El Mundo Indígena 2023: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) es un tratado internacional adoptado en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992 para hacer frente al cambio climático. Después de más de 20 años de negociaciones sobre el clima, en 2015, los Estados parte de la CMNUCC adoptaron el Acuerdo de París, un acuerdo universal que tiene como objetivo mantener “(…) el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C (…)” (art. 2a).
El Acuerdo de París también propone aumentar la capacidad del mundo para adaptarse a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia y el desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero (art. 2b), además de hacer que los flujos financieros sean coherentes con ello (art. 2c).[1] Los pueblos indígenas se mencionan cinco veces en el Acuerdo de París, incluso en el preámbulo (reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas) y el texto operativo (artículo 7.5 y párrafo 135).[2]
La CMNUCC reconoce que la consecución del desarrollo sostenible requiere la participación activa de todos los sectores de la sociedad. Por ello, se reconocen nueve circunscripciones como los principales canales que facilitan una amplia participación en las actividades de las Naciones Unidas relacionadas con el desarrollo sostenible. Los pueblos indígenas constituyen uno de estos grupos principales y, por tanto, ejercen un papel influyente en las negociaciones mundiales sobre el clima. La circunscripción de los pueblos indígenas se organiza dentro del Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático (FIPICC), el cual sirve como mecanismo o comité para desarrollar las posiciones y declaraciones comunes de los pueblos indígenas y llevar a cabo una labor eficaz de estrategias, cabildeo y defensa en las reuniones y sesiones de la Convención Marco.
La Plataforma de las Comunidades Locales y los Pueblos Indígenas (“la Plataforma”) en virtud de la CMNUCC se estableció formalmente en 2015, aunque no se puso en funcionamiento de inmediato. Comenzó con un acuerdo sobre las funciones y el propósito de la Plataforma en 2018, y ha progresado con la creación de un Grupo de Trabajo de Facilitación (FWG), el primer órgano constituido en virtud de la CMNUCC con representación equitativa entre los pueblos indígenas y los Estados. Durante el primer año de funcionamiento del FWG, se colaboró en el desarrollo de un plan de trabajo de dos años (2020-2021), que comprende 12 actividades, y luego se adoptó en la 25.o Conferencia de las Partes (COP 25) en diciembre de 2019. Esto avanzó aún más con la adopción de un plan de trabajo de tres años posterior en la COP 26 en noviembre de 2021. Estos avances suscitaron expectativas entre los pueblos indígenas que, dada la falta de reconocimiento de su condición de nación por parte de los Estados, se encuentran atrapados en la dicotomía entre Estado parte o no parte de la Convención y, por tanto, no tienen plena cabida en el marco jurídico de la CMNUCC. Su derecho inherente y colectivo a la libre determinación como pueblos, reafirmado en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, requiere de un espacio en la mesa de negociación junto a los Estados. Como todavía es pronto para la Plataforma en términos de la ONU, queda por ver si la influencia y el reconocimiento de los pueblos indígenas a través de la participación directa en la CMNUCC se elevarán por encima de los de la sociedad civil. Los pueblos indígenas se mantienen firmes en que su condición de titulares de derechos debe diferenciar su participación de otras circunscripciones y de la sociedad civil.
Este artículo es parte de la 37a edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. Encuentra El Mundo Indígena 2023 completo aquí.
Los autores desean dedicar este artículo al fallecimiento de nuestro querido colega y hermano Chris Honahnie (Hopi y Diné). Se extrañarán profundamente su sonrisa, su risa y su compromiso con la Madre Tierra. |
La COP 27[3] tuvo lugar en Sharm el-Sheij, Egipto, en noviembre de 2022, lo cual marcó la primera COP sin medidas de seguridad en cuanto al COVID-19 desde 2019. Se acreditaron un total de 49.704 personas, incluidos representantes de pueblos indígenas, representantes de las Partes, medios de comunicación y la sociedad civil, por lo cual se sobrepasó en casi 10.000 participantes a la COP 26 celebrada en Glasgow y se convirtió en la COP más grande de la historia. La conferencia aspiraba a “convertir las palabras en acción” y centrarse en la implementación del Acuerdo de París.
