Mundo Indígena 2019: Burkina Faso
Según el Banco Mundial, la población de Burkina Faso ascendía a 19,19 millones de habitantes en 2017, con un índice de fertilidad de 5,35 hijos por mujer y una tasa de crecimiento de población de 2,9% al año.
Burkina Faso se compone de 66 grupos étnicos diferentes. Los fulani m’bororo y los tuareg son dos de los pueblos considerados indígenas. Viven diseminados por todo el país aunque se concentran especialmente en el norte, en las regiones de Seno, Soum, Yagha y Oudalan. A menudo se encuentran geográficamente aislados, viven en zonas áridas, están marginados económicamente y son víctimas de violaciones de derechos humanos.
De acuerdo al censo oficial de 2006, la población de Burkina Faso está compuesta por 60,5% musulmanes, 19% católicos, 15,3% animistas y 4,2% protestantes.
La Constitución de Burkina Faso no reconoce la existencia de pueblos indígenas pero garantiza educación y asistencia sanitaria para todos. Sin embargo, la falta de recursos e infraestructura apropiada significa que, en la práctica, los pueblos nómadas disfrutan solo de un acceso limitado a estos derechos.
Burkina Faso votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.1
Situación política en 2018
En la guerra contra el terrorismo yihadista en el Sahel que se desarrolla en Mali, Níger, Chad y Burkina Faso, actualmente el eslabón más débil parece ser Burkina Faso por su incapacidad para repeler los ataques terroristas. Desde enero de 2018 se ha constatado un aumento de ataques terroristas, causando más de 240 muertes desde 2015, según un recuento oficial presentado a mediados de octubre.
En los últimos meses, este país – con fronteras con ambos Mali y Níger – ha visto emerger un nuevo “frente” en el este, aunque no siempre se ha reivindicado la autoría de los ataques contra las fuerzas de seguridad locales. El norte del país continúa sufriendo: prefectos asesinados, expatriados secuestrados, profesores amenazados y jueces que han huido, todos signos de un Estado en retirada, incapaz de proporcionar seguridad en la zona norte del país.
Existe un creciente sentimiento de inseguridad entre la población, así como también de impaciencia. El país ocupó el puesto 183 de 187 en el Índice de Desarrollo Humano publicado por las Naciones Unidas en septiembre de 2018.2
Examen Periódico Universal en el Consejo de Derechos Humanos
El 12 de mayo 2018, la situación de los pueblos indígenas y minoritarios de Burkina Faso fue objeto de análisis por parte del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra durante el Examen Periódico Universal (EPU). La recopilación sobre el informe de Burkina Faso3 de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señala:
- El Comité [para la Eliminación de la Discriminación Racial] está preocupado porque algunos grupos, en particular los nómadas, los migrantes y las personas que viven en las zonas rurales, puedan no ser tenidos en cuenta suficientemente en las políticas y los programas de desarrollo establecidos por el Estado Parte. El Comité recomienda al Estado parte que adopte las medidas necesarias para evitar [su] marginación.4
- El Comité está preocupado por la dimension comunitaria y a veces étnica de estos conflictos, que implican en particular a los peulhs.5 [El Comité de Derechos Humanos insta a Burkina Faso] a reducir las tensiones entre los agricultores y los pastores, sobre todo teniendo en cuenta las causas profundas de los conflictos, como el aumento de la competencia por la tierra y la inseguridad de la tenencia de la tierra.6 [Observa] con preocupación los informes según los cuales la comunidad peul [había] sido un objetivo recurrente de los ataques de las milicias de autodefensa. [El Comité celebró la] creación del Observatorio Nacional para la Prevención y Gestión de los Conflictos Comunitarios, en 7
Futuro del pastoralismo
La Plataforma de Acción para Seguridad de Hogares Pastoralistas (Plateforme d’action pour la sécurisation des ménages pastoraux/PASMEP) publicó un informe el 20 de agosto de 2018. El coordinador de organizaciones de la sociedad civil para la promoción y defensa del pastoralismo, René Millogo, presentó el informe titulado: “Pastoralismo en Burkina: un futuro verdaderamente problemático para este sector.” En una entrevista retransmitida por Faso.net, manifestó:
Hemos visto que políticas nacionales no toman en suficiente consideración (y quiero decir suficiente) a estos grupos objetivo y las cuestiones subyacentes, incluso aunque sea una actividad económica altamente viable para el desarrollo de nuestro país. Por tanto, pensamos que es necesario hacer más trabajo a todos los niveles para tener en cuenta mejor a las comunidades pastoralistas y sus contribuciones al desarrollo social y económico.8
