El Mundo Indígena 2023: Guayana Francesa
La Guayana Francesa es un territorio de ultramar francés ubicado en la Amazonía oriental en América del Sur. Limita al oeste con Surinam, y al este y al sur con Brasil. Su área total es de 83.846 km². Se estima que su población, que alcanza los 301.099 habitantes (INSEE, 2023), vive mayormente en la capital, la ciudad de Cayena, y a lo largo de la costa. Más del 90 % del territorio está cubierto por una densa selva ecuatorial que representa el 1 % de la selva amazónica. Solo puede accederse al interior del país por medio de aviones o canoas.
Durante la colonización (1604-1946), Francia aplicó el principio de “terra nullius” –tierra desocupada sin dueño– para apoderarse de las tierras de los pueblos indígenas. La Guayana Francesa dejó oficialmente de ser una colonia en 1946 pero sigue siendo administrada por Francia, a quien le pertenece más del 90 % del territorio.
La Constitución de la República Francesa prohíbe las estadísticas étnicas. Por lo tanto, es difícil determinar el número exacto de pueblos indígenas. Según la estimación de los investigadores, estos pueblos representan alrededor del 4 % de la población guayanesa, es decir, cerca de 12.000 personas. Seis comunidades aborígenes sobrevivieron la colonización: los kali'na tileuyu, los lokono y los pahikweneh viven en la costa cerca de centros urbanos; y los wayãpi, teko y wayana en el interior del territorio a lo largo de los ríos.
En el 2007, Francia ratificó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, pero se niega a hacer lo mismo con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). De hecho, su Constitución no reconoce los derechos específicos de los pueblos indígenas alegando que todos los ciudadanos franceses son iguales ante la ley.
Áreas protegidas de los pueblos indígenas
La Guayana Francesa comparte muchas riquezas naturales con la Amazonía. Más del 90 % del territorio se encuentra cubierto de bosque primario y una impresionante red de ríos. En el 2007, se creó un parque nacional de casi 3,4 millones de hectáreas en el sur del territorio. El Parque Amazónico de la Guayana Francesa se conecta con el Parque Nacional de las Montañas de Tumucumaque en Brasil. Con una extensión total de 7,3 hectáreas, estos dos parques nacionales forman el área tropical protegida más grande del mundo.[1]
Desde 1987, Francia ha reconocido la existencia de zonas protegidas dedicadas a los pueblos indígenas. La legislación nacional brinda la posibilidad de asignarles tierras a través de lo que se conoce como “derechos de uso colectivo”. El objetivo es permitir que los habitantes se beneficien de territorios lo suficientemente grandes como para practicar la caza, la pesca, la recolección, la agricultura, y para cubrir sus necesidades de subsistencia. Por lo tanto, se ubican en áreas de bosques primarios con abundante flora y fauna. Gracias a su forma de vida tradicional y respetuosa del medio ambiente, la administración de las tierras por parte de los pueblos indígenas es una de las mejores estrategias para la conservación de la biodiversidad en la Guayana Francesa.
Estas áreas de subsistencia son administradas directamente por los líderes indígenas de una o más aldeas. Ellos deciden sobre el uso y la distribución de la tierra entre sus habitantes. Sin embargo, los pueblos indígenas no poseen un título de propiedad sobre ese territorio. De hecho, el gobierno francés es el dueño de esas tierras indígenas. Para obtener el derecho al uso de esas áreas, los líderes indígenas deben presentar una solicitud ante el representante del gobierno francés en la Guayana Francesa, el prefecto, quien tiene la facultad de validar o cancelar la creación del área de subsistencia.[2]
Áreas de subsistencia afectadas por el desarrollo económico
Las áreas protegidas de los pueblos indígenas suman en la actualidad más de 750.000 hectáreas, o alrededor del 5 % del territorio de la Guayana Francesa. No obstante, el sistema de distribución de tierras en cabeza del prefecto es una práctica que está siendo cada vez más cuestionada por los pueblos indígenas por varias razones.
En primer lugar, el criterio de “subsistencia” establecido en la legislación nacional en 1987 para justificar la creación de una zona se encuentra, hoy en día, obsoleto. De hecho, la noción de subsistencia no puede limitarse actualmente a la caza, la pesca y la recolección debido a los cambios sociales, económicos y jurídicos que han tenido lugar en la Guayana Francesa, así como a los nuevos estilos de vida adoptados por la nueva generación indígena. Por lo tanto, estas comunidades piden una reforma legislativa con la finalidad de poder desarrollar proyectos económicos respetuosos de la naturaleza y proyectos comunitarios en estas áreas.[3]
En segundo lugar, los procedimientos administrativos para solicitar tierras son complejos y, muchas veces, no obtienen respuesta por parte del prefecto durante años. Al mismo tiempo, el gobierno francés autoriza proyectos de construcción urbana y proyectos industriales en estas tierras, lo cual causa un impacto en los espacios donde habitan los pueblos indígenas.
