• Pueblos indígenas en Burkina Faso

    Pueblos indígenas en Burkina Faso

El Mundo Indígena 2021: Burkina Faso

Burkina Faso tiene una población de 21.510.181[1] habitantes, que comprende unos 60 grupos étnicos diferentes. Entre los pueblos indígenas se encuentran los pastores Peul (también llamados fulbe duroobe egga hoɗɗaaɓe, o, más comúnmente, duroobe o egga hoɗɗaaɓe) y los Tuareg. No existen estadísticas fiables sobre el número exacto de pastores en Burkina Faso. Se encuentran en todo el país, pero se concentran especialmente en las regiones septentrionales de Séno, Soum, Baraboulé, Djibo, Liptaako, Yagha y Oudalan. Los Peul y los Tuareg suelen vivir en zonas geográficamente aisladas, secas y económicamente marginadas, y a menudo son víctimas de violaciones de los derechos humanos. Así, los pastores nómadas burkineses, aunque sean inocentes de cualquier delito, han sido objeto de numerosos actos de violencia: han quemado sus casas, robado sus bienes, matado o llevado a sus animales, asesinado a niños y ancianos, abandonando los cadáveres para su putrefacción y les han prohibido a sus familiares recuperarlos.

Los pastores Peul se están sedentarizando gradualmente en algunas partes de Burkina Faso. Sin embargo, todavía hay muchos que continúan siendo nómadas, siguiendo migraciones estacionales y recorriendo cientos de kilómetros hacia los países vecinos, especialmente Togo, Benín y Ghana. A diferencia de otras poblaciones de Burkina Faso, los nómadas Peul son pastores cuya vida entera se rige por las actividades necesarias para la supervivencia de sus animales y muchos de ellos siguen rechazando cualquier actividad que no esté relacionada con la ganadería extensiva.

La Constitución de Burkina Faso no reconoce la existencia de los pueblos indígenas. La Constitución garantiza la educación y la salud para todos, sin embargo, debido a la falta de recursos y de infraestructuras adecuadas, las poblaciones nómadas sólo pueden, en la práctica, disfrutar de estos derechos de forma muy limitada. Burkina Faso votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.


Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí


Situación general de los pastores nómadas de Burkina Faso

El año 2019 fue difícil para los pastores nómadas, con cientos de muertos a manos de los yihadistas, de las milicias armadas conocidas comúnmente como kogleweogo y también de elementos incontrolados de las fuerzas del orden del país.[2] El 2020 no ha sido mejor. Los pastores pagan muy a menudo el precio de las diversas operaciones antiterroristas organizadas por las fuerzas de seguridad y defensa de Burkina Faso, pero también de las ofensivas de milicias armadas como los kogleweogo. Los Peul son falsamente vinculados a los grupos terroristas, sufren los ataques de las milicias armadas e incluso han sido detenidos y asesinados, sobre todo a lo largo de la frontera Fada NGourma — Pama — Benín. En algunas zonas, sus movimientos están restringidos y se les prohíbe viajar al mercado. Al mismo tiempo, también son objetivo de los yihadistas, por lo que se encuentran entre la espada y la pared. Por ello, muchos han tomado la decisión de no volver a Burkina tras sus viajes nómadas a Benín, Ghana y Togo por miedo a ser calificados de terroristas. El 2020 estuvo marcado por una “etnización” del terrorismo, ya que se asoció a los pastores nómadas cada vez más con los terroristas.

Pastoralismo y COVID-19 en Burkina Faso

Burkina Faso registró su primer caso de COVID-19 el 9 de marzo de 2020. El 29 de diciembre de 2020, el servicio de información gubernamental, dependiente de la Oficina del Primer Ministro, comunicó el número de casos confirmados de COVID-19 desde esa primera fecha: 6.631, de los cuales 2.437 eran mujeres y 4.194, hombres, con un total de 84 muertes. Sin embargo, de marzo a diciembre de 2020, los pastores nómadas Peul de Burkina se encontraron en una situación muy difícil debido a la imposición de encierros, toques de queda y cierres de fronteras.

Bloqueo

Muchos pastores trashumantes comenzaron sus desplazamientos habituales en el primer trimestre de 2020, tanto dentro de Burkina como a través de sus fronteras. Los preparativos requieren la venta de uno o dos animales para comprar grano para la familia. Desgraciadamente, el COVID-19 hizo que las grandes ciudades que reciben casi todos los animales para la venta estuvieran bloqueadas (véase el mapa de las ciudades y pueblos bloqueados).[3] Sólo permanecían abiertos los mercados de las aldeas, donde se podían obtener pequeñas cantidades de dinero con las que comprar grano. Como los comerciantes no podían llevar sus animales a las ciudades, tenían que venderlos localmente a un precio mucho más barato.

Además, el bloqueo urbano paralizó el sistema por el que los pastores nómadas se abastecen de productos farmacéuticos con los que tratar a sus animales durante el viaje. Como estos productos suelen proceder de Uagadugú, el cierre de esta ciudad impidió a las farmacias veterinarias reponer sus suministros. Asimismo, fue imposible comprar productos como salazones y, sobre todo, pienso para el ganado, del que se necesitan miles de toneladas para que los animales sobrevivan al periodo de “vacas flacas” de marzo a junio. Por lo tanto, sin vacunas y sin pienso, resultaba imposible viajar.

Cierre de los mercados

La movilidad de los pastores nómadas depende de los puntos de agua, de la seguridad de la ruta y también de los mercados de las aldeas, donde pueden vender un carnero, un ternero o una vaca o un toro enfermos o muy flacos que no pueden continuar el viaje. Sin embargo, por temor a favorecer la transmisión del coronavirus, los mercados han permanecido cerrados. Esto ha puesto en aprietos a la trashumancia, ya que los pastores nómadas se ven obligados a vender sus animales a bajo precio e incluso a vender dos o tres animales en lugar de uno.