El 16 de octubre de 2018 se publicó un informe de UNOWAS (Oficina de las Naciones Unidas para África Occidental y el Sahel) bajo el título: Pastoralismo y seguridad en África Occidental y el Sahel: hacia una coexistencia pacífica.9 La introducción resume la situación de los pastores nómadas. En los últimos años, los conflictos relacionados con pastores han aumentado:
África Occidental y el Sahel [sic] están experimentando una oleada de conflictos violentos entre pastoralistas y agricultores. Estos conflictos están principalmente motivados por la competencia por tierras, agua y forraje, pero hay también factores políticos y socioeconómicos implicados, ya que el principal asunto es cómo se gestionan y asignan estos recursos naturales esenciales. […] Los pastoralistas son tanto víctimas como actores, en conflictos que pueden surgir entre grupos pastoralistas o entre pastoralistas y agricultores. […] [Las causas y factores generadores de conflictos relacionados con pastoralistas son:] 1) crecimiento demográfico y presiones ecológicas [que] son fenómenos regionales; 2) el área de tierra para cultivo se ha incrementado dramáticamente a lo largo del tiempo, mientras que la tierra disponible para pastos ha decrecido. Esto se debe en parte a que raramente los pastoralistas poseen tierra de manera individual o colectiva y dependen en cambio del acceso a pastos y agua como recursos comunes, de acuerdo con comunidades locales.10
Terrorismo y milicias de autodefensa
Desde 2017, en el norte de Burkina Faso, grupos yihadistas han estado atacando escuelas, particularmente en la zona fronteriza con Mali y Níger. Han asesinado a un director, profesores, alumnos y quemado varias escuelas. Hasta el momento, estos ataques han forzado el cierre de 216 centros educativos afectando a 24.000 alumnos y 895 profesores.11
Los Koglweogo, o “guardianes del bosque” en la lengua mooré, se crearon en 2014, en el contexto de la crisis social y política y surgieron del deseo de combatir la “inseguridad institucionalizada”. Un movimiento de autodefensa, son el resultado de una iniciativa popular que se encuentra extendida por prácticamente todo el país, con la excepción de las regiones Grand Ouest y Cascades.
Las violentas y ritualizadas prácticas de los grupos Koglweogo son ahora comunes en muchas áreas. En zonas rurales, donde previamente había problemas de inseguridad, diferentes testimonios parecen sugerir que la presencia de Koglweogo ha mejorado la situación, incrementando la seguridad. Sin embargo, a causa de las “cacerías de estilo milicia” que llevan a cabo y la inclusión de antiguos delincuentes en sus filas, el movimiento Koglweogo ha recibido un tibio recibimiento por parte de la sociedad. La proliferación de estos grupos de autodefensa también alimenta conflictos más latentes. Con elecciones presidenciales en el horizonte en 2020, la cuestión de la integración de estos grupos armados en los procesos democráticos es crítica para asegurar estabilidad y gobernanza pacífica.12
Este artículo es parte de la 33ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. Encuentra El Mundo Indígena 2019 completo aquí.
Notas y referencias
- Issa Diallo. IWGIA. El Mundo Indígena, 2017en http://bit.ly/2IotPtF
- Le Bilan du Monde 2018. Le Monde, Sophie
- Véase UNHRC A/HRC/WG.6/30/BFA/2, Recopilación sobre Burkina Faso – Informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humos en http://bit.ly/2TaEf4j
- Ibidem, citando CERD/C/BFA/CO/12-19, párrafo
- Ibidem, párrafo 15. Véase también: CCPR/C/BFA/CO/1, párrafos 41–42.
- cit. UNHRC citando CCPR/C/BFA/CO/1, párrafo 42.
- cit. UNHRC A/HRC/WG.6/30/BFA/2.
- Informe de PASMEP: Entrevista a René http://lefaso.net/spip.php?article85052
- Informe de UNOWAS, “Pastoralism and Security in West Africa and the Sahel: Towards Peaceful Coexistence” en http://bit.ly/2Izb9Ym
- Entrevista con Oumarou Traoré, inspector del Ministerio de Educación Nacional, asesor técnico de la Asociación Asmae. La Croix, 1 de junio de
- Dupuy, Romane, and Tanguy 2018. «Mouvement D’Autodéfense Au Burkina Faso : Diffusion Et Structuration Des Groupes Koglweogo Noria». NORIA Network Of Researchers In International Affairs. Véase http://bit.ly/2TdfUL8
Patrick Kulesza es director ejecutivo de GITPA, el Grupo Internacional de Trabajo para los Pueblos Indígenas (Groupe international de travail pour les peuples Autochtones), www.gitpa.org
Etiquetas: Derechos Humanos, Defensores de derechos humanos indígenas