En efecto, la Guayana Francesa tiene fuertes necesidades de desarrollo debido a su alta tasa de crecimiento poblacional (+2,1 % por año). El territorio tiene que enfrentar muchos desafíos en lo que respecta a vivienda, alimentación, transporte y energía. Estos proyectos requieren el uso de extensas áreas de tierra, por lo general, a costa del bosque y de las áreas protegidas. Los pueblos indígenas, por tanto, demandan que el gobierno francés respete su consentimiento libre, previo e informado. Para hacerlo, utilizan los mecanismos de las Naciones Unidas, como cuando se opusieron al proyecto minero Montagne d’or en 2019.[4]
Represión policial de los activistas indígenas
Como propietario de las tierras, el gobierno francés a veces autoriza proyectos industriales en territorios que han sido reclamados por los pueblos indígenas durante muchos años. Este es el caso de la central eléctrica,[5] que implica el desmonte de 78 hectáreas de selva cercana a una aldea indígena. Este proyecto está siendo impulsado por la empresa Hydrogène de France, la cual obtuvo la autorización del prefecto para construir la estación energética. Esta empresa afirma haber obtenido la aceptación del líder de la aldea indígena, pero, de hecho, no ha respetado el protocolo de consulta.
La situación ha creado serias tensiones. La empresa acusó al líder Roland Sjabere de haber dañado los equipos para evitar el avance del proyecto. El 24 de octubre de 2022, las fuerzas de seguridad lo arrestaron.[6] Ingresaron a la aldea sin el consentimiento previo de sus habitantes, utilizaron gas lacrimógeno y lo esposaron frente al resto de los asustados habitantes del lugar. Se debe tener en cuenta que se trata de un líder legítimo que aboga por el respeto de la integridad del territorio de su pueblo.
El arresto se llevó a cabo bajo condiciones inaceptables y enfureció a la opinión pública guayanesa. Las organizaciones indígenas han denunciado una total falta de respeto por un líder indígena que es miembro del Gran Consejo Consuetudinario. Al día de hoy, el proyecto de la central eléctrica se encuentra en marcha con el apoyo del gobierno francés y de los políticos guayaneses no indígenas.
La tragedia de las escuelas residenciales
En octubre de 2022, una investigación periodística llevó a la publicación de un libro sobre niños y niñas indígenas que fueron llevados por la fuerza a internados católicos en la Guayana Francesa.[7] Incluso en la década de 1930, cientos de niños indígenas eran dejados en estas escuelas residenciales, conocidas como “hogares indios”. Ahora se están oyendo las voces de quienes residieron allí, al igual que en Canadá, donde el problema de estas instituciones ha sido objeto de controversia durante varios años.
La creación de una asociación en memoria de los hogares indios ha sido anunciada a iniciativa del Gran Consejo Consuetudinario.[8] Esta asociación liderará un proyecto para establecer una comisión para “la verdad y la reconciliación” con el objetivo de abordar la violencia cometida en estos lugares. Esto permitirá que se abran investigaciones civiles (aunque no penales) para indagar sobre la violencia cometida contra estas personas y para avanzar hacia el reconocimiento de las víctimas y su dolorosa historia. Se trata de saber la verdad, de entender las causas y las responsabilidades, y de considerar medidas que aseguren la reparación y la no repetición. También tiene la finalidad de abrir un debate público sobre el prejuicio que experimentaron los niños indígenas al ser removidos de sus familias y costumbres, víctimas de un genocidio cultural.[9]
La dificultad se centra en que Francia todavía se resiste a reconocer la responsabilidad de sus acciones durante el período colonial y se niega a pedir disculpas. En la Guayana Francesa, el gobierno francés no ha hecho nada para brindar algún tipo de reparación para con los pueblos indígenas. En Canadá fue diferente. Allí también establecieron una comisión similar para investigar sobre la tragedia de sus escuelas residenciales católicas. Sin embargo, el trabajo trajo como resultado una disculpa oficial por parte del Papa Francisco y un pedido de perdón del primer ministro Justin Trudeau.
Elección de un nuevo presidente para el Gran Consejo Consuetudinario
El 12 de marzo de 2022, el líder del pueblo cimarrón negro de la isla, Bruno Apouyou, se convirtió en el nuevo presidente del Gran Consejo Consuetudinario[10] de la Guayana Francesa por un período de tres años.
El Gran Consejo Consuetudinario es una institución creada en 2007 por iniciativa del gobierno francés. Es responsable de la representación de los pueblos indígenas y cimarrones de la Guayana Francesa. Defiende sus intereses jurídicos, económicos, sociales, culturales, educativos y ambientales. Sin embargo, este Consejo no tiene autonomía administrativa porque se encuentra bajo la supervisión del gobierno francés. Puede ser consultado por el prefecto o las autoridades políticas locales en cuanto a las decisiones que afecten las vidas de los pueblos indígenas y cimarrones. El Gran Consejo Consuetudinario emite opiniones “consultivas” que no son vinculantes. El prefecto, entonces, tiene la facultad de elegir actuar conforme o no a estas opiniones.