Además, la situación no mejoró una vez que se reabrieron los mercados porque había un excedente tan grande que: “En promedio, los precios de los animales han bajado ligeramente en comparación con la temporada anterior. Por ejemplo, en Mani (Gnagna), un bovino macho que costaba 155.000 FCFA entre febrero y marzo cuesta ahora 125.000 FCFA. El precio de las ovejas ha bajado de 80.000 FCFA a 75.000 FCFA y el de las cabras de 18.500 FCFA a 17.500 FCFA, lo que supone un descenso del 7 % y el 6 % respectivamente”.[4]

Cierre de fronteras

El pastoreo se basa en la movilidad del ganado. Esto significa que miles de pastores cruzan las fronteras de Burkina Faso cada año en busca de forraje para sus animales. Sin embargo, lamentablemente, las fronteras terrestres del país están cerradas desde marzo de 2020 y aún no se han reabierto. Por lo tanto, la movilidad transfronteriza se ha visto interrumpida por este cierre y ha tenido un impacto negativo en las actividades de pastoreo.

Además, el Director de Seguridad Pastoral de Burkina Faso señala que: “En las regiones del centro-este y del este, el cierre de las fronteras con los países de acogida (Benín, Togo, Ghana) ha provocado una concentración de animales y una escasez de agua y pastos en las zonas de tránsito. Este cierre de fronteras ha restringido el flujo de animales hacia los países costeros y algunos pastores se han visto obligados a esperar a lo largo de la frontera en las comunas de Logobou, Madjoari y Kompienga, creando una concentración de animales que podría dar lugar a conflictos si la situación continúa”.[5] Por lo tanto, muchos pastores nómadas cuyos sistemas de abastecimiento de alimentos dependen de las zonas de tránsito quedaron desamparados.

Conclusión

En general, el 2020 en Burkina Faso estuvo marcado, por un lado, por el extremismo violento de los yihadistas y las milicias armadas y, por otro, por la pandemia de COVID-19. La primera, que ha empujado a muchos pastores a abandonar Burkina Faso, también ha privado a los numerosos pastores nómadas de sus animales y a veces incluso les ha costado la vida. En cuanto a la pandemia, ha agravado “las dificultades de la época de escasez para los pastores y agropastores debido a la drástica reducción del forraje residual, las dificultades de acceso a los puntos de agua, la descapitalización, los robos, las dificultades de acceso a las infraestructuras sociales básicas (centros de salud, escuelas, pozos, farmacias veterinarias), la falta de disponibilidad de alimentos para el ganado en los mercados y los conflictos con los agricultores sedentarios. Todo ello ha provocado un deterioro de las condiciones de vida de los pastores y sus animales”.[6] Es necesario aplicar medidas de apoyo para ayudar a estos pastores nómadas en su lucha por la supervivencia.

Issa Diallo es investigador principal del Centro Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Uagadugú. También es presidente de la Asociación para la Protección de los Derechos y la Promoción de la Diversidad Cultural de los Grupos Minoritarios (ADCPM), reconocida oficialmente por el Gobierno de Burkina Faso desde 2005. El objetivo de la ADCPM es promover los derechos humanos y culturales, especialmente de las personas pertenecientes a grupos minoritarios. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí

 

 Notas y referencias

[1] Instituto Nacional de Estadística y Demografía. “Cifras clave”. 2020. www.insd.bf

[2] Diallo, Issa. “Burkina Faso”. En El Mundo Indígena 2020, editado por Dwayne Mamo, 45. IWGIA, 2020. Disponible em http://iwgia.org/images/yearbook/2020/IWGIA_The_Indigenous_World_2020.pdf

[3] APESS. “Note d’analyse des premiers impacts de la pandémie du COVID 19 sur les Exploitations Familiales Agropastorales membres de l’APESS”(Nota de análisis de los primeros impactos de la pandemia de COVID-19 en las explotaciones familiares agropastorales en miembros de la APESS). Comunicación de la APESS, 29 de abril de 2020. Disponible en https://www.apess.org/note-danalyse-des-premiers-impacts-de-la-pandemie-du-covid-19-sur-les-exploitations-familiales-agropastorales-membres-de-lapess/

[4]Action Contre la Faim (Acción Contra el Hambre). Bulletin de Surveillance Multisectorielle dans la Région de L'est-Burkina Faso, Avril-Mai 2020 (Boletín de Vigilancia Multisectorial en la Región de Est (Burkina Faso) abril-mayo de 2020), junio de 2020. Consultado el 30 de diciembre de 2020. Disponible en https://sigsahel.info/wp-content/uploads/2020/06/Bulletin_Surveillance_Multi_Sectorielle_BurkinaFaso_Juin2020.pdf

[5] Ministerio de Recursos Animales y Pesqueros. The impact of COVID-19 on Pastoral Activity (El impacto de la COVID-19 en la actividad pastoral). Uagadugú, Burkina Faso, 22 de abril de 2020. Consultado el 27 de diciembre de 2020. Disponible en http://agrhymet.cilss.int/wp-content/uploads/2020/06/contribution_Burkina_faso.pdf

[6] CILSS, Centro Regional Agrhymet. “Situation pastorale face à la pandémie du COVID-19”(Situación pastoral ante la pandemia de COVID-19). Agrhymet News, 9 de junio de 2020. Consultado el 30 de diciembre de 2020. Disponible en http://agrhymet.cilss.int/index.php/2020/06/09/situation-pastorale-face-a-la-pandemie-du-covid-19/

Etiquetas: Gobernanza Global, Derechos Humanos

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