Las conversaciones se desarrollaron en un contexto de diversas crisis sociales, económicas, geopolíticas, sanitarias y medioambientales en el mundo: la actual crisis sanitaria a raíz del COVID-19; la crisis de la seguridad alimentaria y energética; la violación sistemática de los derechos humanos por parte de regímenes autoritarios y otros actores, incluida la invasión a Ucrania por parte de Rusia y, por supuesto, las crisis climática y de biodiversidad. El COVID-19 siguió propagándose, con una pérdida total de vidas que superó los 6,5 millones, lo cual evidenció la inequidad tanto entre países (especialmente el hemisferio norte y el hemisferio sur) como dentro de ellos.[4] Al mismo tiempo, las crisis climática y de biodiversidad continuaron amenazando el futuro de la humanidad y del planeta, cuya importancia se resaltó durante el año en los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).[5] Estos informes se analizan en el capítulo del IPCC de El Mundo Indígena 2023 (véase la página 671).
La trayectoria actual de reducción de emisiones no se ve bien: el informe de síntesis actualizado de contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) anual de la Secretaría de la CMNUCC confirmó que las promesas climáticas agrupadas de las 193 Partes de hecho aumentarán las emisiones en un 10,6 % en 2030 en lugar de disminuirlas, lo que sitúa al mundo en la senda de un calentamiento de alrededor de 2,5 °C para finales del siglo.[6] A pesar de esta inacción, los pueblos indígenas siguieron alzando su voz sobre la base de sistemas de conocimiento desarrollados a partir de relaciones milenarias y recíprocas con el mundo natural. Más de 270 representantes de los pueblos indígenas provenientes de las siete regiones socioculturales del mundo de la ONU asistieron a la COP 27, la cifra más alta desde la COP 21 de París, que había marcado un récord de asistentes indígenas. Al margen de esta creciente representación y presencia de los pueblos indígenas, la COP 27 no logró plasmar este impulso en un texto de decisiones significativo.
COP 27: “¿convertir las palabras en acción?”
El gobierno egipcio, imitando a la presidencia del Reino Unido, organizó una Cumbre de Ejecución Climática en Sharm el-Sheij (similar a la Cumbre de Líderes Mundiales de la COP 26) durante los dos primeros días de la conferencia, en la cual acogió a los jefes de Estado y de gobierno de más de 100 Partes. El evento despertó suspicacias cuando se publicó una foto grupal, que marcó un claro desequilibrio con respecto a la representación de género (predominantemente hombres). Peor aún, solo se invitó a determinados miembros de las nueve circunscripciones a participar en seis mesas redondas de “alto nivel” sobre temas como la seguridad del agua, las comunidades vulnerables, la seguridad energética y la “reconversión justa”. Además, a estos miembros ni siquiera se les garantizó tiempo para hablar. Estas dificultades en la participación no se limitaron al segmento de alto nivel, ya que el acceso, la vigilancia, el acoso, la velocidad lenta de Internet, así como la falta de opciones accesibles de alimentos y bebidas, fueron predominantes durante las dos semanas.[7] A dos representantes indígenas de América del Norte se les revocó la acreditación luego de interrumpir brevemente un discurso del presidente de los Estados Unidos con un grito de protesta y una pancarta que condenaba los combustibles fósiles.[8] Como resultado de este contexto, los pueblos indígenas y la sociedad civil obtuvieron permiso para organizar la marcha anual por la justicia climática dentro de la zona azul para evitar enfrentamientos con la seguridad egipcia.
La decisión más trascendente en la COP 27 fue la creación del fondo de financiación de pérdidas y daños, la culminación de casi tres décadas de defensa de las pequeñas naciones insulares y los países menos adelantados. El proceso de esta decisión comenzó con controversia y suscitó un debate de intereses de casi 24 horas de negociaciones para consolidar una discusión sobre “acuerdos de financiación que respondan a pérdidas y daños”. La decisión final, después de un intenso debate (bien documentado por Carbon Brief)[9], se tomó al término de la jornada y se compromete a establecer “nuevos acuerdos de financiación para ayudar a los países en desarrollo que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático, en respuesta a las pérdidas y los daños (…)” [énfasis agregado], un nuevo fondo y un comité transitorio para poner en funcionamiento estas recomendaciones de financiación. Estas discusiones continuarán en la COP 28, en la cual se llevarán a cabo las consultas ministeriales. Esta es una victoria significativa para los países en desarrollo y un reconocimiento de que los países desarrollados son históricamente responsables de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Sin embargo, no hay referencias en el texto a los pueblos indígenas, que requieren de reivindicación y diplomacia adicionales, incluso en la forma de un nuevo miembro junto con un representante de la Circunscripción de Jóvenes, Mujeres y Género en el órgano asesor de la Red de Santiago,[10] para garantizar que los pueblos indígenas en los países en desarrollo puedan acceder a estos nuevos fondos. También se necesita más debate para ampliar la conversación e incorporar las pérdidas y los daños, incluidos aquellos no económicos, que enfrentan los pueblos indígenas en todas las regiones.
