El Mundo Indígena 2021: Convenio sobre la Diversidad Biológica

El Convenio sobre la Diversidad Biológica es un tratado internacional de las Naciones Unidas (ONU) adoptado en 1992. El Convenio tiene tres objetivos: conservar la diversidad biológica, promover su utilización sostenible y garantizar la distribución equitativa de los beneficios derivados de su utilización (art. 1).[1]

El Convenio ha desarrollado programas de trabajo sobre cuestiones temáticas tales como la diversidad biológica marina, agrícola y forestal y sobre cuestiones transversales como los conocimientos tradicionales, el acceso a recursos genéticos y las áreas protegidas. Todos los programas de trabajo tienen un impacto directo en los derechos y territorios de los pueblos indígenas. El Convenio reconoce la importancia de los conocimientos tradicionales (Art. 8j) y el uso consuetudinario sostenible de los recursos biológicos (Art. 10c) para la consecución de sus objetivos.

En 2010, la 10º Reunión de la Conferencia de las Partes (también denominada COP 10) adoptó el Protocolo de Nagoya sobre el Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización y el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, el cual incluye 20 metas de Aichi para la biodiversidad. De este modo, comenzó el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica 2011-2020.

El Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad se creó en 1996 durante la COP 3 como cónclave indígena en los procesos del Convenio. Desde entonces, el Foro ha funcionado como un mecanismo coordinador para facilitar la participación y defensa indígena en el Convenio a través de reuniones preparatorias y actividades de fomento de capacidades y de otros tipos. El Foro ha conseguido que muchos de los programas de trabajo del Convenio tengan en cuenta los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas, su uso consuetudinario de la diversidad biológica y su participación efectiva. El Foro también ha participado activamente en las negociaciones sobre el acceso a los recursos genéticos para defender los derechos fundamentales de los pueblos indígenas que deben incluirse en ellas.

El año 2020 se había anunciado como el gran año de la diversidad biológica con una nueva estrategia —el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020— que debía adoptarse en la 15º Conferencia de las Partes (COP 15) en noviembre en Kunming (China).


Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí


El Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020

La COP 14 de 2018 puso en marcha nuevas negociaciones en el marco de un Grupo de Trabajo de Composición Abierta (GTCA) para abordar la aplicación del Convenio en el periodo posterior a 2020. La segunda reunión del GTCA tuvo lugar en febrero de 2020 en Roma (Italia) y en ella las partes del Convenio tuvieron la oportunidad de comentar y proponer elementos para el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020. En la reunión se discutió un borrador cero del Marco que había sido preparado por los copresidentes del proceso, Basile van Havre de Canadá y Francis Ogwal de Uganda. Se les había encomendado su elaboración en la primera reunión del GTCA después de que algunas partes presionaron para que se elaborara un documento que pudiera servir de base para las negociaciones. Se recopilaron y se cotejaron comentarios sobre el borrador cero en un documento que luego fue anexado a las conclusiones de la reunión; posteriormente, los copresidentes elaboraron un borrador cero actualizado en el que se reflejaban las aportaciones y propuestas realizadas en la reunión.

El COVID-19

La reunión del GTCA en Roma fue una de las últimas reuniones presenciales llevadas a cabo en el marco de la Convención en 2020 porque el COVID-19 ya había empezado a hacer estragos en el norte de Italia al momento de celebrarse el encuentro y pronto se convertiría en una pandemia mundial. La serie de reuniones internacionales de alto nivel sobre el medio ambiente previstas para 2020, entre ellas una Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad al margen del periodo de sesiones anual de la Asamblea General de la ONU en septiembre, en gran parte terminaron siendo reuniones virtuales o posponiéndose para el 2021.

