la historia, cultura y lengua de este pueblo. Lamentablemente, no se perciben indicios de que esta realidad pueda cambiar en un futuro cercano. Más bien lo contrario, muchos actores políticos, académicos y de medios de comunicación públicamente manifiestan que “no existe una cuestión Amazigh en Túnez” y que “casi nadie reivindica ser Amazigh”, o que “el problema Amazigh es algo ajeno a Túnez”.
La Ley Orgánica Nº 2018-50, del 23 de octubre de 2018, sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial fue interpretada por actores gubernamentales y no gubernamentales como una ley destinada principalmente a proteger a migrantes de otras tierras africanas y no a los Amazigh. A estos últimos se les consideran tunecinos como al resto de la población, es decir, “árabes y musulmanes” y, por tanto, no pueden sufrir ninguna discriminación por motivos de raza, color, linaje, origen nacional o étnico, o ninguna otra forma de discriminación racial.
Ciudadanos y asociaciones Amazigh no solo tienen miedo de contradecir este discurso dominante, sino que también se enfrentan a grandes dificultades para que se escuchen sus voces. Los medios de comunicación, tanto públicos como privados, les están vetados y temen la estigmatización, insultos y amenazas en redes sociales, así como represalias en su vida cotidiana.
En consecuencia, aún cuando sufren la negación de su identidad y discriminación, los Amazigh de Túnez no se atreven a expresar abiertamente sus quejas y sufrimiento. Y la sociedad dominante árabe-islámica (Estado y sociedad civil) se ampara en este “silencio forzado” para aseverar que no existe un “problema Amazigh”, o incluso personas Amazigh, en el país.
Sin embargo, ante un telón de fondo general de hostilidad hacia los derechos fundamentales de los Amazigh, el gobierno finalmente estuvo de acuerdo con la solicitud de asociaciones Amazigh para abolir la Circular Nº 85 del 12/12/1965 que prohibía a los padres poner nombres no árabes a sus hijos/as. El 16 de julio de 2020, el ministro de Asuntos Locales envió una carta oficial a todos los alcaldes justificando la decisión del gobierno por estar obligados a respetar compromisos internacionales de Túnez respecto a libertades y derechos humanos. De hecho, el gobierno ya previamente había sido apercibido sobre este tema, particularmente en 2009, por el Comité de los Derechos del Niño, y en 2016 por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Además, Túnez debía presentar, en 2020, su informe periódico ante el Comité de los Derechos del Niño en virtud de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y es probable que el gobierno planeara anunciar esta buena noticia en ese momento. Sin embargo, debido a la pandemia del COVID-19, el período de sesiones del comité se pospuso a mayo de 2021.[1]
No obstante, esta carta gubernamental no resuelve todo. Numerosos alcaldes nacionalistas islámicos y árabes han declarado expresamente que mantendrán su rechazo a registrar nombres no árabes. Los padres que deseen poner un nombre Amazigh a sus hijos/as tendrán que recurrir a los tribunales. ¿Pero cuántos los harán? Para Mohsen Esseket, presidente de la Asociación Tamagit para los Derechos, Libertades y Cultura Amazigh, “es difícil dar ese paso, es desalentador para los padres”.[2]
Discriminación continuada
Los Amazigh que, a pesar de lo anterior, si osan mostrar o promover su lengua o cultura son objeto de intimidación y amenazas. Al propietario de una tienda en Nabeul cuyo cartel se mostraba en tres lenguas (árabe, francés y tamazight), se le ordenó por parte de la policía y el gobernador retirar el texto Amazigh bajo amenaza o procesamiento y una inspección fiscal.
Los Puntos Antidiscriminación (Anti-Discrimination Points, PAD)[3] notifican que: “Se ha trasladado a estudiantes de enseñanza secundaria a diversos institutos que se encuentran lejos de sus casas por hablar entre ellos en tamazight en el patio del colegio”.[4]
En marzo de 2020, el Banco Central de Túnez emitió un nuevo billete que rinde homenaje a los alfareros Amazigh y la alfarería de Sejnane, incluida en 2018 dentro de la lista de la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Sin embargo, en el billete aparece el término “bereber” en vez de “Amazigh”, lo que se traduce en árabe como “barbarie”, implicando claramente la palabra "bárbaro" en su pronunciación árabe. Las asociaciones Amazigh protestaron contra esta estigmatización y ofensa y reclamaron (sin éxito) que se retirara el billete y se reemplazara con una denominación correcta.[5]
Actividades culturales Amazigh
Por primera vez, el Año Nuevo o Yennayer, que se celebra el 12 de enero de cada año, fue festejado por asociaciones Amazigh, en algunas zonas con el apoyo de las autoridades locales.[6] Se organizaron programas con ponencias sobre la historia y el patrimonio Amazigh, actuaciones musicales y exhibiciones de arte y artesanía Amazigh en Túnez, Gabès, Tamezret, Azemour, Sidi-Daoud, Azoghrane y Kélibia.