En cuanto al artículo 6, los pueblos indígenas habían tenido cierto éxito en la COP 26 celebrada en Glasgow con una referencia explícita a los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas, incluso en textos operativos específicos (por primera vez), y con el establecimiento de un proceso de reclamo independiente en el artículo 6.4. A pesar de este avance, la inclusión de las prioridades de los pueblos indígenas en los artículos 6.2, 6.4 y 6.8 en la COP 27 fue limitada. El artículo 6.4, por ejemplo, generó un gran revuelo, ya que las recomendaciones del órgano supervisor respecto de la eliminación de gases de efecto invernadero se hicieron claramente de forma apresurada y se declararon problemáticas, lo que suscitó preocupaciones por la integridad del Acuerdo de París. Muchas Partes estuvieron de acuerdo, y la COP 27 envió de vuelta esta directriz al órgano supervisor para obtener orientación adicional sobre el uso de créditos de reducción de emisiones, abreviada como “A6.4 ER”. Se tomaron otras decisiones relevantes, incluidos el Programa de Trabajo de Mitigación, el Objetivo Mundial relativo a la Adaptación, el Trabajo Conjunto de Koronivia sobre Agricultura y Género y Clima.[11]
El Plan de Implementación de Sharm el-Sheij (“Plan de Implementación”) fue el principal resultado político de la conferencia. Sin embargo, el proceso no fue transparente, ya que la presidencia egipcia abordó las negociaciones con mano dura, lo que restringió el tiempo de negociación formal y obligó a las Partes a tener discusiones bilaterales con la presidencia. Este enfoque limitó efectivamente cualquier participación significativa de los pueblos indígenas y otros grupos constituyentes. El texto final mantuvo el lenguaje incluido en Glasgow sobre la “reducción gradual” del carbón inalterado y la “eliminación gradual” de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles y no consideró tomar medidas adicionales sobre el papel de los combustibles fósiles en general. Los compromisos destacados incluyeron un llamado a la transformación del sistema financiero y sus estructuras (así como las prácticas y prioridades) para abordar la emergencia climática, el lanzamiento del programa de trabajo sobre reconversión justa y una referencia al derecho a un medioambiente limpio, saludable y sostenible.[12] Sin embargo, para los pueblos indígenas, el Plan de Implementación dio pasos hacia atrás ya que las referencias a los pueblos indígenas se redujeron de ocho en el Pacto Climático de Glasgow a dos: una referencia en el preámbulo a los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas, y otra que reconoce el importante papel que desempeñan los pueblos indígenas, entre muchos otros actores, en la adopción de medidas climáticas.
Pueblos indígenas: creciente representación en la CMNUCC
La presencia de los pueblos indígenas en la COP 27 fue todo menos secundaria. Una reunión previa en octubre entre los representantes de los pueblos indígenas de África, antes del Encuentro Birregional de África y Asia, sentó las bases para una sólida coordinación y colaboración entre los pueblos indígenas, con énfasis especial en el liderazgo de la región indígena anfitriona. A través de esta hospitalidad, el Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático organizó, con el amplio apoyo del IWGIA, una reunión preparatoria de dos días en Sharm el-Sheij con representantes de las siete regiones para asegurar una voz fuerte y unida de los pueblos indígenas en la COP.[13]
Gracias al ímpetu de la relación productiva con la presidencia británica de la COP 26, así como la credibilidad institucional asociada con el nuevo plan de trabajo de tres años de la Plataforma de las Comunidades Locales y los Pueblos Indígenas, los pueblos indígenas lograron un aumento tangible en la presencia que se les concede. En colaboración con la Secretaría de la CMNUCC, se creó un espacio para ceremonias en el recinto, lo que permitió a los pueblos indígenas organizar actividades culturales que incluían sahumerios, la quema de medicinas sagradas. Un elemento clave de esta presencia fue el tamaño y la ubicación del Pabellón de los Pueblos Indígenas, ofrecido por la presidencia egipcia en la zona azul (nuevamente) y autofinanciado por los pueblos indígenas, con el liderazgo del Colectivo NDN.
