El Mundo Indígena 2020: Argelia
Los Amazigh son el pueblo indígena de Argelia y otros países del norte de África que han estado presentes en estos territorios desde tiempos antiguos. El gobierno argelino, sin embargo, no reconoce la condición de indígena de los Amazigh y se niega a publicar estadísticas sobre su población.
Por ello, no hay datos oficiales sobre el número de Amazigh en Argelia. Sobre la base de los datos demográficos extraídos de los territorios en los que viven las poblaciones de habla tamazight, las asociaciones de defensa y promoción del pueblo Amazigh estiman que la población de habla tamazight es de unos 12 millones de personas, es decir, 1/3 de la población total de Argelia. Los Amazigh de Argelia se concentran en cinco amplias regiones del país: Cabila en el nordeste (los cabilas representan alrededor del 50% de la población Amazigh de Argelia), Aurès en el este, Chenoua, una región montañosa en la costa mediterránea al oeste de Argel, M’zab en el sur (Taghardayt), y el territorio tuareg en el Sáhara (Tamanrasset, Adrar, Djanet). También existen muchas pequeñas comunidades Amazigh en el suroeste (Tlemcen, Bechar, etc.) y en otros lugares dispersos por todo el país. También es importante señalar que en las grandes ciudades como Argel, Orán, Constantina, etc., viven varios cientos de miles de personas que son histórica y culturalmente Amazigh pero que se han arabizado en parte a lo largo de los años, sucumbiendo a un proceso gradual de aculturación.
Las poblaciones indígenas se distinguen de los demás habitantes sobre todo por su lengua (tamazight), pero también por su modo de vida y su cultura (vestimenta, alimentación, cantos y danzas, creencias, etc.). Tras décadas de reivindicaciones y luchas populares, la lengua amazigh fue finalmente reconocida como “lengua nacional y oficial” en la Constitución de Argelia en 2016. Sin embargo, la Constitución especifica que el carácter oficial de esta lengua deberá establecerse en una ley del Parlamento. Mientras tanto, la identidad amazigh sigue siendo marginada y folclorizada por las instituciones del Estado. Oficialmente, Argelia sigue presentándose como un “país árabe” y las leyes antiamazigh siguen vigentes (como la Ley de arabización de 1992).
En el ámbito internacional, Argelia ha ratificado las principales normas internacionales, y en 2007 votó a favor de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Sin embargo, estos textos siguen siendo desconocidos para la gran mayoría de los ciudadanos y, por lo tanto, no se aplican, lo que ha llevado a los órganos de vigilancia de los tratados de las Naciones Unidas a formular numerosas observaciones y recomendaciones a Argelia instándola a cumplir sus compromisos internacionales.
2019, un año marcado por la resistencia popular
Argelia experimentó una importante inestabilidad política a lo largo de 2019 debido principalmente a una lucha por el poder al más alto nivel.
Seis días después de que el presidente de la República Argelina, Abdelaziz Bouteflika, de 82 años de edad y en muy mal estado de salud, anunció el 10 de febrero su intención de presentarse a un quinto mandato consecutivo, estallaron por primera vez protestas populares en Kherrata, en el este de Cabilia. En los días siguientes se organizaron nuevas manifestaciones en diferentes ciudades de Argelia. Desde entonces, todos los martes y viernes, personas de toda Argelia, incluidas las regiones amazigh, han estado protestando públicamente para exigir el fin del “corrupto y violento” sistema político-militar que ha gobernado Argelia durante más de 60 años. Bouteflika fue obligado a renunciar a su cargo de presidente el 2 de abril de 2019, para ser reemplazado inmediatamente por un presidente interino. Se habían previsto nuevas elecciones presidenciales para el 4 de julio de 2019, pero fueron rechazadas por el pueblo, que pidió “el fin del sistema”. La fecha de las elecciones se fijó finalmente en el 12 de diciembre de 2019, a pesar de las multitudes de personas que seguían saliendo a las calles cada semana. Al final, cuatro candidatos participaron en la elección, todos ellos producto del sistema vigente. Ello dio lugar, como es comprensible, a una participación particularmente baja (un promedio del 39% en toda Argelia) y un 0% en la región amazigh de Cabilia, que tiene más de ocho millones de habitantes. Los cabilas fueron los únicos que se negaron a participar en la votación de forma tan masiva y unánime. Tras las elecciones del 12 de diciembre, se eligió un nuevo presidente, aunque la persona en cuestión sufre una clara falta de legitimidad.
Graves violaciones de los derechos humanos contra los miembros de la comunidad de At-Mzab
Kamel-Eddine Fekhar, médico y defensor de los derechos humanos de la comunidad Amazigh de At-Mzab, fue detenido y encarcelado el 31 de marzo de 2019 en Ghardaya (Taghardayt) tras la publicación de una entrevista en la que denunciaba el trato segregacionista que sufría la comunidad de AtMzab. En protesta por lo que consideraba su detención arbitraria, se negó a comer, mueriendo después de 53 días de huelga de hambre, el 28 de mayo de 2019. El 18 de julio siguiente, su tumba fue profanada. Su abogado, Salah Dabouz, ha sido objeto de un intenso acoso policial y de supervisión judicial desde el 9 de abril de 2019. El 9 de septiembre sufrió un intento de asesinato por parte de hombres encapuchados que empuñaban cuchillos en las calles de Ghardaya. No se ha realizado ninguna investigación que pueda arrojar luz sobre las circunstancias de la muerte de Kamel-Eddine Fekhar ni sobre el intento de asesinato de Salah Dabouz.