Se pospusieron importantes reuniones de los órganos subsidiarios del Convenio, entre ellas la 24º Reunión de su Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA 24), el cual tiene el mandato de “llevar a cabo una revisión científica y técnica de los objetivos y metas actualizados y de los indicadores y puntos de referencia correspondientes (...) así como de los apéndices revisados del marco” (que contienen los borradores preliminares de marcos de seguimiento de los objetivos y metas del borrador del Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020).[2]

También se pospuso hasta 2021 la tercera reunión del Órgano Subsidiario de Ejecución (SBI 3, por sus siglas en inglés), cuyo mandato consiste en:

(...) aportar elementos para el desarrollo del Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020, en particular con respecto a los medios para apoyar y revisar la aplicación, incluidos los mecanismos de apoyo a la aplicación, las condiciones facilitadoras, la responsabilidad y transparencia y la divulgación y la concientización (...). [3]

Crucialmente, también se retrasó la tercera reunión del GTCA sobre el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020, cuyo mandato era proponer un borrador de estrategia de diversidad biológica para su adopción en la COP 15. Dicha COP también se retrasó, por lo que la nueva estrategia de biodiversidad no se finalizó en 2020.

Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica (GBO)

La 5º Edición de la Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica (GBO 5, por sus siglas en inglés) se presentó el 15 de septiembre de 2020 en una reunión virtual especial del SBSTTA 24. La GBO es la principal publicación del Convenio que evalúa los progresos realizados en la aplicación del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, incluidas sus 20 metas de Aichi para la biodiversidad. Las Metas de Aichi para la Biodiversidad traducen algunas de las obligaciones generales del Convenio en objetivos y metas estratégicas específicas que debían aplicarse a través de las estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad (NBSAP, por sus siglas en inglés) de las partes. El informe de la GPO 5, el cual fue la “boleta de calificaciones” final sobre los progresos realizados durante el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, fue noticia en todo el mundo al concluir que no se cumpliría plenamente ninguna de las metas de Aichi para la biodiversidad para finales de 2020.[4]

Perspectivas locales sobre la diversidad biológica (LBO)

Se lanzó la segunda edición de las Perspectivas Locales sobre la Diversidad Biológica (LBO 2, por sus siglas en inglés) junto con el informe de la GBO 5. LBO es una publicación complementaria de la GBO 5 que destaca las perspectivas de los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Un mensaje clave del informe LBO 2 se centra en la meta de Aichi para la biodiversidad número 18, relativa a los conocimientos tradicionales y a la utilización consuetudinaria sostenible. El informe descubrió que solo el 11 % de las partes señalaron que los pueblos indígenas y las comunidades locales habían participado en los procesos de las NBSAP.[5] Los informes nacionales han sido en gran parte fragmentarios en cuanto a proyectos y actividades y no se han utilizado los indicadores adoptados en lo que respecta a los conocimientos tradicionales. La indiferencia generalizada de las contribuciones vitales de los pueblos indígenas y las comunidades locales a la conservación y al uso sostenible de la diversidad biológica constituye una gran oportunidad perdida para el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica 2011-2020. Esta negligencia ha contribuido a que no se haya alcanzado ninguna de las 20 metas de Aichi para la biodiversidad y asimismo quedan lecciones fundamentales por aprender para asegurar el futuro de la naturaleza y las culturas. Situar a las culturas y los derechos de los pueblos indígenas en el centro del Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020 proporcionaría medios de vida sostenibles y bienestar, así como resultados positivos para la diversidad biológica y el clima. Lo anterior está firmemente respaldado por la creciente evidencia de que los pueblos indígenas han sido los mejores custodios de la diversidad biológica en los territorios ancestrales.[6] Este legado constituye una base histórica para mejorar los resultados de la conservación en el futuro.

Otro mensaje clave de LBO 2 es que la naturaleza y la cultura trabajan en conjunto. Es fundamental superar la separación y los desequilibrios en las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza para abordar las crisis de diversidad biológica y de salud, lo que incluye la aparición de pandemias como el COVID-19. La ciencia necesita el conocimiento indígena y local para resolver problemas contemporáneos de forma holística y con reciprocidad. Las formas indígenas de conocer, ser y hacer evocan nuevas narrativas y visiones del trabajo en conjunto de la cultura y la naturaleza en una Tierra viva y sagrada.