El pabellón funcionó como base de operaciones durante la conferencia, con una gran sala de teatro de espacio abierto, una zona para los medios de comunicación en la que los pueblos indígenas podían grabar videos y dar entrevistas, un salón para ancianos y un espacio de oficinas para la coordinación de los cónclaves. A lo largo de las dos semanas, 67 eventos de mujeres, hombres y jóvenes indígenas, que representaron a cientos de naciones indígenas de más de 25 países, compartieron presentaciones, paneles de discusión, proyecciones de películas y canciones para mostrar sus iniciativas relacionadas con la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Al igual que en la COP 26, se transmitió en vivo el conjunto completo de las presentaciones, las cuales se pueden encontrar en el sitio web independiente.[14]
Además del pabellón, los pueblos indígenas sostuvieron varias reuniones de alto nivel, incluidos un diálogo con el presidente de la COP 27, Sameh Shoukry, una reunión a puertas cerradas con el enviado especial de Estados Unidos, John Kerry, y la administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Samantha Power, así como una reunión con el presidente electo de Brasil, Lula da Silva, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el secretario general de la ONU, António Guterres. Los pueblos indígenas de las siete regiones pudieron compartir con estos representantes el papel de los derechos, los sistemas de conocimiento y las perspectivas de los pueblos indígenas a la hora de abordar la crisis climática y el proceso internacional de políticas climáticas. Estas iniciativas también se basaron en el conjunto de eventos organizados por el Grupo de Trabajo de Facilitación de la Plataforma, incluidos el segundo Encuentro Anual de Guardianes de Conocimientos Indígenas y la Mesa Redonda de Jóvenes Indígenas inaugural (tal como se describen posteriormente en este artículo).
Un área clave de la reivindicación de los pueblos indígenas en la COP 27 se relacionó con el acceso a la financiación: un legado impulsado por una promesa de 1.700 millones de USD asumida en la COP 26 por parte de un grupo de aliados financieros para el periodo 2021-2025, cuya focalización es la tenencia forestal de los pueblos indígenas y las comunidades locales.[15] En respuesta al alcance y la geografía limitados, así como a las preocupaciones por la falta de dinero que se otorga directamente a los pueblos indígenas,[16] los pueblos indígenas de las siete regiones trabajaron durante más de un año para desarrollar una acción que garantice el acceso directo de los indígenas a este financiamiento, lo cual se resume en el documento Principios y Directrices para el Acceso Directo a Financiación Destinada a la Acción Climática, la Conservación de la Biodiversidad y la Lucha contra la Desertificación para un Planeta Sostenible de los Pueblos Indígenas.[17] El documento prioriza el derecho de los pueblos indígenas al desarrollo de libre determinación y exige el acceso directo y la gestión de los fondos prometidos para los pueblos indígenas de las siete regiones y ecosistemas socioculturales. A mitad de la COP, los líderes indígenas invitaron a aliados financieros de la ONU, el sector público, organizaciones filantrópicas privadas y otras partes interesadas para lanzar formalmente el documento Principios y Directrices. Con más de 200 asistentes, los pueblos indígenas presentaron formalmente el documento a los aliados participantes.
La Plataforma de las Comunidades Locales y los Pueblos Indígenas
El nuevo plan de trabajo de tres años de la Plataforma se adoptó en la COP 26 en Glasgow. 2022 constituyó el primer año de implementación del nuevo conjunto de actividades, como una serie de talleres y herramientas de capacitación para los pueblos indígenas y los Estados (nueva actividad 4 y 5), y una mesa redonda anual en colaboración con jóvenes indígenas (nueva actividad 8),[18] a la vez que también se mantuvieron importantes actividades como el Encuentro Anual de Guardianes de Conocimientos, así como reuniones regionales (actividad 1 y 2). La Secretaría de la CMNUCC continuó con la tradición de “diálogos informales con los colaboradores” antes de las reuniones del Grupo de Trabajo de Facilitación (FWG) como mecanismo de apoyo a su participación plena y efectiva.