El 18 de junio de 2019, los expertos de la ONU declararon que estaban alarmados por la muerte en detención de un defensor de los derechos humanos tras la huelga de hambre. “Nos preocupa especialmente que no se haya prestado la atención necesaria al Sr. Fekhar mientras estaba bajo la responsabilidad de las autoridades penitenciarias, en violación del principio 241 y del Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión”, declararon los expertos.2
En noviembre de 2019, el Tribunal de Ghardaya condenó a varios defensores de la comunidad de At-Mzab a una pena de entre 18 meses y 10 años de prisión. Se les acusó principalmente, sobre la base de los artículos 79, 144 y 147 del Código Penal argelino, de “amenazar la integridad del territorio nacional, poner en peligro el honor de las instituciones argelinas y tratar de desacreditar las decisiones judiciales”. Esos defensores eran Salah Dabouz, Mohamed Dabouz, Hadj Brahim Aouf, Khodir Babaz, Khodir Sekouti, Dadou Nounou Noureddine, Chikh Belhadj Nacereddine, Khiat Idris y Tichabet Noureddine. Para escapar de las amenazas y la detención arbitraria, Hamou Chekebkeb (defensor de los derechos de la comunidad de At-Mzab y miembro del Congreso Mundial Amazigh) se vio obligado a huir de Argelia en julio de 2019 y a solicitar asilo político en Francia.
Prohibición de llevar la bandera amazigh
Los Amazigh suelen enarbolar su bandera junto a la de Argelia durante las manifestaciones públicas. El Jefe del Estado Mayor del Ejército argelino, el general Gaid Salah (fallecido el 23 de diciembre de 2019) decretó el 19 de junio de 2019 que “en adelante sólo se autorizará la bandera argelina” durante las marchas populares. A partir del viernes 21 de junio, la policía comenzó a arrestar y encarcelar a toda persona que agitara —o incluso que simplemente llevara en su bolsillo o bolso— una bandera amazigh. Cabila fue la única región que no se vio afectada por esta prohibición del emblema amazigh. En consecuencia, entre junio y octubre de 2019, unas 50 personas fueron detenidas y encarceladas por poseer una bandera amazigh. Oficialmente, fueron procesadas por “atentar contra la integridad del territorio nacional”, según lo dispuesto en el artículo 79 del Código Penal, lo que se castiga con una pena de hasta 10 años de prisión o una multa de entre 3.000 y 70.000 dinares argelinos (20 a 500 euros).
Sin embargo, la legislación argelina no prohíbe explícitamente llevar una bandera amazigh. Por el contrario, en los considerandos de la Constitución argelina se reconoce que la identidad argelina se basa en el “arabismo, el islamismo y la amazigh” y que la lengua amazigh (tamazight) tiene, desde 2016, el estatuto de lengua “nacional y oficial” (artículo 4). Por consiguiente, según los abogados de los “detenidos por la bandera amazigh”, los hechos materiales de los que se acusaba a los detenidos “no constituyen en ningún caso una amenaza para la unidad del país, ni un delito de derecho. Por consiguiente, es inaceptable que se encarcele a personas por ondear una bandera amazigh”.
El 5 de julio de 2019, Amnistía Internacional declaró que “Detener, acosar e intimidar a una persona o enjuiciarla simplemente porque lleva una bandera constituye una violación flagrante de los derechos a la libertad de expresión y asociación pacífica y de los derechos culturales de la comunidad Amazigh, derechos que están garantizados por la Constitución de Argelia y por los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en los que Argelia es parte”.3 Diez de los Amazigh procesados por llevar su bandera fueron liberados rápidamente, en particular en Tamanrasset, Constantine, Chlef y Annaba, pero unos 40 y pico más fueron condenados a penas de prisión de entre seis meses y dos años. Como consecuencia de ello, el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre Argelia el 28 de noviembre de 2019 en la que pedía en particular “la liberación inmediata e incondicional de 42 manifestantes detenidos por llevar la bandera amazigh”.4
Ataques a la libertad de culto
Desde julio de 2019, las autoridades argelinas han cerrado una docena de iglesias cristianas en Cabilia. Los fieles fueron violentamente removidos de las iglesias por la policía. Por consiguiente, los Amazigh cristianos son estigmatizados y se les prohíbe practicar su religión, lo que constituye una violación de la Constitución argelina, cuyo artículo 42 establece que “la libertad de conciencia y la libertad de opinión son inviolables. La libertad de religión está garantizada”.