Desde su creación, el gobierno francés ha impuesto un sistema de gobernanza compartida entre los pueblos indígenas y cimarrones dentro del Gran Consejo Consuetudinario. No obstante, los derechos y las tradiciones consuetudinarias de estas dos comunidades son radicalmente distintas. Nuevamente, esto fue realizado sin un consentimiento libre, previo e informado.
A pesar de que estos dos pueblos viven en armonía, la elección de un líder cimarrón en 2022 llevó a un estancamiento a la hora de defender los intereses específicos de cada comunidad. El nuevo presidente ha hecho pública su voluntad de defender los intereses propios del pueblo cimarrón. Por lo tanto, el presidente del Gran Consejo Consuetudinario no tiene la autoridad de expresarse en cuestiones concernientes a los pueblos indígenas en las discusiones ante el gobierno francés. Por eso, demandan la creación de una institución independiente gobernada por sus propios líderes indígenas.
Alexandre Sommer-Schaechtele pertenece al pueblo indígena Kali'na Tileuyu. Es un experto jurídico en derechos de los pueblos indígenas y obtuvo un máster en Derecho Empresarial otorgado por la Universidad Sophia Antipolis de Niza (Francia). En el 2014, se convirtió en miembro de la Organización de Naciones Indígenas de la Guayana Francesa (Organisation des Nations Autochtones de Guyane française). En el 2018, cursó la formación en derechos humanos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra. Desde entonces, promueve derechos y escribe informes sobre la situación de los pueblos indígenas de la Guayana Francesa con el propósito de alertar a los expertos de las Naciones Unidas. Ofrece conferencias en Francia y en el extranjero.
Este artículo es parte de la 37a edición de El mundo indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. Encuentra El Mundo Indígena 2023 completo aquí.
Notas y referencias
[1] Sitio de WWF de las Guayanas, https://www.wwf.fr/espaces-prioritaires/guyane
[2] Légifrance. Code général de la propriété des personnes publiques. Partie réglementaire. 5ème partie. Livre Ier. Titre IV. Chapitre III: Concessions et cessions à des communautés d’habitants (Articles R5143-1 à D5143-6). Disponible en https://www.legifrance.gouv.fr/codes/section_lc/LEGITEXT000006070299/LEGISCTA000029399369/
[3] “Les zones de droit d'usage des Amérindiens: comprendre les attributions du foncier pour mieux le gérer (1/2)”. Guyane la 1ère, 12 de noviembre de 2019. Disponible en https://la1ere.francetvinfo.fr/guyane/zones-droit-usage-amerindiens-comprendre-attributions-du-foncier-mieux-gerer-770565.html
[4] Treaty Bodies - How a UN Committee contributed to end a controversial mining project in French Guiana. Servicio Internacional para los Derechos Humanos, 14 de noviembre de 2019. Disponible en https://ishr.ch/latest-updates/treaty-bodies-how-a-un-committee-contributed-to-end-a-controversial-mining-project-in-french-guiana/
[5] Sitio web de CEOG, https://www.ceog.fr/le-projet
[6] “Roland Sjabere placé en garde à vue à Saint-Laurent”. Mo News Guyane, 24 de octubre de 2022. Disponible en https://monewsguyane.com/2022/10/24/roland-sjabere-place-en-garde-a-vue-a-saint-laurent/
[7] “En Guyane, l’histoire encore taboue de « l’éducation forcée » d’enfants amérindiens”. Ouest-France, 3 de octubre de 2022. Disponible en https://www.ouest-france.fr/region-guyane/en-guyane-l-histoire-encore-taboue-de-l-education-forcee-d-enfants-amerindiens-90cb2600-3b3f-11ed-a64e-162cc23a7f46
[8] “Homes indiens: un collectif pour faire reconnaître les ‘traumatismes’”. France-Guyane, 2 de febrero de 2023. Disponible en https://www.franceguyane.fr/actualite/societe-social-emploi/homes-indiens-un-collectif-pour-la-reconnaissance-des-verites-922242.php
[9] “Guyane: les enfants autochtones veulent la vérité sur les violences dans les pensionnats catholiques”. Ouest-France, 2 de febrero de 2023. Disponible en https://www.ouest-france.fr/region-guyane/guyane-les-enfants-autochtones-veulent-la-verite-sur-les-violences-dans-les-pensionnats-catholiques-2226b042-a2f1-11ed-8428-de9553521eb9
[10] “Bruno Apouyou élu à la tête du Grand Conseil Coutumier”. Guyane la 1ère, 13 de marzo de 2022. Disponible en https://la1ere.francetvinfo.fr/guyane/bruno-apouyou-elu-a-la-tete-du-grand-conseil-coutumier-1253829.html
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