El informe LBO 2 propuso seis transiciones críticas en la próxima década:

  • Tierra: garantizar los derechos a la tierra y la tenencia consuetudinaria de los pueblos indígenas y las comunidades locales también garantizará la diversidad biológica.
  • Alimentación: la revitalización de los sistemas alimentarios sostenibles indígenas y locales nos alejará de la agricultura industrial para acercarnos a la agroecología y a la soberanía alimentaria.
  • Cultura: valorar las diversas formas de conocer y hacer es fundamental para lograr un cambio transformador.
  • Gobernanza: la toma de decisiones inclusiva y desarrollo autodeterminado para acabar con la discriminación y la exclusión en nuestra vida política.
  • Economías: uso sostenible de los recursos y florecimiento de diversas economías locales lejos del capitalismo extractivo y de las grandes desigualdades sociales.
  • Incentivos y financiación: recompensar las soluciones indígenas eficaces y dejar de financiar la destrucción.

Se trata de visiones intergeneracionales que rinden homenaje a las luchas históricas y la sabiduría de las generaciones pasadas, recurriendo a la experiencia y a las innovaciones de las generaciones vivas de ahora a la vez que encarnan el legado y las esperanzas para las generaciones futuras. Contribuyen al esfuerzo conjunto de la humanidad por salvar nuestra casa común.

Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica

Los informes GBO 5 y LBO 2 se publicaron dos semanas antes de la Cumbre de Alto Nivel sobre la Biodiversidad de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la cual se realizó de manera semivirtual a pesar del COVID-19. El tema de la Cumbre, Acción urgente en materia de diversidad biológica para el desarrollo sostenible, pretendía subrayar la urgencia de actuar al más alto nivel en apoyo del Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020. El programa incluía dos Diálogos de Líderes sobre los temas Abordar la pérdida de la diversidad biológica e integrarla para el desarrollo sostenible y Aprovechar la ciencia, la tecnología y la innovación, el fomento de capacidades, el acceso y la distribución de beneficios, la financiación y las alianzas para la biodiversidad. El principal resultado de la Cumbre fue un resumen de los mensajes clave que se transmitirán a procesos pertinentes, como el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020.

La Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad fue precedida por un proceso en el que 70 países respaldaron una Promesa de los Líderes por la Naturaleza con 10 acciones urgentes para poner a la naturaleza en la senda de la recuperación para 2030. La Promesa[7] incluye compromisos firmes para abordar los derechos y las cuestiones de los pueblos indígenas en el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020:

  • Metas y objetivos claros y sólidos, respaldados por la mejor ciencia, tecnología e investigación disponibles, así como por los conocimientos indígenas y tradicionales.
  • La participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la toma de decisiones y el reconocimiento de sus derechos, tal como se recoge en instrumentos nacionales e internacionales pertinentes.

Desde entonces, algunos países más se han adherido a la Promesa pero aún está por ver cómo se cumplirán los compromisos en la realidad.

Más de 100 organizaciones de la sociedad civil apoyaron una carta abierta en la que se expresaban inquietudes acerca de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad. En particular, se plantearon preocupaciones en torno a la inadecuada representación y la falta de un proceso democrático para la participación de la sociedad civil en la Cumbre, especialmente dado que otorgó “(...) un papel prominente a algunas de las mayores empresas y actores financieros del mundo, que se encuentran entre los mayores responsables de la destrucción de la diversidad biológica”.[8]

Aportaciones de los pueblos indígenas y las comunidades locales al Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020