Ataques a los derechos y libertades individuales y colectivos
Desde hace tres años, un número indeterminado de ciudadanos de la Cabila han sido privados de sus pasaportes por las autoridades argelinas, sin orden judicial y sin motivo alguno. Para defender su derecho al pasaporte, en 2019 formaron el “Colectivo de ciudadanos cabilas privados de su pasaporte”. Han organizado varias protestas y han escrito a los organismos de la ONU, en particular al Comité de Derechos Humanos, al Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas y al Relator Especial sobre el racismo y la discriminación racial.5
Los defensores de los derechos culturales y lingüísticos de los Amazigh, así como los miembros de los movimientos por el derecho a la autodeterminación de los cabilios y el derecho a la autonomía de los mzab, han sido particularmente blanco, entre otras cosas, de la vigilancia policial, las agresiones físicas, los arrestos y detenciones arbitrarias, las amenazas y las barreras al empleo.
Desafíos del calentamiento global y el desarrollo sostenible
Como país de la costa meridional del Mediterráneo, Argelia se enfrenta a numerosos problemas ecológicos y climáticos, entre ellos el aumento de las temperaturas, la desertificación, la disminución de la producción agrícola, el descenso del nivel del agua, la disminución de la diversidad biológica y los incendios forestales recurrentes, con graves consecuencias para la salud y la vida de sus ciudadanos.
Las poblaciones Amazigh que viven en las montañas o en las zonas áridas o semiáridas en particular son las primeras en sufrir los efectos negativos del cambio climático.
Argelia ratificó el Protocolo de Kioto en 2004, el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica en 1995, la Convención de las Naciones Unidas sobre la Desertificación en 1996 y el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático (COP21) en 2015. En el plano nacional, la Ley N.º. 03-10, del 19 de julio de 2003, sobre la protección del medio ambiente en el contexto del desarrollo sostenible, establece el marco legislativo a este respecto. El artículo 2 de esta ley especifica en particular que el objetivo de la ley es “promover el uso ambientalmente racional de los recursos naturales disponibles, así como el uso de tecnologías más limpias”.6 Sin embargo, se ha aprobado una nueva ley que rige la actividad de los hidrocarburos (Ley N.º 19-13 del 11 de diciembre de 2019) y que autoriza la explotación del gas de esquisto, a pesar de sus consecuencias ambientales negativas y de la protesta popular masiva.7
El Gobierno cuenta con un plan nacional sobre el clima desde 2010, pero su aplicación se ha limitado hasta ahora a actividades de comunicación y sensibilización. Además, se han ignorado por completo los conocimientos y la experiencia de las comunidades indígenas en materia de protección del medio ambiente y desarrollo sostenible.
Este artículo es parte de la 34ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación está hecha en la amazonía peruana, dentro del territorio Wampi, fotografiada por Pablo Lasansky y que es la portada del Mundo Indígena 2023 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2020 completo aquí
Notas y referencias
- Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 43/173 (9 de diciembre de 1988)
- ”Algeria: la muerte de un niño en detención es alarmante, según los expertos de la ONU”. Comunicado de prensa firmado por José Antonio Guevara Bermúdez, Presidente-Relator del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria; Michel Forst, Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos; Victoria Lucia Tauli-Corpuz, Relatora Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas; Fernand de Varennes, Relator Especial sobre cuestiones de las minorías. Publicado en https://news.un.org/fr/story/2019/06/1045711
- “Argelia. 41 arrestados por llevar la bandera amazigh mientras las autoridades reprimen la libertad de expresión”, comunicado de prensa de Amnistía Internacional publicado el 5 de julio de 2019. https://www.amnesty.org/download/ Documents/MDE2806642019FRENCH.pdf
- Resolución del Parlamento Europeo, del 28 de noviembre de 2019, sobre la situación de las libertades en Argelia (2019/2927(RSP)) http://www.europarl.eu/doceo/document/TA-9-2019-0072_EN.html
- “Tizi-Ouzou, des citoyens privés de passeports investissent la rue (Tizi-Ouzou, ciudadanos privados de pasaportes toman la calle)”, 5 de febrero de 2019, Algérie Nouvelle, http://algerienouvelle.com/index.php/2019/02/05/tizi-ou-2 zou-les-citoyens-prives-de-passeports-investissent-la-rue/
- Ley Nº 03-10, del 19 de julio de 2003, sobre la protección del medio ambiente en el contexto del desarrollo sostenible, http://ancc.dz/pdf/Loi%2003-10.pdf
- “Algérie: un enjeu caché, le gaz de schiste (Argelia: un problema oculto, gas de esquisto)”, Mhamed Rebah, 12 de marzo de 2019, https://reporterre.net/Algerie- un-enjeu-cache-le-gaz-de-schiste
Belkacem Lounes tiene un doctorado en economía, es profesora universitaria (Universidad de Grenoble), miembro experto del Grupo de Trabajo sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y autora de numerosos informes y artículos sobre los derechos de los Amazigh.
Este artículo es parte de la 34ª edición de El Mundo Índigena. La publicación es un resumen de los principales acontecimientos que los pueblos indígenas han vivido. Descarga El Mundo Índigena 2020 aquí
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