El FWG 7 se realizó durante cuatro días, del 1 al 3 de junio, en Bonn, y constituyó la primera reunión de los nuevos miembros del Grupo de Trabajo de Facilitación, incluidos los representantes indígenas seleccionados por sus propias regiones. Los nuevos miembros tenían que elegir nuevos conjuntos de copresidentes y vicepresidentes (un representante indígena y un representante estatal para cada uno) para el primer mandato de un año.[19] Después de esta elección, cada punto del orden del día siguió un formato similar, y los nuevos representantes del FWG recibieron una actualización sobre el avance de las actividades y se ofrecieron como voluntarios para codirigir las actividades relevantes. Luego, los miembros recibieron actualizaciones sobre el Balance Mundial, un panel de discusión con autores del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, un debate colaborativo con representantes de órganos constituidos y una discusión especializada sobre la financiación climática. Tras el debate de los miembros del FWG, se abrió el diálogo para que los colaboradores indígenas y no indígenas hicieran comentarios.[20]
Varias semanas antes de la COP 27, se celebró el primer Encuentro Birregional de Guardianes de Conocimientos en Chad, en el cual los poseedores de conocimientos de las regiones de África y Asia, unos 80 en total, se reunieron para identificar y abordar los efectos del cambio climático, y recopilar estrategias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, fortalecer la adaptación y generar resiliencia climática de manera que se respeten y promuevan los derechos humanos. El encuentro evidenció el papel esencial que desempeñan los sistemas de conocimiento de los pueblos indígenas a nivel local, regional y nacional en relación con el clima, y contó con la participación de funcionarios ministeriales y de alto nivel de Chad. Finalmente, concluyó con una visita a una comunidad, en la que se expuso el liderazgo que los pueblos indígenas están demostrando en la práctica y no solo en el ámbito político. También se estaba planificando un encuentro birregional, organizado por las regiones de América del Norte y América Latina y el Caribe, para el otoño de 2022, pero se pospuso hasta marzo de 2023.
La segunda reunión del Grupo de Trabajo Facilitador del año (FWG 8) tuvo lugar en Sharm el-Sheij del 1 al 4 de noviembre, la cual tuvo un formato circular y comenzó con una ceremonia de apertura a cargo del pastor Raymon Minniecon, un poseedor de conocimientos descendiente de las naciones Kabi Kabi y Gurang-Gurang de Australia. Tras una actualización del plan de trabajo, la reunión pasó a debatir los aportes del FWG al Objetivo Mundial relativo a la Adaptación y a los órganos constituidos pertinentes, instancia en la que representantes de la Secretaría de la CMNUCC, así como representantes del Comité de Adaptación, el Mecanismo Internacional de Varsovia para las Pérdidas y los Daños, y el Grupo Consultivo de Expertos, entre otros, se presentaron ante el FWG y los observadores con el objetivo de recibir comentarios sobre cómo pueden incluir de mejor manera la representación indígena. El cuarto día, el Grupo de Trabajo de Facilitación celebró una reunión a puertas cerradas para confirmar las medidas adoptadas en la sesión, en la que propuso una serie de acciones que incluyen una actualización del proyecto de modalidades de trabajo y un esfuerzo del FWG para brindar mayor claridad sobre el papel de los miembros y su relación con el cónclave de los pueblos indígenas.
El segundo Encuentro Anual de Guardianes de Conocimientos Indígenas mantuvo el ímpetu del primero, ya que 32 representantes, cinco de cada región, viajaron a Sharm el-Sheij para hablar sobre sus experiencias, enseñanzas y reflexiones. La sesión incluyó una reunión preparatoria de un día completo, celebrada el mismo día que la Cumbre de Ejecución Climática, y una reunión con los Estados, los órganos constituidos y los observadores. El evento dio lugar a una serie de llamamientos a la acción y recomendaciones que evidenciaron de forma tangible el liderazgo que los pueblos indígenas están demostrando en todos los aspectos de la acción climática.[21] En el segundo día de la Cumbre de Ejecución Climática, se llevó a cabo una Mesa Redonda de Jóvenes Indígenas que duró todo la jornada. Esta fue la primera mesa redonda de este tipo, que creó un espacio seguro para que los jóvenes indígenas compartieran lo que está ocurriendo en sus territorios y comunicaran su experiencia a otros jóvenes indígenas. La sesión fue moderada por Dilbara Sharipova (Red del Foro Aborigen) y el fallecido Chris Honahnie, miembro alterno del FWG de América del Norte. Después de esta reunión preparatoria, los participantes presentaron una serie de recomendaciones a las Partes y los órganos constituidos pertinentes para mejorar la participación significativa de los jóvenes indígenas en la acción y las políticas climáticas nacionales, regionales e internacionales. Durante la primera semana de la COP, se llevó a cabo un diálogo abierto entre diversas partes interesadas que se centró en el fortalecimiento de la participación de los pueblos indígenas en los procesos científicos y de investigación, así como un evento conjunto con el Plan de Acción sobre el Género relacionado con el papel de las mujeres indígenas en la lucha contra el cambio climático.