A principios de diciembre se celebró el Segundo Diálogo Temático Mundial para los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales sobre el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020 tras una ronda de consultas regionales organizadas según las siete regiones culturales y geográficas reconocidas por el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas : África; el Ártico; América Central y del Sur y el Caribe; Europa Oriental, Federación Rusa, Asia Central y Transcaucasia; América del Norte y el Pacífico. La Red de Mujeres Indígenas sobre Biodiversidad  también llevó a cabo una consulta. Las recomendaciones conjuntas[9] derivadas de estas consultas manifestaron que el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020 debería:

  • Basarse en las Metas de Aichi para la Biodiversidad, especialmente en la Meta 18 como normas mínimas, sin nada menos.
  • Utilizar un enfoque basado en los derechos humanos y priorizar la protección de la naturaleza y los derechos humanos de los defensores de los pueblos indígenas
  • Basarse en pruebas (Evaluación Mundial de la IPBES sobre la Diversidad Biológica, GBO y LBO 1 y 2).
  • Garantizar la coherencia y la vinculación entre los objetivos y las metas.
  • Contar con un enfoque naturaleza-cultura y diversidad cultural como elemento transversal en el Marco Posterior a 2020, con los pueblos indígenas y las comunidades locales como defensores de la diversidad biológica y la diversidad cultural.
  • Proteger los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas y las comunidades locales y garantizar el consentimiento libre, previo e informado (CLPI), el respeto y la distribución de los beneficios para su utilización con base en términos mutuamente acordados (TMA).

También se hicieron recomendaciones específicas sobre una serie de metas en el borrador cero:

  • El pleno reconocimiento legal de las tierras y territorios de los pueblos indígenas y las comunidades locales y apoyo a la gobernanza y a las zonas conservadas por comunidades bajo las metas 1 y 2 relativas a la conservación de la tierra, las aguas, los territorios y los recursos.
  • El uso sostenible consuetudinario debe ser reconocido y contar con apoyo en virtud de las metas 3, 4 y 8 relativas al uso sostenible de la diversidad biológica.
  • La aplicación del Protocolo de Nagoya, lo que incluye el respeto del CLPI, la distribución de los beneficios, los términos mutuamente acordados y los protocolos comunitarios bajo las metas 12 y 19 relativas al acceso equitativo y la distribución de los beneficios.
  • Añadir una meta centrada explícitamente en el reconocimiento legal, el respeto y la promoción de los conocimientos, las innovaciones, las prácticas y las tecnologías indígenas y locales en la meta 19 relativa a la información y los conocimientos tradicionales y abordar la ambigüedad en el significado de “disponibilidad de los conocimientos tradicionales para los responsables de la toma de decisiones y el público”.
  • Aplicar un enfoque basado en los derechos humanos de acuerdo con las obligaciones internacionales, lo cual incluye el derecho humano a un medioambiente sano y la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas, comunidades locales y mujeres indígenas en virtud de la meta 20 relativa a la participación equitativa y la gobernanza.
  • Reconocer la contribución de los conocimientos tradicionales a la adaptación y mitigación frente al cambio climático en virtud de la meta 7 relativa al cambio climático.
  • Crear un mecanismo financiero para apoyar a los pueblos indígenas y las comunidades locales en virtud de la meta 18 relativa a la movilización de recursos.

Reflexiones sobre las negociaciones del Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020

En la actualidad existe una mayor conciencia y comprensión sobre el papel vital que desempeñan los pueblos indígenas en la conservación, el uso sostenible y la restauración de la diversidad biológica. Este reconocimiento debe formalizarse en la legislación medioambiental internacional. La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP, por sus siglas en inglés), adoptada en 2007, plasmó 25 años de negociaciones con los Estados para respetar y defender los derechos humanos inherentes a los pueblos indígenas. Si tiene éxito, el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020, una vez finalizado en 2021, podría marcar un hito histórico similar hacia el respeto y reconocimiento internacional del papel vital de los pueblos indígenas, nuestras culturas y conocimientos y nuestra gobernanza territorial en el mantenimiento y renovación de la diversidad de la vida. Con base en los derechos humanos y la igualdad aseverados en la UNDRIP, buscamos que el acuerdo sobre la diversidad biológica corrija los desequilibrios en la gobernanza de la naturaleza con el fin de que se reconozcan plenamente las contribuciones de los pueblos indígenas a la renovación de las culturas y la naturaleza. 