Varios periódicos también aprovecharon la oportunidad para publicar artículos sobre los Amazigh, levantando el velo que hasta ahora ocultaba esta cultura indígena.[7]
El resurgimiento de la cultura Amazigh en Túnez se hace eco del renacimiento cultural Amazigh que está aconteciendo en otros países de Tamazgha (norte de África) y responde a una necesidad real de los Amazigh de vivir plenamente su cultura ancestral y revitalizarla, dotándola de visibilidad y dándola a conocer. Y, sin embargo, el gobierno y algunos tunecinos del movimiento nacional arabista e islamista rechazan cualquier expresión de la identidad Amazigh, acusándola de provocar la “división”[8] de la nación tunecina, fundada – dicen - únicamente sobre una identidad árabe-islámica.
Los Amazigh de Túnez en el contexto de la COVID-19
Desde la irrupción de la pandemia del COVID-19, varios organismos internacionales (FAO, OMS, el Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, el Mecanismo de Expertos de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas)[9] instaron a los Estados a garantizar que se protegiera a los pueblos indígenas y sus territorios y se les proporcionara información oportuna y precisa sobre todos los aspectos de la pandemia, en sus propias lenguas y de forma culturalmente apropiada.
No se tomaron medidas específicas para proteger a las poblaciones Amazigh en Túnez. Por el contrario, fue durante la pandemia que se produjeron más cortes de suministro de agua, especialmente en los territorios del sur habitados por los Amazigh. No se tradujo ni se divulgó información en la lengua Amazigh sobre el COVID-19 y las medidas implementadas para combatirlo. Además, el material de protección (mascarillas, desinfectantes, entre otros) llegó muy tarde a los territorios Amazigh del interior. Las comunidades tuvieron que arreglárselas por si mismas para obtener información y establecer un confinamiento con el fin de limitar la propagación del virus.
La ausencia de servicios públicos en los territorios Amazigh es una consecuencia del abandono de estos territorios por parte del Estado, ya que los considera carentes de interés económico y por tanto “inútiles”. Esta marginación de las regiones Amazigh se señala en las Observaciones finales del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en su 59 período de sesiones celebrado en septiembre de 2016 (E/C.12/TUN/CO/3).
Belkacem Lounes es doctor en Economía, profesor de la Universidad de Grenoble, miembro experto del Grupo de Trabajo sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y autor de numerosos informes y artículos sobre derechos Amazigh.
Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí
Notas y referencias
[1] Base de datos de los órganos de tratados de las Naciones Unidas. “CRC – Convención sobre los Derechos del Niño”. 87 Sesión del Comité, 17 de mayo a 4 de junio de 2021. OACDH. Disponible en
https://tbinternet.ohchr.org/_layouts/15/treatybodyexternal/SessionDetails1.aspx?SessionID=2446&Lang=es
[2] Raynal, Matthias. “En Tunisie, la fin des prénoms interdits”. Slate, 31 de agosto de 2020. Disponible en http://www.slate.fr/story/194313/tunisie-etat-civil-choix-prenom-enfant-parents-bizerte-fin-circulaire-1965-lotfi-zitoun
[3] Estas son asociaciones designadas como observatorios contra la discriminación creadas por Minority Rights Group (Grupo para los Derechos de las Minorías) en el contexto de su proyecto “For the Capacity Building of Tunisian Civil Society in the Fight Against Discrimination” (Para el fomento de la capacitación de la sociedad civil tunecina en la lucha contra la discriminación).
[4] Jelassi, Mohamed Amine. “Rapport d'analyse des données sur les cas de discriminations récoltées par les Points Anti-Discrimination”. Points Anti-Discriminations (PAD), Túnez, mayo de 2020. Disponible en https://minorityrights.org/wp-content/uploads/2020/05/rapport-PAD-discrimination-2019-FR.pdf
[5] Amazigh World Congress. “Letter from the CMA to the Governor of the Central Bank of Tunisia”. 22 de septiembre de 2020. Disponible en https://www.congres-mondial-amazigh.org/2020/09/22/lette-du-cma-au-gouverneur-de-la-banque-centrale-de-tunisie/
[6] “Les 5 Journées Tunisiennes de la Culture Amazigh se tiendront du 10 au 14 janvier 2020 à Tunis” (Los 5 Días Tunecinos de Cultura Amazigh se celebrarán del 10 al 14 de enero de 2020 en Túnez). Kapitalis, 9 de enero de 2020. Disponible en http://kapitalis.com/tunisie/2020/01/09/les-5e-journees-tunisiennes-de-la-culture-amazighe-se-tiendront-du-10-au-14-janvier-2020-a-tunis/
[7] Tunisie.co Tourisme Culture. “Le Nouvel An Amazigh, ça se fête aussi en Tunisie”(El Nuevo Año Amazigh también se celebra en Túnez). 10 de enero de 2020. Disponible en https://tunisie.co/article/13019/sortir/calendrier/le-nouvel-an-amazigh-tunisie-550610
[8] Metallaoui, Mohamed y Neila Rhouma. “Discovering the Amazigh architectural heritage of Tunisia.” HAL Open Archives, 19 de abril de 2020. https://hal.archives-ouvertes.fr/hal-02547360/document
[9] Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “La salud y seguridad de los pueblos indígenas está en riesgo a causa del Coronavirus (COVID-19)”. 27 de marzo de 2020. Disponible en http://www.fao.org/indigenous-peoples/news-article/es/c/1268355/
Etiquetas: Gobernanza Global, Derechos Humanos