La serie de eventos organizados por la Plataforma ilustra el creciente papel e influencia de los pueblos indígenas en la Convención Marco. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para seguir dando vida al plan de trabajo y traducir los resultados de estas actividades en decisiones tangibles que fortalezcan el liderazgo de los pueblos indígenas en la práctica.
COP 28: en dirección a Dubái
Los pueblos indígenas siguen ganando terreno y lograron un espacio en una institución inherentemente colonial, la Convención Marco. Su presencia cada vez mayor, incluida la gran cantidad de representantes, muestra cuán eficaces han sido la reivindicación, la diplomacia y la solidaridad de los pueblos indígenas. Sin embargo, la COP 27 puso de manifiesto que la transición a la implementación no significa necesariamente que estos logros de ardua lucha se traducirán en planes de acción en la práctica. Como tal, los pueblos indígenas deberán seguir haciendo valer sus derechos y presionando a los Estados, el sector privado y otros actores para que escuchen las voces de ancianos, mujeres, hombres, jóvenes, poseedores de conocimiento y líderes indígenas, y convertir esa escucha en medidas urgentes. En medio del incrementalismo climático, esta es la única forma de agilizar el cambio transformador y justo entre las amenazas existenciales que los pueblos indígenas enfrentan a diario.
Graeme Reed es un anishinaabe de los Grandes Lagos (territorio no cedido de Wiikwemkoong) con ascendencia mixta de Inglaterra, Escocia y Alemania. Trabaja en la Asamblea de las Primeras Naciones y participa en la política climática federal e internacional, incluso como representante indígena de América del Norte del Grupo de Trabajo de Facilitación de la Plataforma de las Comunidades Locales y los Pueblos Indígenas de la CMNUCC, y copresidente saliente del Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático. Además, tiene un doctorado de la Universidad de Guelph.
Hindou Oumarou Ibrahim es una mujer indígena del pueblo pastoril Mbororo en Chad, así como fundadora y presidenta de la Asociación de Mujeres y Pueblos Indígenas de Chad (AFPAT). Aboga por una mayor inclusión de los pueblos indígenas y sus conocimientos y tradiciones en el movimiento mundial para luchar contra los efectos del cambio climático y proteger el medioambiente y sus derechos. La Sra. Ibrahim recibió el premio Pritzker al Genio Medioambiental Emergente y fue nombrada defensora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Además, se desempeña como integrante del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, así como miembro del Comité Coordinador de los Pueblos Indígenas de África (IPACC) y copresidenta del Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático de la CMNUCC.
Stefan Thorsell es asesor climático del Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA). Participa en la defensa internacional del clima en la CMNUCC y el Fondo Verde para el Clima en colaboración con representantes indígenas. Stefan ha publicado trabajos sobre los derechos de los pueblos indígenas y el cambio climático, así como sobre el proceso de paz en Colombia.
Este artículo es parte de la 37a edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que los pueblos indígenas han experimentado. La foto de arriba es de una persona indígena en Tanzania. Esta foto fue tomada por Geneviève Rose, y es la portada de El Mundo Indígena 2023 donde aparece este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2023 completo aquí.
Notas y referencias
[1] CMNUCC. “El Acuerdo de París”. Consultado el 19 de enero de 2022. Disponible en https://unfccc.int/es/acerca-de-las-ndc/el-acuerdo-de-paris
[2] Se puede encontrar más información sobre las referencias correspondientes a los pueblos indígenas dentro de la CMNUCC en este libro elaborado en conjunto entre el Foro Internacional de Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático y el Centro de Derecho Medioambiental: https://www.ciel.org/reports/indigenous-peoples-and-traditional-knowledge-in-the-context-of-the-un-framework-convention-on-climate-change-2020-update/
[3] Para conocer más detalles sobre los participantes, véase la lista oficial de participantes de la CMNUCC: https://unfccc.int/documents/624508 y https://unfccc.int/documents/624509
[4] Sentimos que es relevante captar esta realidad con veracidad. En palabras del director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el mundo llegó a una situación de apartheid de vacunas en mayo de 2021.