 

Joji Carino (Ibaloi-Igorot, de la región de La Cordillera de Filipinas) es una activa defensora de los derechos humanos de los pueblos indígenas a nivel comunitario, nacional e internacional. En la actualidad es asesora política principal de Forest Peoples Programme (Reino Unido). Es coautora de “Local Biodiversity Outlooks: Contributions of Indigenous Peoples and Local Communities to the Strategic Plan for Biodiversity (2011-2020) and to Renewing Nature and Cultures”. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí

 

Notas y referencias

[1] CDB. “The United Nations Convention on Biological Diversity” (El Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica). 1992. Consultado el 22 de febrero de 2021. Disponible en https://www.cbd.int/convention/text/

[2] PNUMA y CDB. “Post-2020 Global Biodiversity Framework: Scientific and Technical Information to Support the Review of the Updated Goals and Targets, and Related Indicators and Baselines” (Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020: información científica y técnica para apoyar la revisión de las metas y objetivos actualizados y los indicadores y puntos de referencia relacionados). CBD/SBSTTA/24/3, 18 de noviembre de 2020. Consultado el 22 de febrero de 2021. Disponible en https://www.cbd.int/doc/c/554b/8fd0/9a25f298136cced23bc819aa/sbstta-24-03-en.docx

[3] PNUMA y CDB. “Recommendation Adopted by the Open-Ended Working Group on the Post-2020 Global Biodiversity Framework” (Recomendación adoptada por el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020). CBD/WG2020/REC/2/1, 29 de febrero de 2020. Consultado el 22 de febrero de 2021. Disponible en https://www.cbd.int/doc/recommendations/wg2020-02/wg2020-02-rec-01-en.pdf

[4] CDB. “Global Biodiversity Outlook 5” (Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica 5). 18 de agosto de 2020. Consultado el 22 de febrero de 2021. Disponible en https://www.cbd.int/gbo5

[5] CDB. “Local Biodiversity Outlooks 2” (Perspectivas Locales de la Diversidad Biológica 2). 31 de agosto de 2020. Consultado el 22 de febrero de 2021. Disponible en https://www.cbd.int/gbo5/local-biodiversity-outlooks-2

[6] IPBES. “Global assessment report on biodiversity and ecosystem services of the Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services” (Informe de evaluación mundial sobre la diversidad biológica y los servicios ecosistémicos de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre la Diversidad Biológica y Servicios Ecosistémicos). 2019. Consultado el 2 de marzo de 2021. Disponible en https://ipbes.net/global-assessment

[7] CDB. “Leaders’ Pledge for Nature” (Promesa de los Líderes por la Naturaleza). " 25 de septiembre de 2020. Consultado el 22 de febrero de 2021. Disponible en https://www.cbd.int/article/leaders-pledge-for-nature

[8] Lim, Li Lin. “TWN Info Service on Biodiversity and Traditional Knowledge” (Servicio de información de la Red del Tercer Mundo (TWN) sobre la diversidad biológica y los conocimientos tradicionales). Red del Tercer Mundo (TWN), 4 de noviembre de 2020. Consultado el 2 de marzo de 2021. Disponible en https://twn.my/title2/biotk/2020/btk201101.htm

[9] PNUMA y CDB. “Report of the Second Global Thematic Dialogue for Indigenous Peoples and Local Communities on the Post-2020 Global Biodiversity Framework” (Informe del Segundo Diálogo Temático Mundial para los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales sobre el Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior a 2020, 1-3 de diciembre de 2020). 15 de enero de 2021. Disponible en

https://www.cbd.int/meetings/POST2020-WS-2020-05

Etiquetas: Gobernanza Global, Clima, Biodiversidad

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