[5] IPCC. “AR6 Climate Change 2021: The Physical Science Basis” (Sexto Ciclo de Evaluación. Cambio Climático 2021: Bases Físicas). Consultado el 19 de enero de 2022. Disponible en https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/
[6] CMNUCC. “Informe de síntesis actualizado de NDC: se confirman las tendencias preocupantes”. Consultado el 19 de enero de 2023. Disponible en
https://unfccc.int/es/news/informe-de-sintesis-actualizado-de-ndc-se-confirman-las-tendencias-preocupantes
[7] Politico informó sobre las preocupaciones de los expertos en seguridad cibernética de que la aplicación de la cumbre COP 27 de Egipto, que ofrecía información como los horarios de las reuniones y los mapas de los lugares, podría usarse para espiar a los delegados. Cuando se descarga en un teléfono Android, la aplicación presuntamente tiene la capacidad de “hackear correos electrónicos, mensajes de texto e incluso conversaciones de voz privados”, según informaron los expertos que revisaron la aplicación por encargo de Politico: https://www.politico.eu/article/cop-27-climate-change-app-cybersecurity-weapon-risks/
[8] https://www.theguardian.com/environment/2022/nov/18/shameful-un-silencing-indigenous-voices-say-banned-cop27-activists and https://www.youtube.com/watch?v=Cu101vSslaw
[9] Véase el artículo de Carbon Brief aquí: https://www.carbonbrief.org/cop27-key-outcomes-agreed-at-the-un-climate-talks-in-sharm-el-sheikh/
[10] Véase el texto de decisiones del órgano asesor de la Red de Santiago: https://unfccc.int/sites/default/files/resource/cma4_auv_7_WIM.pdf
[11] Todos los textos de decisiones relevantes se pueden encontrar aquí: https://unfccc.int/cop27/auv
[12] Para obtener más información, véase el texto de decisiones de Sharm el-Sheij: https://unfccc.int/documents/624444
[13] Véase las declaraciones oficiales del FIPICC aquí: http://www.iipfcc.org/
[14] Pabellón del FIPICC. “Transmisión”. Consultado el 19 de enero de 2022. Disponible en https://www.iipfccpavilion.org/livestream
[15] https://ukcop26.org/cop26-iplc-forest-tenure-joint-donor-statement/
[16] Un informe de un grupo de donantes, el Grupo de Financiadores de Tenencia Forestal, dio a conocer que de los 321 millones de USD entregados en 2021, solo el 7 % fue directamente de los donantes a organizaciones dirigidas por pueblos indígenas o comunidades locales. Más información aquí: https://landportal.org/library/resources/indigenous-peoples-and-local-communities-forest-tenure-pledge-annual-report-2021
[17] El documento se puede consultar aquí: https://assets.takeshape.io/86ce9525-f5f2-4e97-81ba-54e8ce933da7/dev/01375808-c4d4-412c-80a5-8a516e835976/Indigenous%20peoples%20-%20principles%20%26%20guidelines%20for%20direct%20access%20funding.pdf
[18] El plan de trabajo final, así como las notas de la reunión, se pueden encontrar en el informe del FWG 5: https://lcipp.unfccc.int/events/5th-meeting-facilitative-working-group-fwg5
[19] Natsha Museba Banda (en representación del grupo regional de Estados africanos de las Naciones Unidas) y Onel Masardule (en representación de la región sociocultural indígena de América Central, del Sur y el Caribe de las Naciones Unidas) como copresidentes. Gunn-Britt Retter (en representación de la región sociocultural indígena del Ártico de las Naciones Unidas) y Tiana Carter (en representación del grupo regional de Europa Occidental y otros Estados de las Naciones Unidas) fueron elegidas vicepresidentas.
[20] Se puede encontrar un conjunto completo de resultados de la reunión en la nota de copresidentes: https://lcipp.unfccc.int/information-hub/information-record-detail?source=896&typeresource=918&id=553
[21] Las recomendaciones de la COP 27 no se habían completado en el momento de la publicación. En cambio, las recomendaciones y el resumen del primer Encuentro Anual de Poseedores de Conocimientos en la COP 26 pueden consultarse aquí, en la actividad 1 del plan de trabajo 2020-2021: https://lcipp.unfccc.int/about-lcipp/workplan-activities
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